El número 85 de la revista Unión, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, fue presentada por la periodista y escritora María Elena Llana, en la sala Martínez Villena de esa institución.
La Premio Nacional de Literatura Nancy Morejón, directora de la publicación, agradeció la presencia de los participantes y comentó un breve curriculum de la presentadora, de la cual expresó: “ella en realidad es una maestra del cuento cubano, representativa de la escritura femenina que cultiva ese género”; y enumeró algunos de los títulos publicados por Llana, tanto de literatura para niños y jóvenes, como para adultos.
La presentadora a su vez, reseñó todos los trabajos que componen la nueva entrega de Unión a la que consideró una revista de temática variada, con trabajos muy profundos y gratos de leer; muy a tono con su propósito explícito en el editorial que encabeza el número y que expresa “(…) que nuestra crítica y nuestra ensayística logren, (…), rebasar las escalas de calificación escolar o de capilla o de estilística gremial, para adentrarse en la búsqueda de los disímiles sentidos que toda obra, literaria o artística, puede proponernos”.
Destacó la belleza con que están formulados los planteamientos y el hálito optimista en el trabajo Sin quitarnos las ropas, de Juventina Soler Palomino, que inicia el número y que trata el tema de la emancipación femenina, señalando cómo la mujer cubana logra reivindicarse en el discurso poético aunque tenga que escribir por la madrugada; alude al cuerpo sometido y argumenta que la mujer para subsistir en el mundo masculino debe pasar un examen físico a primera vista: si eres bonita triunfas si no te quedas en la oscuridad, no obstante sobre el discurso poético femenino , reacción contra la esencia discriminadora de toda la sociedad, la autora considera que el microespacio cotidiano revierte en la madurez de las vivencias femeninas y en la reconstrucción de su realidad sin cumplir con ese requisito.
Se refirió al artículo Del muro a la galería, del máster Roberto Medina, en el cual éste brinda sus criterios personales sobre el artista afronorteamericano de la plástica Jean Michel Basquiat, quien pasó rápidamente del grafiti al gran mercado del arte, sin hacer concesiones, fiel a su espontaneidad ajena a la academia; esta personalidad rebelde creó más mil obras entre 1980 y 1988, en que muere por sobredosis a los 28 años.
Al abordar Arca de alianza, de la autoría de la poeta e investigadora Ileana Alvarez, Llana resaltó el enfoque que sobre la imagen de la familia se observa en la poesía de Dulce María Loynaz; “este inspirado artículo simboliza la saga familiar de la Loynaz en el devenir histórico de la nación”.
Aquí saludó la posibilidad que brinda la publicación de encontrar en sus páginas dos aristas de un mismo tema, ya que lo escrito por Alvarez “parece sacralizar el microespacio al que se ve sometida la mujer en la sociedad falocéntrica apuntada por Juventina Soler”.
Sobre los fragmentos de la novela El caballo de Oggún, del Premio Casa de las Américas, 1990, Ernest Pépin, poeta y escritor francés, valoró su galopante ritmo narrativo y la profunda destreza narrativa, así como la excelente traducción de Lourdes Arencibia.
En la sección Crítica, según Llana, se realiza por parte del poeta y escritor, Manuel García Verdecia, un análisis certero y hasta cierto punto reivindicador del thriller, quien expone cómo ese género se ha convertido en espacio “para ventilar temas de la sociedad contemporánea”, pero el valor fundamental de este análisis de García Verdecia radica, señaló, en las claves para valorar el thriller policíaco.
También en esta sección, el poeta y editor Yamil Díaz Gómez, en su texto Jorge Angel Hernández: Tres disparos, estudia tres novelas de este narrador, al cual define como un “autor de esencias, ajeno al fácil realismo sociológico o a la farsa caricaturesca de nuestra realidad”; no obstante, subraya Llana, aparecen señalamientos negativos a las novelas.
La presentadora recomendó los dos trabajos de la sección Ensayo, a saber Mitología de un poema, de Marino Wilson Jay, y La poesía de Guillermo Rodríguez Ribera: transhistoricidad, memoria, retorno, de Yanelis Velazco, a los que sigue el poema inédito Noche insular, del autor tratado en ambos.
La crítica relativa al cine en esta edición de Unión está en manos del cineasta brasileño Felipe Barbosa que se refiere a su coterráneo Orlando Senna, fundador a finales de los 60 del Nuevo Cine Latinoamericano, y de quien destaca en esta etapa, su intención de renovación estética y de crítica político- social, específicamente en el filme 69, la reconstrucción de una muerte.
Lina de Feria: exactamente humana, es el acercamiento crítico que Geovannys Manso dedica a la obra de esta poetisa, recorriendo los títulos publicados por la misma “todos signados por un hálito de insumisión y una voluntad de ser exactamente humana, sin ardides y sin rencor”.
Consideró María Elena Llana que uno de los grandes trabajos de la revista es La búsqueda insomne contra el olvido y la sombra. La poesía de Octavio Paz de 1935 a 1942, de Virgilio López Lemus, fechas que define éste como de consolidación de la primera etapa en la poesía del mexicano; aseguró que es éste un ensayo minucioso sobre las claves métricas y léxicas del poeta, profundo, aportador y bien ajustado al tema, en el cual López Lemus cataloga a Paz como “uno de los cuatro jinetes en la batalla contra el Apocalipsis, las sombras y el olvido”, siendo los otros tres César Vallejo, Borges y José Lezama Lima.
Llamó la atención la narradora acerca de las ilustraciones de la revista, firmadas todas por el artista cubano Omar Godínez, del cual aparece además una nota de Pedro de Oraá, que cierra el número y en la que recuerda que el creador se mantiene alejado del ruido publicitario y cuya prosperidad no depende de la crítica mercenaria ni de los favores del mecenazgo. Godínez vive y trabaja en Rusia, pero vuelve siempre a La Habana en busca de su retroalimentación estética y existencial.
Deje un comentario