Acabo de recibir, desde Valencia, el poemario Levántate y Ora, editado por Forte Monte Carmelo e inspirado en el Evangelio de San Lucas y cuyo autor es el destacado poeta Ximo Albinyana, formado en derecho, economía y teología. Este polifacético político socialista español, amigo de Cuba y sus gentes, eligió para dar a conocer su obra —hasta ese momento inédita— en 2014, nuestra Tertulia Sol Adentro. Desde entonces, ha publicado ocho libros con muy buenos resultados.
Hace apenas unos días, en una palabras expresadas por el Papa Francisco durante su encuentro en el Vaticano con los participantes en la conferencia sobre «La estética global de la imaginación católica», expresaba, que a la Iglesia le hacía mucha falta la genialidad de los poetas y escritores.
He podido observar en el poemario Levántate y Ora una gran correspondencia con los criterios del Papa.
Las palabras de San Juan XXIII, entre otras, sirven al libro de marco preferencial: «Dios es todo, yo soy nada. Y por eso basta».
Cuando abrí el libro, me encontré que estaba prologado por el Cardenal Antonio Cañizares Llovera, Arzobispo Emérito de Valencia y con unas Notas del autor que realmente me llamaron mucho la atención.
Confieso que no es mi fuerte la poesía religiosa y resultaba muy difícil para mí hacer una crítica acertada de la esencia de estos versos, pero cuando leí estos textos me fui dando cuenta de la importancia que tienen los escritores que, como Ximo, sienten profundamente que vivimos en tiempos de cambio, un tiempo que él llama turbulento, oscuro, con tambores apocalípticos, un mundo en guerra permanente como él mismo dice, y con escenas cuya crueldad debería doler como propia y de esta forma, no me cupo la menor duda, que la escritura está influida por el entorno vivencial que la sostiene.
La humildad verdadera es reconocer
que no somos ni una mota de polvo
en este universo en que habitamos
que toda nuestra vida es un fósforo
cuyo fulgor aparenta ser sin nada.
La locura del hombre le abate al autor íntimamente. El egocentrismo, la falta de ética en muchas investigaciones y lo que él llama el hedonismos y la modas contrarias al progreso, igual que el olvido de la historia. «La pasión financiera le está haciendo un gran daño a la humanidad», nos dice. Por eso en su literatura clama por el Señor, y le dice al hombre: «Por favor ¡Cordura!».
Se rasga el tul pintado de futuro
con la espada de los bárbaros
ladrones de la inocencia pura
Definitivamente en este libro, Levántate y Ora, encontrará usted poéticamente recreado el Evangelio de San Lucas, en una serie de poemas a manera de oraciones que le brindan al lector amor, belleza, consuelo y la debida dirección que se mantiene.
El Cardenal, en el prólogo, hace énfasis en la Misericordia como la gran tarea que tiene la iglesia, y le agradece al poeta todos sus esfuerzos por penetrar en ese misterio. Una vez más, el artista en todo su esplendor presiente y canta.
Como dice el Papa: «Así pues, la palabra literaria es como una espina en el corazón que te mueve a la contemplación y te pone en camino. La poesía es abierta, te lanza a otro lugar».
Los poemas que conforman el libro son un grupo de bellas piezas donde la poesía se imbrica con una necesidad de luz y un encuentro con la verdad.
Señor Paráclito consolador perfecto
sigues guiando hombres y mujeres
a través de los pedregales de la vida
donde acechan sigilosos los lobos
y la fragilidad humana es palmaria,
donde los cantos de sirenas
suenan nítidos en oídos relajados,
para arrastrarnos una vez más
hacia los acantilados del olvido
y allí despeñarnos a la fosa eterna
pues ello es cierto y seguro.
Otro artista, el pintor e ilustrador cubano Pastor Rivera, participa en el libro de Ximo.
Conversando con Rivera, me expresó de forma convincente:
Por esa razón, la ilustración de un libro de poesía religiosa exige una articulación estrecha entre las imágenes y el contenido del texto en un doble carácter: por una parte la relación entre texto e ilustración que supone un contenido poético y en otro plan, la correspondencia desde el punto teológico, que para las imágenes se refiere, en gran medida, a las particularidades propias de la simbología o iconografía de la religión. A lo anterior se suma el contenido ético y filosófico de la religión a la cual está relacionada esa poesía.
Ese es el caso de Levántate y Ora, una observación rápida al conjunto de imágenes empleadas como ilustraciones, permite constatar que la relación entre estas y el texto no tienen carácter literal. El diseño del libro no implica la repetición de un relato paralelo al texto poético apoyado en las imágenes, por el contrario, propone un entorno o espacio visual que permite al lector no sólo el disfrute estético de la poesía, sino también en alguna medida el fortalecimiento espiritual del lector, a partir de la fe que en ese espacio está contenido.
En un idioma como el castellano donde la poesía religiosa forma parte legítima y fundacional de la historia de la literatura, el libro de Ximo Albinyana constituye un aporte en esa dirección y permite ampliar las opciones de lectura de amplios sectores de la población de habla hispana que requieren de un contenido de mayor valor estético, filosófico y ético.
Y aquí estos versos del poeta Ximo Albinyana, que como dijo el Papa Francisco: «la inspiración artística no sólo es reconfortante, sino también inquietante, porque presenta tanto las realidades bellas de la vida como las trágicas».
En la sociedad de la comunicación
no veamos la injusticia sino la moda
En la sociedad del placer humano
no miremos la esclavitud moderna
En la sociedad de la sobreabundancia
no permitamos la hambruna ajena
En la sociedad del progreso científico
no notemos la sequía permanente
En la sociedad del sueño comprado
no afrontemos la violenta guerra
Hemos tocado la flauta
y no habéis bailado
Hemos entonado lamentaciones
y no habéis llorado.
Este poemario permite al espíritu actuar y además crear armonía dentro de las tensiones y contradicciones de la vida humana.
Inspirado en el Evangelio de San Lucas, en Levántate y Ora el autor —el poeta valenciano— Ximo Albinyana y el ilustrador cubano Pastor Rivera, miran y sueñan, recogen las angustias humanas y con armonía y belleza, entregan a la humanidad sufrida de hoy este nuevo texto como una gran ofrenda de amor y misericordia.
El amor y el odio, la injusticia y la justicia, la bestia y la ternura, la guerra y la paz, así se presenta la Humanidad en franco deterioro.
Casi al mismo tiempo y para mayor coincidencia, recibo desde Isla Negra en Chile y del poeta y animador cultural Alfred Asis, unas hermosas palabras que aquí copio con verdadero gusto:
Que la palabra sea paz
Que los individuos acepten
A todas las razas sin distinción.
Que la guerra sea solo una palabra.
Que el respeto
Sea digno del ser humano,
Y en dignidad se abracen
Y abran las fronteras
Para convivir en paz.
No más muertes hombres del mundo.
No más siembras de dolor.
Es hora de fecundizar el diálogo
Y humanizar nuestras almas.
Como ha dicho el Papa, los artistas miran y sueñan, recogen las angustias humanas, y crean armonía y belleza.
¡Así es!
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