Apenas unas horas antes de la inauguración de su primera exposición personal en Cuba, el prestigioso escultor inglés Tony Cragg sostuvo un encuentro con la prensa en las salas del Edificio de Arte Universal del Museo Nacional de Bellas Artes, donde desde este viernes el público puede apreciar 18 piezas tridimensionales y 10 dibujos de su autoría.
“Cuba ocupa un lugar importante en el mundo. Mucha gente está interesada en su cultura y en su historia”, expresó el artista al explicar la razón por la cual decidió mostrar en La Habana un amplio panorama de su quehacer entre los años 1979 y 2015.
Frente a obras que dan fe del amplio espectro de materiales de que se ha valido para la creación, Cragg se definió como un escultor materialista, para quien todo está compuesto por materia, incluso nuestras emociones e inteligencia.
De acuerdo con su criterio, la humanidad necesita de la materia como una estrategia de sobrevivencia, pues todo cuanto necesitamos está compuesto por ella. Sin embargo, opinó que el modo en que la utilizamos, sobre todo en la industria, es mediocre.
A su entender, la manera tan racional y geométricamente definida con que producimos los bienes resulta muy pobre, repetitiva y de mucha simplicidad desde el punto de vista formal; hecho que motivó abandonara hace algunos años el empleo de materiales reciclados para sus esculturas. La naturaleza, en cambio, es todo lo contrario; afirmó.
Dijo entender la escultura como un proceso mediante el cual puede lograr formas con mayores contenidos y variedad. Una actividad que no es utilitaria y, por tanto, no está regida por la economía geométrica, lo cual la dota de un contenido social mucho más amplio.
Puntualizó Cragg que no se considera un artista conceptual que se detenga a elaborar mucho una idea. Tiene un estudio en la ciudad alemana de Wuppertal, en el que con sus asistentes va desarrollando ideas en la medida en que trabajan el material, principio que considera válido para cualquier tipo de creación.
Acerca de cómo influye el dibujo en el proceso de concepción de sus esculturas, señaló que por lo primero que se interesó en el arte fue por aprender a dibujar. Explicó que, en su caso, surge generalmente un dibujo; en el cual en ocasiones trabaja durante años para después llegar a la escultura.
Finalmente, el artista agradeció al Ludwig Museum de Koblenz, a la Geuer&Geuer Art de Alemania, al Museo Nacional de Bellas Artes y al equipo de asistentes que lo acompañan la posibilidad de exponer su obra en La Habana, hasta el 12 de junio próximo.
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