Entre los nombres por siempre imprescindibles en la historia de la danza en nuestro país, figura el de Fernando Alonso Rayneri (La Habana, 1914-2013), cofundador junto a Alicia Alonso del Ballet Nacional de Cuba, creador de una metodología nacional para la enseñanza en esa expresión artística y director del Ballet de Camagüey por casi dos décadas.
Su vínculo con la danza lo inició en 1935 cuando, con 21 años de edad, comenzó a tomar clases de baile en La Habana, tras regresar de los Estados Unidos a donde sus padres lo habían mandado a estudiar debido a la inestabilidad política existente por aquel entonces en Cuba.
Dos años más tarde contrae matrimonio con una joven bailarina de ballet, Alicia Martínez del Hoyo, más tarde apellidada Alonso. Junto a ella y a su hermano Alberto Alonso, parte hacia la ciudad de Nueva York en busca de nuevas oportunidades.
Allá tuvo como profesores a Mijail Mordking, Mijail Fokine y Alexandar Fedorova, logrado su debut en 1937 en la Compañía Mordking Ballet. Posteriormente fue contratado por el American Ballet Caravan, el American Ballet Theatre y el Ballet Ruso de Monte-Carlo. En 1948 regresan a La Habana para fundar el Ballet Alicia Alonso, semilla del Ballet Nacional de Cuba, compañía que dirigiría hasta 1975.
En ese mismo año pasa a encabezar el Ballet de Camagüey, donde permaneció hasta 1992 cuando le entregan la dirección de la Compañía Nacional de Danza de México.
En 1960 fue director-fundador de la Escuela Nacional de Ballet, institución que actualmente lleva su nombre en reconocimiento a los aportes de quien también fue un excelente pedagogo; creador de un estilo al que tributaron además una bailarina de la excelencia de Alicia Alonso y un coreógrafo excepcional como Fernando.
En muy merecido reconocimiento a su fecunda trayectoria, en el año 2000 se le otorgan el Premio Nacional de Danza y el Premio Nacional de la Enseñanza Artística, mientras que en 2008 la Asociación Internacional de la Danza le confiere el Premio Benois de la Danse, considerado el Oscar de esa manifestación artística, el cual le fue entregado en el Teatro Bolshói de Moscú.
Este 27 de diciembre Cuba se congratula de que hace 110 años haya nacido en ella Fernando Alonso Rayneri, un hombre cuyo nombre está escrito con letras de oro en la historia de la danza nacional y cuyo ejemplo inspirará por siempre a actuales y futuros bailarines.
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