Raúl Valdés y Nelson Ponce ya son figuras habituales en su quehacer del diseño de la campaña del Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano, cita que se celebrará del 1º al 11 de diciembre. Esta vez el proyecto comunicacional lleva por nombre “Cine a lo Grande” y ellos nos cuentan cómo surge la idea.
“Cada vez que hacemos una campaña del Festival de Cine tenemos como premisa darle un vuelco. Llevamos ya 4 años y siempre tratamos de concederle un nuevo aire y mover desde las imágenes al pensamiento. Incluso, por supuesto, alguna de estas iniciativas han sido polémicas; pero también es una intención que las personas se expresen y se manifiesten ante la polisemia de una campaña cultural de este tipo”, asegura el diseñador Nelson Ponce.
Raúl Valdés, más conocido en el medio como Raupa, recuerda aquella pasada campaña en la que destacaba la imagen de una receta médica cuando quedaba muy reciente el referente de la pandemia de Covid-19, a la vez de señalar cómo detrás de toda crítica cabe de igual manera todo tipo de pensamiento. Raupa se sumó al proyecto, acota, por su experiencia anterior en la Muestra de Nuevos Realizadores en Cuba, para luego insertarse en el nicho de la realización audiovisual (spots, animaciones) del Festival de Cine. El proyecto de diseños Nocturnal –conocido por su icónica producción cartelística– también tuvo que ver mucho con estas concepciones comunicacionales iniciales.
“Puede existir también el caso de que hayan tres ideas concretas cuando diseñamos la campaña y la Casa del Festival decide al final. Nosotros aconsejamos un camino, y casi siempre ha coincidido”, esclarece Raúl Valdés.
“Era entonces imperdonable el año pasado no tocar ese tema a pesar de lo triste de la experiencia. El ser humano necesita siempre de la cultura; el consumo de cine también cambió desde los pequeños espacios y esto no se puede olvidar. La experiencia de este año 2022, en consecuencia, es otra por completo. Los trabajos de mesa siempre nos ayudan a perfilar por dónde queremos ir y direccionar nuestras intenciones. Además, esto que se ve como el resultado final representa el producto de un trabajo colectivo donde se colegian varios criterios creativos”, agrega Ponce, quien provenía ya del Festival de Cine Pobre de Jibara.
El lema de la campaña es como la punta del iceberg del diseño de imagen de una cita tan masiva y esperada como esta. No hay dudas de que lo que se busca es motivar a volver a las salas de cine, un espacio social que aún no ha perdido su magia. Estos son creativos que al final del día, con sus metáforas desde el cartel y debido a sus subjetividades y formación, responden a una demanda concreta: la de un público exigente que cada año concurre a un emblemático y colectivo acto de finales de año sin parangón.
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