El Encuentro Dulce María Loynaz: una mujer en su isla, es el título que identifica el número de actividades que el centro que lleva el nombre de la inolvidable escritora cubana y el Centro de Promoción y Desarrollo de la Literatura Hnos. Loynaz, de la provincia de Pinar del Río, rinden homenaje hasta el próximo día diez con motivo del Aniversario 116 de su natalicio.

Dulce María Loynaz, de cerca y de lejos, de la escritora Zaida Capote; El proceso y los contenidos de la Órbita UNION de Dulce María Loynaz, del profesor Enrique Saínz, y el escritor Daniel Díaz Mantilla, al igual que Dulce María y sus hermanos, intervención especial del investigador y ensayista Virgilio López Lemus, entre otras, se incluyen entre las propuestas de análisis de la obra de la Premio Cervantes 1992.

En relación con la colección Órbita UNIÓN de grandes autores cubanos, Díaz Mantilla, su editor, recalcó que desde hacía tiempo dicha publicación se había propuesto la realización de un número dedicado a Dulce María. “Órbita trata de reunir en un solo libro, dijo, distintas facetas de la obra de un autor. En el caso de Dulce María es completamente buena desde el punto de vista literario y una gran diversidad dentro de su poesía, narrativa, epístolas, crónicas de viaje…Una gran calidad en sus textos en cuanto a géneros literarios con un estilo muy personal. Esto exige un trabajo muy rigoroso en cuanto a selección por parte de Órbita UNION. Verdaderamente, un trabajo complejo, difícil”.

Sobre algunos elementos estudiados de la obra de Dulce María, el profesor Saínz afirmó que: “Jardín es una novela de primera categoría. Más allá de comparaciones, de contextos, Jardín es una obra fundamental, y no ya de la cubanía, sino como escritura…La escritura de Dulce María no le caracteriza, tan solo las experiencias bíblicas o de lectura dentro de una tradición literaria española, sino que su ella está totalmente impregnada de una profunda espiritualidad. En ella todo es pasión,  energía creadora, espiritualidad que diría es un capítulo de maravillas para estudiar. Está su tradición bíblica con La muerte de Lázaro, está una tradición espiritualista desde la poesía medieval española. Estoy casi seguro que poseía un conocimiento muy vasto de la tradición hispana (…) En su prosa no existen intentos de asombrar o de modificar la lengua, nos entregó por tanto una prosa unida, muy bien elaborada.

Está educada, formada en un ambiente de pureza idiomática con una necesidad de comunicación regida por la corrección dentro del medio en que vivió. Algo que aparece en sus libros Jardín y Diario de Viajes, al igual que en sus Memorias”.

Con antelación el poeta Edel Morales enfatizó en el interés de efectuar eventos como el actual referido a la vida y la obra de Dulce María Loynaz, de profunda raigambre cubana, con más sistematicidad “al ser una escritora que sigue creciendo en el gusto de los lectores”, y añadió que en las últimas décadas han ido apareciendo un grupo muy importante de mujeres que están marcando una vertiente de observar la literatura a partir de su propio prisma. Dulce María, por tanto, es un antecedente imprescindible al respecto y de relación con las nuevas escritoras que van surgiendo”.

El Encuentro Dulce María Loynaz: una mujer en su isla, se extenderá hasta el lunes diez, luego de la realización de actividades en la capital y en el Centro de Promoción y Desarrollo en la provincia de Pinar del Río, para culminar con la Premiación del Concurso Hnos. Loynaz en horas de la tarde de ese día.