Algunas personas que leyeron el artículo anterior “La huella digital”, me explicaban que esta frase pudiera confundirse con la referida a la impresión de los dedos, solicitada para los trámites de cualquier documento.

De hecho, esa impresión física de los dedos, sea con tinta o por medios electrónicos, es la marca individual unívoca que nos identifica, ahora aumentada por detecciones de retina o voz, entre otras variantes.

Pero, continuando con los datos que ofrecemos gratuitamente mientras recorremos el mundo de las infocomunicaciones, pudiera hacerse una pregunta, ¿cuántos hemos leído los Términos y Condiciones que aparecen en los sitios web que visitamos? He preguntado a muchas personas y todas responden lo mismo: Yo solo oprimo el botón de ACEPTO.

Les traigo algunas consideraciones que aparecen en esa especie de contrato tácito, según lo expuesto por Google, ese gigante de los llamados servicios gratis.

La filosofía inicial de este buscador, se basa en la frase “Don´t be evil”, algo así como “No seas malo”. Si restara alguna duda sobre lo incongruente de su actuar con respecto al lema, solo tendríamos que consultar las denuncias de Assange y Snowden sobre el uso que se le da a nuestros datos y quiénes eran los receptores reales de toda esa información acumulada.

Asimismo, otro de sus preceptos es que sus resultados no estarán influenciados por idiosincrasias o preferencias de individuos. En este caso les remito a las continuas prohibiciones que se aplican a los cubanos, por el “terrible” delito de navegar desde este lugar del Caribe.

Veamos algunos botones de muestra que surgen al consultar la “Política de privacidad de Google”, con modificación del pasado 25 de febrero de 2015. Puede ser consultada en: http://www.google.com/intl/es/policies/privacy/

1.- Información que nos proporcionas: muchos de nuestros servicios requieren que te registres para obtener una cuenta de Google. En ese caso, te pediremos información personal, como tu nombre, tu dirección de correo electrónico, tu número de teléfono o tu tarjeta de crédito…

Sinceramente, no me imagino el interés que puede tener un sistema de búsqueda para solicitar la tarjeta de crédito.

2.- Información del dispositivo: Recopilamos información específica del dispositivo (como tu modelo de hardware, la versión de tu sistema operativo, identificadores de dispositivo únicos e información de la red móvil, incluido el número de teléfono). Google podrá asociar los  identificadores de tu dispositivo o tu número de teléfono a tu cuenta de Google.

Google recibe el derecho de asociar las cuentas con datos de los equipos que utilizas.

3.- Datos de registro: “(…) obtenemos y almacenamos determinada información…”

Pero esa “determinada” información incluye: información detallada sobre cómo utilizas nuestro servicio (por ejemplo, tus consultas de búsqueda), datos telefónicos como, por ejemplo, tu número de teléfono, el número de la persona que realiza la llamada, los números de desvío, la hora y fecha de las llamadas, la duración de las llamadas, información sobre el enrutamiento de mensajes SMS y tipos de llamadas, la dirección IP, información relativa a tu dispositivo como, por ejemplo, fallos, actividad del sistema, ajustes del hardware, tipo de navegador, idioma del navegador, fecha y hora de tu solicitud y URL de referencia, cookies, que permitirán identificar tu navegador o tu cuenta de Google. Al menos en el Español que conozco, TODO eso va más allá del cándido calificativo de “determinada información”.

4.- Cómo utilizamos los datos recogidos: Utilizamos la información que recopilamos de todos nuestros servicios para proporcionarlos, mantenerlos, protegerlos y mejorarlos, para desarrollar otros nuevos y para proteger a Google y a nuestros usuarios.

Los datos que ofrecemos ellos los proporcionan ¿a quién? Y además, “mejoran” y “protegen” a Google. Dos preguntas: ¿Cómo es posible que otro mejore nuestros datos? ¿Cuáles son las acciones para proteger a Google?

5.- Si tienes una cuenta de Google, podemos mostrar tu nombre de perfil, la foto del perfil y las acciones que realices en Google o en aplicaciones de terceros conectadas a tu cuenta de Google en nuestros servicios, incluida la aparición en anuncios y en otros contextos comerciales.

O sea, que nuestros datos pueden aparecer en anuncios comerciales.

6.- Te pediremos tu consentimiento antes de utilizar tus datos para cualquier fin distinto de los establecidos en la presente Política de privacidad. Google lleva a cabo el tratamiento de los datos personales en sus servidores, que están ubicados en distintos países del mundo. Podremos llevar a cabo el tratamiento de tus datos personales en un servidor que no esté ubicado en tu país de residencia.

Lo que es lo mismo, si los datos personales están ubicados en un país cuyas leyes afectan a lo que cada cual considera privacidad, ya eso se sale de las manos del sistema.

7.- También puedes configurar tu navegador para que bloquee todas las cookies… Sin embargo, debes tener en cuenta que muchos de nuestros servicios, pueden no funcionar correctamente si las cookies no están habilitadas...

Puedes bloquearlas, pero entonces no recibes todos los servicios. ¡Buen negocio!

8.- Proporcionamos información personal a nuestros afiliados o a otras personas o empresas de confianza para que lleven a cabo su procesamiento por parte de Google, siguiendo nuestras instrucciones y de conformidad con nuestra Política.

De acuerdo con SUS instrucciones y SU política, pueden suministrar tus datos a terceros.

9.- Motivos legales: Compartiremos tus datos personales con empresas, organizaciones o personas físicas ajenas a Google, si consideramos de buena fe, que existe una necesidad razonable de acceder a dichos datos o utilizarlos, conservarlos o revelarlos para cumplir cualquier requisito previsto en la legislación o normativa aplicable…

Al final, siempre puede existir un motivo supuestamente legal (la legislación de quién) para utilizar tus datos como ellos deseen o suministrarlos a cualquiera que los solicite.

Como decía en el trabajo anterior sobre “La huella digital”, no es paranoia, es solo una lectura con cierto nivel de detalle sobre lo que estamos aceptando en los Términos de Uso que pueden aparecer en Google o en cualquier otro sitio que brinda servicios en la gran red. Tenemos necesidad de seguir utilizando sus potencialidades, pero… tengamos un mínimo de cuidado sobre lo que estamos ofreciendo, ya que la ingenuidad puede conllevar un costo demasiado alto, pues siempre seremos uno más de los que pagan el alto precio de lo gratis.