A 206 años de existencia arriba este 12 de enero la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro, segunda institución docente más antigua de cuantas se dedican a la enseñanza de las artes visuales en Hispanoamérica y, en la actualidad, Centro Metodológico Nacional, categoría que avalan no sólo una larga historia, sino también el prestigio ganado en la formación de generaciones y generaciones de artistas cubanos, cuyo oficio es reconocido más allá de nuestras fronteras.

Fundada en el Convento de San Agustín por el Obispo cubano Juan José Díaz de Espada y el director de la Real Sociedad Económica, Alejandro Ramírez, a quien debe el nombre desde 1832, la entonces Escuela Gratuita de Pintura y Dibujo de La Habana tuvo por quince años como primer director a Jean-Baptiste Vermay

En 1856 traslada su sede al inmueble ubicado en la calle Dragones 308, en una etapa en la que estuvo dirigida indistintamente por artistas italianos, franceses y españoles, hasta que en 1878 ocupa este cargo Miguel Melero y González, quien inició una ininterrumpida nómina de directivos nacionales.

Desde el comienzo, reconocidas figuras del arte se formaron en sus aulas, algunos de los cuales han integrado más tarde el claustro de profesores. Asimismo, honran su registro de alumnos importantes personalidades de nuestras historia y cultura, entre ellos José Martí, Fermín Valdés Domínguez, Carlos Baliño, Camilo Cienfuegos, Renée Méndez Capote, Agustín Cárdenas, Rita Longa y Florencio Gelabert, por solo mencionar algunos.

Tras el triunfo de enero de 1959 San Alejandro amplía sus planes de estudio en arte y humanidades, pasando a ocupar en 1962 uno de los edificios que rodean en Marianao el complejo monumental en homenaje a Carlos J. Finlay, popularmente conocido como el Obelisco.

Jóvenes de La Habana, Pinar del Río, Artemisa y Mayabeque, así como del municipio especial Isla de la Juventud integran el grueso de su alumnado, el cual recibe dentro de la carrera las especialidades de pintura, grabado, escultura, gráfica, arte digital, ilustración, cerámica y orfebrería. De igual forma, quedan a su elección personal varios talleres complementarios que les permiten profundizar en determinadas disciplinas.

Parte activa de la vida artística del país, numerosos grupos han nacido en sus predios, entre ellos los denominados Arte Calle y Puré; en tanto ha ido in crescendo su participación en eventos tales como la Bienal de La Habana, por tan solo mencionar el más importante dedicado a las artes visuales en la Mayor de las Antillas.

Con más de dos siglos de incesante labor, la actual Escuela Nacional de Artes Visuales San Alejandro celebra hoy el nuevo aniversario con una exposición que rinde homenaje a ese enriquecedor vínculo entre profesores y estudiantes que ha caracterizado su historia, génesis de tan loables resultados y garantía de un futuro promisorio.