Un nuevo proyecto de intercambio acerca dos escuelas. La Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro y el CalArts Institute de Los Ángeles han iniciado desde la semana pasada un entendimiento académico que han coincidido en llamar: El Acercamiento.
The Approach se define más que nada como un puente, como un puente que une dos caminos. Caminos largos para cada una de las partes. Caminos por el cual se comienza a transitar y que tienen la certeza de la esperanza. Ambos confluyen en un solo punto. Son caminos que no se separan ni se detienen.
Un proyecto de tal naturaleza, que tiende a unir, siempre es bien recibido. Y en este sentido, El Acercamiento intenta mirar a las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos desde una perspectiva histórica contemporánea, apostando por un futuro desde el arte como vehículo, como lenguaje universal.
Con un programa bastante ambicioso se ha iniciado la primera etapa del proyecto, que incluye talleres, conferencias, encuentros entre profesores y estudiantes, visitas y el intercambio franco y sincero entre los participantes. Y aunque las verdades de Cuba nunca han sido secretas, no es menos cierto que para muchos estadounidenses han permanecido escondidas. Los logros que más nos reconocen —y que son indiscutibles— señalan a la salud, a la educación y al deporte pero casi siempre omiten la cultura; esa gran cultura idiosincrática que tanta influencia ha tenido en el desarrollo de las relaciones internacionales y del posicionamiento mundial de nuestra Isla, al menos, en la historia de los últimos dos cientos años. Cuba comienza a ser vista de otra manera, desde otro punto de vista.
Pero Cuba no está regalando una posición ni menos está cediendo su espacio. Tampoco comparto la idea de que estamos siendo descubiertos. Tal vez sí: destapados, pero por nosotros mismos. Corren nuevos tiempos; se abren nuevas oportunidades. Debemos sentirnos orgullosos de mostrar nuestras riquezas, nuestros valores y nuestras competencias. Un espacio de diálogo mediado por el componente creador que emana del arte.
San Alejandro es también maestra en estas relaciones. Con casi dos siglos a sus espaldas ha visto correr la historia y ganarse un espacio dentro de ella. En sus últimos quince años ha desarrollado numerosos talleres internacionales, proyectos académicos y de intercambio cultural que la convierten en un punto obligado de referencia: ha fraguado una imagen que la identifica mundialmente.
De todas estas aproximaciones y de otras más, se debate y se trabaja en The Approach. El propósito es sencillo: ver cómo evolucionan las piezas a partir del cambio de contexto y cómo cambia también la mirada de los artistas desde la confluencia de experiencias. Por tal motivo, se comparten las relaciones de los más jóvenes con el recuerdo ineludible de los mayores, para así crear un argumento desde el que se pueda realizar una investigación (que después será insertada en un ambiente contextual determinado). Es, en suma, una cita que ha generado un fluir de ideas y de experimentaciones, en la que se vislumbra la influencia de la pedagogía freireana.
Y desde esa teoría constructivista, cada participante ha llevado al espacio escultórico su propuesta, para conformar así una suerte de campo tridimensional donde compartir su mirada. También desde el diseño de carteles realizados por estudiantes de la CalArts a partir de la interpretación de los proyectos desarrollados.
Ha sido una semana de intenso trabajo, con un programa amplio y variado, que ha finalizado con una exposición de los estudiantes en la Fundación Ludwig de Cuba y las conferencias: Acercamiento al proceso gráfico-comunicativo del cartel cubano, por el autor de estas líneas, Polimita versicolor: un ejercicio de creatividad, del profesor Edel Bordón y un conversatorio sobre el último libro del investigador de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos y miembro del National Security Archive, Peter Kornbluh.
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