La celebración de una jornada productiva y festiva desde el amanecer del pasado 1º de abril, marcó el inicio de las actividades que, hasta este 1º de Mayo, en gran jubileo de reafirmación y esperanzas de los trabajadores cubanos y sus familiares, pone en primer orden la tradición unitaria del pueblo trabajador de Cuba que, en todas las esferas de la vida social y familiar, se empeña por ordenar el medio y la casa, poniéndolos en condiciones de seguir adelantando en todos nuestros empeños de crecimiento productivo, cultural, independentistas y de unidad.

Quizás la primera de las 125 razones y más que avalan esta fecha es que, precisamente, el mundo arriba a los 125 años de la celebración, por primera vez, del 1º de Mayo, como respuesta contundente de ese sector popular mayoritario hacia el sistema de explotación, injusticia y dolor que comenzaba a serle impuesto, y se recrudecía ya hasta la insoportable, debido a los desmanes de la prepotencia y el poder que genera el capital para imponer su fuerza de sometimiento y muerte.

Y en aquella primera conmemoración estuvieron los trabajadores cubanos. Fueron Cuba y Argentina los únicos países latinoamericanos que  respondieron al llamado del Congreso Internacional Socialista efectuado en París, del 14 al 21 de julio de 1889, solidarizándose con la causa de los trabajadores, especialmente de los obreros norteamericanos que no sin razón dieron al mundo sus primeros mártires en la ciudad de Chicago, asumiendo la fecha como el Día Internacional de los Trabajadores, frente a la inminente internacionalización y futura globalización del capitalismo.

Pero este acto no fue casual, las ideas, la cultura, la organización y la primera guerra independentista, comenzaban a calar en el ente cubano que ya había comenzado su epopeya nacional liberadora.  Esa que, desde sus inicios, unió a pensadores, artistas, intelectuales de diverso tipo, negros esclavos y otros inmigrantes, artesanos, los primeros dirigentes obreros y sus organizaciones iniciales, campesinos y hasta algunos negociantes y propietarios, en torno a la idea de la independencia, convencidos desde entonces de que “morir por la patria es vivir”.

Ese sentimiento independentista acertadamente se definió como hijo de la cultura y las ideas porque también, junto a los primeros gremios y como parte de estos, la prensa obrera, que circulaba desde finales del propio año 1878 tuvo un papel fundamental en la conducción de los cubanos en el ideal emancipador, cuyo valioso antecedente fue El Cubano Libre, que viera la luz brevemente, en Bayamo, en el propio 1868.

También en 1885, hace 130 años, nació el Círculo de Trabajadores de La Habana, como medio para aunar a los gremios obreros de la localidad, propiciarles locales, recursos para instalar escuelas y realizar las más diversas actividades sociales, culturales y sectoriales.

Simultáneamente, el reciente concepto martiano de unidad dio vida, razones y vigencia a las luchas populares desde entonces, retomadas en figuras de la talla de Julio Antonio Mella, Rubén Martínez Villena, Lázaro Peña y Fidel Castro, encarnando, en las diversas coyunturas históricas, el rol de los distintos sectores poblacionales en la causa común hasta la actualidad, que nos ha conducido a la victoria.

Llegamos a este 1º de Mayo del 2015, con la honra de ser parte de un pueblo que hace 90 años realizó el primer desfile obrero de la República que contó, entre sus más importantes momentos, el homenaje a Lenin en el pueblo de Regla; fundó la Liga Antimperialista de Cuba; constituyó la Confederación Nacional de Obreros de Cuba (CNOC), primera central sindical del proletariado cubano y el Partido Comunista de Cuba.

En el devenir de estas luchas, el 28 de enero de 1939, ante la estatua de José Martí en el Parque Central, quedó constituida la Confederación de Trabajadores de Cuba para hacer de nuestro país el único en donde sólo ha existido una organización sindical hasta la actualidad. La misma nació con el espíritu que había anunciado Lázaro Peña en 1938 cuando, en multitudinario acto de solidaridad con México, afirmó:

“Sobre los hombros de la masa obrera nuestra, sobre los hombros de nuestro pueblo —disperso aún— y solamente sobre esos hombros, está repartida la responsabilidad inmensa de hacer la patria que Martí quería” (1).

Llegamos a este día como parte de una masa trabajadora que afianzó, con la Huelga General convocada por Fidel el 2 de Enero de 1959, el triunfo de la Revolución cubana; que alfabetizó a su pueblo, que educa y lleva la cultura a todos los rincones del país; que cumple riesgosas misiones humanitarias de todo tipo en cualquier rincón del mundo.

Asistimos a este 1º de Mayo, a 125 años de haber conmemorado el primero, con la gloria de haber logrado el regreso a la patria de nuestros Cinco Héroes, como antes fueran Elián y otros compatriotas, encarnaciones de aquel hombre nuevo proclamado por el Che.

Llegamos a esta conmemoración bajo el lema central de: UNIDOS EN LA CONSTRUCCIÓN DEL SOCIALISMO. En él están presentes las más de 125 razones del pueblo cubano para hacer de esta fecha una fiesta inmensa de la cubanía, el patriotismo y la dignidad. Entre ellas:

Cese el criminal y genocida bloqueo yanqui contra Cuba.

Revolución es Unidad, es Independencia.

Revolución es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo.

Revolución es cambiar todo lo que debe ser cambiado.

Revolución es igualdad y libertad plenas.

Revolución es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos.

Revolución es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos.

Revolución es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio.

Revolución es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo.

Revolución es luchar con audacia, inteligencia y realismo.

Revolución es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas.

No claudicaremos jamás ni cederemos en nuestros principios.

Más unidos, fuertes y solidarios que nunca.

Unidos en la defensa de nuestro socialismo. (2)

En una oportunidad el Héroe Nacional José Martí afirmó:

A un banquete se sientan los tiranos

Pero cuando la mano ensangrentada

Hunden en el manjar, del mártir muerto

Surge una luz que les aterra. (3)

Es la luz de los Mártires de Chicago, es la luz de los trabajadores del mundo que, cultos y conscientes, les desafían al ritmo de la construcción de la unidad trabajadora interna e internacional, es la luz que los ha conducido a reconocer la derrota de su política criminal y agresiva contra el pueblo trabajador cubano, que sigue acumulando razones para conmemorar el 1º de Mayo.

Notas

(1) Lázaro Peña: “Discurso”, en Noticias de Hoy, La Habana, 13 de junio de 1938, p. 1.

(2) CTC: Lemas colaterales para los actos por el 1º de Mayo

(3) José Martí: Banquete de Tiranos, Obras Completas, t. 16 p.196.