La otrora villa de San Cristóbal de La Habana que se apresta a celebrar este mes su medio milenio de existencia, se convirtió, en su desarrollo ulterior, en una gran ciudad primero y en una región metropolitana desde el siglo XX y esa megápolis que es hoy La Habana incluye otras villas, pequeñas ciudades, pueblos, asentamientos y poblados que se conurbaron con la capital mediante modernos barrios y repartos. Uno de esos casos es Guanabacoa.

En el espacio de Guanabacoa existieron antes de la conquista hispánica dos asentamientos aborígenes: Guanabacoa y Tarraco, y después de abolido el régimen de servidumbre semiesclavista de las encomiendas por los colonialistas se fundó por el cabildo habanero como “pueblo de indios” —o sea, lugar de reconcentración de aborígenes libres— el 12 de junio de 1554, obtiene permiso para cabildo o gobierno propio en 1609, derecho a uso de pendón real en 1737 y el título de villa de Nuestra Señora de la Asunción de Guanabacoa el 14 de agosto de 1743. Ya en el siglo XX se le reconoció como “Ciudad industrial”.

Guanabacoa, hoy forma parte de la megápolis de La Habana y desde hace tres décadas aproximadamente celebra el nacimiento de la villa mayor de San Cristóbal con el Festival de Raíces Africanas Wemilere, por muchos años con convocatoria anual, después bienual, otro tiempo casi que inexistente y en los últimos años, recuperó su frecuencia anual.

En 2019 es la edición 25 de Wemilere, que no se va a dedicar a un país africano específico como es costumbre cada año sino a las raíces africanas de La Habana por su aniversario 500. Y es que en estas celebraciones queda claro que La Habana no es hispánica exclusivamente. Primero, es indígena, su nombre lo es y se le debe a Habaguanex, el cacique de la región que la gobernaba cuando llegó Pánfilo de Narváez a nombre de Diego Velázquez y Cuéllar a fundar la villa. Es por muchas razones, africana, pues sobre los hombros de mujeres y hombres del continente africano esclavizados en esta región descansa la riqueza producida y los valores arquitectónicos coloniales, es una Habana asiática, árabe, hebrea, francesa, italiana, anglosajona, caribeña y de multiplicidad de influencias culturales, además de la muy notable raíz española; en síntesis, una megápolis mestiza.

El domingo 10 de noviembre a las 7:00 de la noche quedará inaugurado el 25 Wemilere en el Parque Central del Centro Histórico Urbano de la villa de Guanabacoa, Monumento Nacional, justo frente al Palacio Municipal, sede del gobierno local.

El lunes 11 a las 10:00 a.m. sesionará en la Casa de Cultura “Rita Montaner”, con sede en el local del antiguo Liceo Artístico y Literario de Guanabacoa, el Foro Literario Presencia de África en nuestra literatura teniendo como Presidente de Honor al doctor Armando Cristóbal Pérez y contará con la conducción del Ruandi Góngora Cabodevilla. En el cónclave actuará el Trovador Pepe Ordás e impartirá la conferencia inaugural la doctora María del Carmen Barcia Zequeira.

A continuación se procederá a la presentación de libros por sus autores: Nelson Aboy: Orígenes de la Santería Cubana. Transculturación e Identidad. María del Carmen Barcia Zequeira: Pedro Blanco el negrero, mito, realidad y espacios. Heriberto Feraudy Espino: Yoruba, un acercamiento a nuestras raíces. Fidel Pajares Santiesteban: Música y Danza Moderna. Proceso de retroalimentación y consolidación cultural. Rolando Julio Rensoli Medina: Nación Cubana: Etnos y sociedad. Manuel Rivero Glean: Nuevo Diccionario de Mitología Cubana y además Deidades Cubanas de Origen Africano (e-Book) y Ramón Torres Zayas: Abakuá, del Mito al Imaginario.

El Coloquio Presencia, que es la jornada académica del Festival Wemilere, se realizará en el Museo Histórico Municipal los días 13 y 14 de noviembre y será dedicado al décimo aniversario de la creación de la Comisión José Antonio Aponte.

Como es habitual en Wemilere como festival de raíces africanas, además del foro literario y el coloquio académico, estarán presentes la música, la danza, las costumbres, la religiosidad y las otras tradiciones cubanas y habaneras de matriz africana en diversidad de espacios y actividades en todas las instituciones culturales de la localidad y en plazas, parques y calles.