Venimos de diferentes países, culturas y religiones, pero nos une la conciencia de que el equilibrio del mundo solo es posible con una nueva visión de este, una visión común que comprenda toda la vida humana, afirmó Monseñor Vincenzo Paglia, presidente de la Academia Pontificia por la Vida, de la Santa Sede, en el Vaticano.

En conferencia magistral ofrecida este martes durante la primera jornada de trabajo de la IV Conferencia Internacional Por el equilibrio del mundo, el representante del Vaticano afirmó que solo en la diversidad y la paz se puede construir. El futuro solo es posible en un mundo multicultural donde prevalezca el diálogo interreligioso y la multiculturalidad.

Monseñor Vincenzo Paglia habló de los desafíos de la vida y del futuro de la comunidad humana. Dijo que en la búsqueda de autonomía el individuo elimina día tras día el recuerdo de sus raíces. Si bien es cierto que estamos más conectados, no por eso somos más fraternos y solidarios, apuntó.

Exhortó Monseñor Vincenzo Paglia a fortalecer los vínculos familiares como una manera de fortalecer los vínculos sociales y adelantó, por otra parte, que se avanza en el proceso de santificar al Padre Félix Varela.

Del mismo modo, expresó que el Papa Francisco convoca a la paz y al diálogo e hizo pública una carta del Santo Padre dirigida a los participantes en la Conferencia, en la que manifiesta su deseo de «que estos días de trabajo y reflexión den frutos de entendimiento y de diálogo en la consecución de una civilización cada vez más fraterna».

En la misiva el Papa destaca la importancia de la reunión en La Habana, en el marco de la conmemoración «de una fecha tan significativa para ese amado país, como es el natalicio de José Martí, y cuyo propósito es aunar voluntades que contribuyan, mediante un diálogo fecundo, a estrechar vínculos de fraternidad entre las naciones».

Francisco afirma que «es fácil constatar cómo los diversos acontecimientos ocurridos en el planeta han contribuido de forma significativa a que se ponga en peligro el equilibrio de la civilización actual».

Por esta razón, añade, los hombres de bien deberían unirse y encontrarse en eventos de esta naturaleza, en un marco de pluralidad, para lograr una auténtica promoción humana. En su carta, el Santo Padre convoca a los participantes en el encuentro a «buscar alternativas eficaces entorno al pensamiento de José Martí, un hombre de Luz, como lo definió San Juan Pablo II, durante su visita a Cuba». Expresa también su deseo de que las enseñanzas de Martí resuenen dentro de nosotros y nos recuerden, con sus palabras, que «todos los árboles de la tierra se concentrarán al cabo en uno, que dará en lo eterno un suavísimo aroma: el árbol del amor, de tan robustas y copiosas ramas, que a su nombre se cobijarán sonrientes y en paz todos los hombres’».