Después de más de dos décadas de aspiraciones y propuestas, finalmente el Consejo de Ministros aprobó, mediante el Decreto No. 346 del presente año, la creación de la Oficina del Conservador de la ciudad de Sancti Spíritus, cuya misión radica en velar por el cuidado, la restauración patrimonial y el desarrollo cultural, social, físico y económico de manera sostenible en la Zona Priorizada para la Conservación, donde se considera a la comunidad protagonista y beneficiaria.

Entre las funciones principales de esta institución se enumeran preservar la memoria material y espiritual de la ciudad; formular y proponer los planes de ordenamiento urbanístico para el desarrollo inte­gral y, una vez aprobados por las autoridades competentes, monitorear su implementación; salvaguardar los valores tangibles e intangibles de la villa; garantizar la capacitación del personal especializado vinculado al rescate y la salvaguarda cultural; y fomentar, en el marco de lo establecido, la obtención de ingresos con destino a la restauración y protección en la Zona Priorizada, el mejora­miento de las condiciones de vida de sus habitantes y gastos propios.

“Estamos proponiendo al Consejo de la Administración Provincial —a quien se subordina la Oficina— actuar sobre alrededor de 165 hectáreas, incluido el Centro Histórico que ocupa más de 80, una zona que recoge en general la evolución de la ciudad”, detalló Roberto Villoch, director de la Oficina de Monumentos y Sitios del Centro provincial de Patrimonio.

Agregó que la nueva institución funcionará como una unidad presupuestada con tratamiento diferenciado, a partir de la contribución establecida por el Ministerio de Finanzas y Precios a las personas jurídicas no subordinadas a la Oficina y a las personas naturales que desarrollen su actividad económica en esta zona, quienes así contribuirán a su restauración y preservación.

El Decreto establece también que los trabajadores por cuenta propia que soliciten ante las autoridades competentes desarrollar sus actividades dentro de los límites de esta área requieren de la autorización del Conservador.

Por Mary Luz Borrego.