La legendaria bailarina cubana Alicia Alonso danzó hoy con los pies durante un toque de tambores que le ofrecieron en una calle de La Habana conocida como el Callejón de Hamel.
Desde una silla artesanal, la artista cubana de mayor
relevancia planetaria, con 96 años recién cumplidos, marcó el ritmo de los
tambores con sus pies elegantemente cruzados pero sin dejar de moverlos,
mientras un grupo de bailarines folclóricos interpretaban danzas yorubas.
¿Quién no conoce o ha oído hablar de Alicia Alonso?, cuestionó Salvador
González, el creador del primer mural en la vía pública dedicado a esa cultura
afrocubana.
Esta mujer ha hecho temblar al mundo con su danza, enfatizó el pintor, escultor
y muralista que dio personalidad a todo el callejón con pinturas y esculturas
creadas a partir de objetos reciclados como bañeras, motores, ruedas y pedazos
de maquinarias, entre varios.
La mayoría de las elaboraciones están asociadas a trabajos y ritos afrocubanos
y, para recibir a la Alonso, González construyó una pieza más, una gran llave
de plata guardada dentro de una caja de madera pintada con varios colores y un
gran ojo en el centro de la tapa de cubierta.
Según explicó, el ojo es símbolo de protección en muchas culturas para que las
malas energías se alejen.
Así se entregó por primera vez la Llave del Callejón de Hamel en Cuba y Alonso
recibió además la condición de Hija Ilustre del lugar, reconocido como uno de
los atractivos turísticos de La Habana y escenario de presentaciones artísticas
cada fin de semana.
Los grupos Rumba Morena y Los Ibeyis caracterizaron mediante tambores y danzas
algunas de las deidades de la religión yoruba como Eleguá, Shangó, Osghun,
Obatalá y Oyá, entre otros, con sus atuendos, los colores típicos y los pies
descalzos.
Me han emocionado mucho y me cuesta trabajo hablar porque cuando yo siento algo
lo demuestro con el cuerpo, confesó Alonso, pero ya los presentes se habían
percatado del hecho porque sus pies atraían las miradas, esos pies que la
cubrieron de gloria en escenarios de todo el mundo.
Para despedirse, la actual directora del Ballet Nacional de Cuba deseó a todos
una larga vida, y varias personas en la calle le respondieron con gritos de una
palabra típica de la cultura afrocubana asociada a suerte y energía: Ashé.
Deje un comentario