La princesa de Cuba sigue teniendo alguna que otra cenicienta aunque 56 años de Revolución hayan sido suficientes para labrar una obra imperecedera. Si ya recorrió la capital de la más occidental provincia cubana y se decide a continuar rumbo oeste, a la salida hacia Luis Lazo, encontrará una Cenicienta, no tan ajada como en los tiempos de antaño pues cuenta con servicios de educación y salud públicas, pero tiene aún la marginalidad y el desfavorecimiento social como marcas en su piel.

Es el consejo popular Cuba libre, un área suburbana con 12 943 habitantes, la mayoría llegados de cualquier parte, organizados en diez circunscripciones y acogiendo a 83 centros laborales. El policlínico Raúl Sánchez, el proyecto sociocultural “El Mamoncillo” y la calle 11 que siniestramente quisieron apodarla algunos trasnochados “Calle 8 de Miami”, son símbolos tangibles de la identidad barrial, esa que no cede ante la violencia doméstica, las ilegalidades y el deficiente fondo habitacional. La salud del espíritu ganó hace rato la partida con líderes en faldas: Rafaela Puerto, presidenta del consejo popular y diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular y Caridad Salgado Gorbea, gestora principal del proyecto “El Mamoncillo”, fundado el 13 de agosto de 2008.

En ese contexto tan peculiar celebró la UNEAC vueltabajera su segundo taller sobre la actualidad de la problemática racial, tras dos años del primer encuentro; por azares y coincidencia, es también la segunda provincia en organizarlo en este segundo ciclo, precedida por la Perla del Sur.

Cuarenta participantes del patio, más los invitados del organismo nacional se dieron cita para evaluar el trabajo de la comisión provincial José Antonio Aponte y escuchar nuevos criterios acerca del estado de un asunto que se inserta en el complejo mundo de las exclusiones sociales que aún subsisten más allá de la obra revolucionaria y que apunta directamente a fisurar la unidad nacional, por lo que el antídoto se gestiona antes de que la enfermedad se convierta en endemia.

Pedro Luis Hernández, presidente de la comisión provincial, dio a conocer de tres libros publicados por gestión de la comisión sobre los negros y mestizos en la cultura y la historia de la región, eventos y otras acciones realizadas.

Quince intervenciones motivaron un debate fluido, mesurado y objetivo que dieron cuenta de la confianza de que se atienden las cosas y se enfrentan, aún nos falta y no poco, pero se observa paulatinamente una transformación en las mentalidades.

Declamaciones de Luisa Marina Pérez Álvarez, la “Diva Conga”, y el novel Rodisbel Sánchez Salazar matizaron la jornada.

El deficiente trabajo de la televisión sobre el tema, denuncias al blanqueamiento del Banco, el turismo y las tiendas así como de los negocios particulares, y la necesidad de abordar el asunto en las familias, los medios de comunicación social, la textología escolar y desde la cultura en general, fueron los temas abordados.

La impresión que queda es que en Pinar, los hombres y mujeres no contemplan el problema sino lo enfrentan para transformar la realidad. El futuro tendrá que hablar y contar lo que un día fue.