Transcurre por estos días el XX Festival Internacional de Teatro de La Habana y la agrupación teatral Teatro Tuyo, llega con la obra Clowncierto, puesta muy gustada por el público.
Recientemente esa compañía, regresó victoriosa de una gira por Argelia, como parte de una embajada cultural que representó a Cuba en el Festival Internacional de Teatro Bejaija, Argel, dedicado en esta ocasión a nuestro país y a los más de 60 años de relaciones entre ambas naciones. Subieron a las tablas con la obra Gris.
En ese terruño africano obtuvieron gran recepción de público a pesar de la barrera idiomática, resultado del trabajo escénico que realizan: el arte del clown – de excelencia extraverbal—, única que lo hace de manera profesional en el país, pasaporte más que válido para que los argelinos lo aplaudieran.
Para que nos hable del difícil arte de clown, mal confundido con el payaso o animador de fiestas cumpleañeras, sus perspectivas en Cuba, futuro y aprehensión de los nuevos artistas, así como su labor de promoción y enseñanza, el Periódico Cubarte se acerca al actor Ernesto Parra, director de esta agrupación.
“Argelia era el reto para nosotros”
- ¿Cómo se les dio esta posibilidad de representar culturalmente a Cuba en este festival?
Las relaciones de Cuba y Argelia datan de más de 60 años en diferentes aristas, la cultura es parte fundamental de ambos países. Se propició este festival, que ya va por su vigésima segunda edición y los organizadores tuvieron a bien dedicarlo a Cuba. Ahí es cuando surge la idea, entre el Ministerio de Cultura de ambos países, de buscar la participación de un grupo cubano.
Las características de nuestra agrupación hacen posible que no tengamos ninguna dificultad con la barrera idiomática. Nuestras obras se comprenden muy fáciles para cualquier público. El Consejo Nacional de las Artes Escénicas es quien nos selecciona para ir a esta cita donde había varios países como Túnez, Marruecos, Egipto, España, Italia, entre otras naciones.
Cuba era el invitado de honor, nos tocó abrir con Gris, una de las obras de nuestro repertorio que ha tenido mayor circulación a nivel internacional en diferentes países. Argelia siempre era el reto, la obra se había llevado a escena en Europa, América, pero, nunca en el Norte de África; lo imaginábamos geográficamente como más distante, en cambio, pudimos constatar una proximidad fabulosa en cuanto a ese hermanamiento histórico que existe entre nuestros pueblos. Eso hizo posible que nos sintiéramos a gusto y que el público acogiera muy bien la obra.
- ¿Se acercaron a las comunidades?
No, no pudimos estar en las comunidades, pero, sí quedó la posibilidad, una vez que el grupo regrese en alguna otra oportunidad, de estar en zonas muy apartadas. En Argelia, comienza ya el Desierto de Sahara y, allí, ellos tienen varias provincias donde hay colaboración médica cubana. La Embajada cubana en Argelia quedó al tanto, una vez que volvamos, llevarnos a estas zonas y nosotros, pues, con gusto, estaremos presentándonos también.
“Formar a muchachos, actores y actrices clowns”
- Usted ha hecho referencia en otros momentos al trabajo pedagógico y la Escuela Nacional de Clown, su ramificación en el país. Profundice un poco más al respecto.
Sucede en la Escuela Nacional de Teatro, es uno de los perfiles que se forman allí. Tiene sede aquí en La Habana, en Zanja y Aramburu, municipio Centro Habana. La Escuela Nacional de Clown busca, justamente, formar a muchachos, actores y actrices clowns, de diferentes provincias del país. Ahora mismo hay estudiantes de Camagüey, Holguín, Granma.
La idea es, una vez graduados, regresen a sus provincias y constituyan compañías en este género, de manera que se vaya diversificando el trabajo del clown a lo largo y ancho de la isla. Ese es el sentido pedagógico, formativo, de la Escuela Nacional de Clown, que no sea sólo Teatro Tuyo la única compañía en el país con esta estética, sino que desde la metodología y la formación académica, darle ese sentido de pluralidad a la especialidad.
- ¿Y la recepción, hay interés en la especialidad?
Primero debo decir que la formación es muy compleja. El clown es la última especialidad que aparece en el mundo de las artes escénicas, surge después que ya existe el circo, mucho después de la actuación y de todas estas especialidades puras. Por ende, su formación académica toma de todas ellas. Dice el maestro Darío Fo que el arte del clown es la de convertir un actor total, porque un actor clown debe dominar todas las demás especialidades. Eso hace que su formación sea rigurosa.
Los estudiantes que acceden a esta carrera saben que se someten a una preparación completa. Estamos satisfechos, ¿por qué?, ahora mismo tenemos siete estudiantes, consagrados, entregados; rondan entre los 18 y 21 años de edad, con un compromiso social importante, con un compromiso formativo fundamental, esencias indispensable para cualquier camino profesional.
Para el año que viene haremos captaciones en otras provincias del país, la idea es esa, llevar el clown a lo largo y ancho de la isla.
- Háblenos de lo social, Teatro Tuyo se destaca por la presencia de esa característica, ese llamamiento a agendar valores humanistas…
Sí, es inherente al clown y al arte en sentido general. El arte no puede ser solo la exposición, en este caso, que el actor, suba a la escena y muestre sus habilidades histriónicas. Creo que eso es solamente un componente estético, técnico; si no va dispuesto a un compromiso social de trasformación de la realidad que lo rodea, del medio en que se produce su obra de arte, carece de sentido.
Teatro Tuyo busca, no solamente potenciar actores entrenados y con elementos técnicos que domine, sino que, en el discurso escénico de sus obras aparezca esa vocación de servicio: transformar la vida y el entorno de las personas.
“Teatro Tuyo… vocación directa a este tipo de trabajo”
- ¿Y desde lo teatral el trabajo de Teatro Tuyo se diferencia de otras compañías que hayan abordado el clown en el escenario?
Sí, realmente no existen en Cuba compañías que se dediquen solamente al trabajo del clown. Hay muchas compañías que, dentro de sus repertorios, han hecho obras de teatro clown. La diferencia que puede marcar lo que hace Teatro Tuyo del resto de los grupos teatrales, es que, hay una vocación directa hacia este trabajo, de este tipo de estética que no se basa solamente en la presentación de obra, sino, en la investigación, la generación de materiales didácticos, libros, literatura, talleres, festivales.
O sea, no somos solamente una compañía que produce espectáculos teatrales desde el clown, sino, es un ente social que genera a partir del clown diferentes acciones pedagógicas, académicas, artísticas, culturales, sociales. Eso nos distingue, Teatro Tuyo posee formación académica, organizamos un festival también bienal, generamos acciones académicas donde compartimos con colegas, profesionales o no, nuestras herramientas profesionales del clown.
Por ahí va la esencia de lo que hacemos, en el sentido poético sabemos que un actor clown parte, justamente de eso, de una investigación, de un entrenamiento, no es solamente buscar el facilismo del chiste, de la risa; eso solamente es un pretexto, un medio para llegar al fin que es buscar la emoción y trasmitir valores positivos en la enseñanza de nuestras obras.
- ¿Se puede afirmar que exista, a nivel de historia, una escuela cubana del clown en cuanto a manera y estética propias arraigadas en nuestro suelo? Tenga en cuenta el auge de ciertos artistas que por ahí pululan haciendo chistes vestidos de payasos con la que animan fiestas de cumpleaños.
Quiero especificar que no podemos confundir la persona que se viste de payaso y anima una fiesta. Tal vez un artista circense que, desde el arte de payaso en la pista de circo ejecuta de manera magistral sus reprises – y hemos tenido en la historia del circo cubano magníficos exponentes del trabajo del payaso en el circo—, pero, eso sólo es una arista en el mundo del clown; la otra, que es la que trabaja Teatro Tuyo desde la dimensión teatral es muy reciente, no solo en Cuba, sino en el mundo.
En 1956, en París, Jacques Lecoq, comienza a llevar la teatralidad al clown con sus estudiantes. O sea, la historia del teatro clown en el mundo es muy reciente, por ende, en Cuba lo es mucho más; no podemos hablar aún de una escuela cubana porque estamos dando esos pasos.
Primero, hay que recuperar, rescatar, esa memoria histórica de grandes exponentes como Roberto Torres, el Payaso Chorizo; Erdwin Fernández y su Trompoloco; alguien muy olvidado por la historia del teatro cubano como es Rafael Padilla, Monsieur Chocolat,, el primer payaso negro que se reconoce en la historia del mundo del clown; o sea, son deudas que todavía le tenemos al universo del clown. Teatro Tuyo está encaminado también a recuperar esa memoria histórica.
Todo esto, por supuesto, apuntará en un futuro a decir que tenemos una escuela cubana de clown.
Foto: Juan Carlos Borjas@2023.
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