Ya está a la venta el número 91 de la Revista Unión


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El número 91 de la Revista Unión ya está a la venta en la librería de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), en el punto de venta de esta institución en la Feria Arte en la Rampa y en otros espacios.

Se enuncia esta entrega «A la sombra de Villalobos y la vivencia oblicua» a partir del primer ensayo que es de la autoría del mexicano Javier Villaseñor, doctor en Filología y Letras Hispánicas, agregado cultural de la Embajada de México en Cuba, quien propone un diálogo entre la obra poética del escritor cubano José Lezama Lima y la producción pictórica de su coterráneo Nelson Villalobos desde el mecanismo lezamiano de la «vivencia oblicua», con el que se «rompen las barreras que delimitan y separan los sentidos, y se abren al mundo para construir un diálogo perdido», según palabras del ensayista.

Este estructura su texto hallando los puntos de contacto entre el poeta y el pintor, revelando las imágenes en la poesía y la poesía en la pintura. Afirma entonces que en la obra de estos creadores conviven la poesía, la estética, la filosofía, el mito, la mística, y acaso, la teología, a lo que añade que ambos «intentan asir la esencia de lo inexpresable, dar forma a lo informe de lo imaginario con el poder de la imagen; hablar, al fin, de lo inefable, pues la poesía es lo indecible, pero dicho.

Precisamente esta nueva entrega de la revista de la UNEAC, está ilustrada con más de treinta y cinco piezas de Villalobos, lo que constituye una exposición de su obra, a la que Nancy Morejón le dedica el texto «Nelson Villalobos, dibujos, dinteles», en el cual subraya el trazo firme y burlón del artista, el cual, considera, «en su inocencia nos devuelve al primer largo camino por donde hemos sido capaces de transitar todos nosotros».

La sección poesía trae las propuestas de Michael D. Higgins, uno de los cultores del género más reconocidos de la República de Irlanda, de la cual es presidente, y de los poetas cubanos Arnaldo Muñoz Viquillón y Elaine Vilar Madruga, así como de Cristian Vitier, un joven estudiante universitario y destacado ajedrecista.

El narrador Alberto Guerra aporta a este número su cuento «El hueco», en el que con clara prosa dibuja una metáfora de la contraposición entre el poder-represión y la libertad de la razón.

Yunier Riquenes presenta tres breves y contundentes narraciones: «Un buen día», «La mano levantada» y «El gato negro», que versan sobre la manipulación que ejerce el poder, las lealtades y el peso de las circunstancias sobre las actitudes y sentimientos.

La entrevista corresponde al Premio Nacional de Literatura Pablo Armando Fernández, y la realiza la experimentada periodista Astrid Barnet; en la conversación que esta provoca abordan la poesía, su primer cuaderno de poemas Salterio y lamentación, publicado en 1952 y el segundo Nuevos poemas, que vio la luz en 1956.

También evoca el cantor su origen campesino; al poeta Eugenio Florit, a quien llama padre espiritual, y las particulares influencias que ejercieron en su obra literaria las mujeres escritoras, especialmente Alfonsina Storni.

En cuanto a lo que le falta por hacer señala la terminación de su novela Una ilusión mayor, y escribir sobre el proceso de Lunes de Revolución «para que no vuelvan a repetirse hechos de esa envergadura», dice, y por último confiesa que su mayor deseo es «el amor universal, que es el amor al ser humano».

En las páginas de Unión 91 la joven profesora Carmen Torres ensaya bajo el título «Paradoja de la prosa poética entre el maldito y el Apóstol», un acercamiento a la prosa poética de José Martí en comparación con la producción lírica del francés Charles Baudelaire.

Le sigue a este trabajo un extenso ensayo del profesor e investigador Avelino Couceiro: «Comprender la abstracción desde la historia del Arte Cubano», que trata diversos tópicos entre ellos el realismo socialista y la abstracción en Cuba (1961-1991) y el auge actual y perspectiva de esta forma de expresión artística.

«Mestizaje, vanguardia y reivindicación» es la crítica que dedica la teatróloga Liliam Vázquez a la obra del dramaturgo Eugenio Hernández Espinosa, Premio Nacional de Teatro, con énfasis en piezas como Calixta Comité (1969); Mi socio Manolo ( 1971);  La Simona (1977), que obtuviera en ese año el Premio Casa de las Américas; El Venerable (1980) y Emelina Cundeamor (1989).

La lectura de este texto reafirma la importancia de la escritura dramática de Hernández Espinosa quien según la teatróloga «Ha sido capaz de colocar su creación en el centro de los conflictos sociales, políticos e históricos no solo de Cuba: su mirada abarca todo el ámbito caribeño y establece lazos de esencias comunes».

Este número publica además las palabras de presentación del número anterior, dedicado al aniversario 50 de la primera edición de la novela-testimonio Biografía de un cimarrón, de Miguel Barnet, y que estuvo cargo del historiador y ensayista Félix Julio Alfonso López.

El narrador, periodista, editor y crítico literario Emilio Comas Paret se adentra en el análisis del cuaderno Los barcos terminados, que reúne diez cuentos del escritor Emerio Medina (Mayarí, 1966) y  que según la apreciación de Comas es «un escritor muy profesional», y más adelante añade «resulta sorprendente la variedad del contenido y de formas de narrar que acumula este texto, donde se mezcla realidad pura y dura con historias fantásticas que a veces lindan con el absurdo, todo envuelto en un halo de humanismo y una humildad que contrasta con algunas posiciones pretenciosas que a veces encontramos en otros autores».

Un interesante y abarcador ensayo aparece hacia el final de la revista, «Poesía cubana ante el umbral: Apuntes sobre las últimas promociones del siglo XX», de la poeta y ensayista Yanelis Encinosa Cabrera, según el cual «propone una revisión panorámica de la poesía producida por autores que se inician dentro de la Revolución, para constatar someramente los principales puntos de giro en la evolución poética de la segunda mitad del siglo XX cubano».

Este trabajo es sin dudas una herramienta de absoluta utilidad para encarar el fenómeno de la lírica cubana de tal período y las diferentes tendencias ideoestéticas que lo caracterizan.

Cierra el número 91 de Unión, Diez canciones de amor y un poema esperanzado, poema dramático en diez actos escrito por el Premio Nacional de Teatro Nicolás Dorr y que aborda la relación de pareja entre Pablo, un homosexual enamorado de Lester, un hombre casado que tiene una hija. Entre boleros, feeling y otras composiciones Dorr se aproxima críticamente a la doble moral, la represión de los sentimientos, la intolerancia y los prejuicios con una visión alejada del rencor de los personajes hacia los que los censuran; con comprensión y optimismo.

Unión, como de costumbre, ofrece desde miradas agudas y actualizadas una variedad temática que la hace imprescindible en el universo de las publicaciones periódicas cubanas que abrazan a la cultura en su más amplio espectro.


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