Hoy se cumplen 40 años del exitoso estreno en el teatro Mella de la puesta en escena de La permuta, por el Grupo Teatro Político Bertolt Brecht, con dirección de Juan Carlos Tabío y Mario Balmaseda, sobre una idea argumental de Titón.
La historia de este guion es bastante peculiar, ya que originalmente fue escrito por Tabío en 1979 para el cine, pero al año siguiente, en que aún no había sido aprobada su producción, el cineasta lo rediseña para las tablas con el título de La permuta, y luego torna a ser un guion cinematográfico y se estrena finalmente el 29 de marzo de 1984.
El estreno de La permuta en el Teatro Mella de la capital, constituyó un suceso y gran éxito de público. Se mantuvo en cartelera por varios meses, y además de un argumento muy bien escrito y pleno de hilaridad, contó, al igual que la cinta, con el protagonismo de la recientemente desaparecida Rosita Fornés que en el escenario brilló como de costumbre y conquistó a los espectadores con los que intercambiaba en el Mella en medio de la puesta.
Titón, tuvo la idea del guion de Se permuta incluso antes de rodar La última cena, y lo concebía como una comedia que, como parte de la trama que refleja los problemas de vivienda de La Habana, se plasmara la permanencia en tiempos de Revolución de rasgos pequeño burgueses, incorporados al personaje de Gloria, la protagonista.
La historia que narra la obra, que es muy ingeniosa, era común en su época y tenía el propósito –muy bien logrado– de entretener; los personajes, cubanos de a pie, aparecían con sus aspiraciones, frustraciones y contradicciones humanas, por lo que el público se sentía identificado con el argumento y la comunicación se establecía fácilmente por el tono costumbrista y la reiteración de un humor agudo que propiciaba la meditación sobre los aspectos ideológicos que se planteaban.
La puesta en escena, que reiteró la aplicación de las técnicas de Bertolt Brecht, sirvió a Tabío para, a partir de las reacciones del público, hacer un rediseño de la obra desde el punto de vista dramatúrgico, logrando así una mayor madurez del guión, y un humor efectivo, que propiciaría una más profunda reflexión en los espectadores cinematográficos.
Como filme, constituye la opera prima de Juan Carlos Tabío (La Habana, 1943), que se había desempeñado hasta ese momento como realizador de cine documental y que tenía en su haber más de una veintena de realizaciones en este género y algunos cortos de ficción, donde ya se vislumbraba el interés marcado del cineasta por utilizar el sentido del humor al desplegar una crítica a la vida cotidiana en el país y las contradicciones sociales.
La película, marcó el retorno de la gran vedette de Cuba a la pantalla grande luego de dos décadas de ausencia y fue también, el debut cinematográfico de la extraordinaria actriz Isabel Santos que hacía pareja con el primer actor Mario Balmaseda, familiarizado con el guion al haber dirigido la puesta teatral.
Se permuta es una de las películas más taquilleras de la historia del cine cubano, y es uno de los clásicos de la filmografía nacional que el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos ha logrado restaurar.
La aplaudida comedia, conquistó el Tercer premio Coral (ex-aequo) en la sexta edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana y el Premio a la mejor actuación femenina (ex-aequo) a Isabel Santos en el Festival Internacional de Cine, Televisión y Vídeo de Río de Janeiro, en Brasil, entre otros lauros.
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