Dentro de la intelectualidad cubana Samuel Feijóo, ocupa un destacado lugar imposible de olvidar. Fue reconocido poeta y narrador, y hasta novelista además de dibujante y pintor. Le llaman el personaje más versátil de la cultura cubana del Siglo XX.
Escribo sobre este intelectual, porque hace pocos días, me percaté que algunos estudiantes no conocen muchos detalles de la vida de este gran cubano.
Es Samuel Feijóo, un hombre de pura cepa, que supo mostrar con las fuerzas de nuestro paisaje, la verdadera savia de nuestra Cultura Nacional.
Cuando pienso en él, no puedo evitar que me lleguen al pensamiento estos versos suyos:
El pan del bobo
Todas las mañanas
os pongo pan
y plátanos
en las ventanas.
Por lo
tanto,
gorrioncitos:
no
escapéis
cuando os llame….
(Samuel: ¿tú eres bobo?
¿No ves que
para ellos
eres un hombre?
Nació Samuel, en San Juan de las Yeras, en 1914.
Con sólo catorce años escribió sus primeras narraciones y poemas. Años después, por 1924, aproximadamente, y trasladada la familia para la Habana, completó sus estudios primarios, estudió inglés y llegó hasta el tercer año de Bachillerato en el Instituto de la Habana.
Cuando Feijóo, arribó a los 70 años de vida, en el año de 1984, Cintio Vitier, preparó una Antología de su poesía en Letras Cubanas y la acompañó de un estupendo prólogo.
En 1914, arribaba a su Centenario el gran Feijóo. Había fallecido en 1992 a la edad de 78 años. . Fue este año justamente, cuando el también destacado poeta y editor Jesús David Curbelo, reedita este libro en Ediciones UNION, y lo toma íntegro de esta edición primaria y hasta mantiene el prólogo del gran Vitier. Bello homenaje de la Unión de Escritores y Artistas al entrañable villaclareño.
Por cierto, es importante que les diga, que llevan el nombre de Samuel Feijóo, en Santa Clara, la Escuela Profesional de Arte y la Casa de Investigaciones muy relacionadas con la Cultura de la provincia .
En la contraportada del libro editado por UNION, se expresa lo siguiente en relación con su poética:
Autor de múltiples registros, (Feijóo), que oscilan de la inmensidad gnoseológica a la elegía, del conversacionalismo a ciertos atisbos de la neovanguardia o del versículo al soneto y del poema en prosa a brevísimas composiciones vecinas del haiku
Quisiera recordar, que a partir del triunfo revolucionario se dedica Feijóo intensamente a su creación, a la edición en la Universidad Central de la Villas, a sus labores en el dibujo y la pintura, viajó, leyó sus versos, pintó lo que quiso, hizo críticas, ensayos, fundó revistas, ejerció el periodismo y fue gran defensor de la Cultura Cubana de todos los tiempos.
Cintio Vitier que admiraba a Feijóo, desde Orígenes, dijo:
Quién tan incansablemente ha andado y hasta tan lejos, por los senderos del bosque real y espiritual, cuando se acerca a su séptima década, la pitagórica, es ya un sabio. Un poeta sabio, un niño sabio, un loco sabio.
Todos los animales
nos morimos.
Lindo monito, linda mariposa,
que no matan, jamás.
Bello chivito, bella vaca,
que no matan, nunca.
¡Oh burrito tranquilo!
Blanco conejo de ojo rosado.
Un niñito agonizando en la fiebre,
bajo las balas.
Así conocemos la tragedia,
el crimen absoluto.
En esa piedra negra
se sienta la Sabiduría.
Tres grandes poemas lo marcan definitivamente: Faz, Bethel e Himno a la alusión del tiempo. La Antología más rigurosa podría incluirlos. Son verdaderas joyas de la literatura.
Era un gran poeta. Como narrador fue muy exitoso, lo que le valiera entre otros, el Premio de Cuento Luis Felipe Rodríguez de la UNEAC, allá por 1975.
Siempre recuerdo en 1964, su novela Juan Quinquín en Pueblo Mocho, que fue llevada al cine años después.
Mucho podríamos escribir de Feijóo y sus estudios sobre el folclor de Cuba, y sus estudios sobre el Negro, y aquellos de la Mitología Cubana y posteriormente la Mitología Americana, que resultan libros fundamentales del mejor conocimiento.
Además, hay que decir, que tiene este escritor una obra ensayística muy importante.
Podríamos hablar de Samuel Feijóo, en la pintura y su tema principal el paisaje de nuestros campos desde 1940. Muchos de sus trabajos fueron expuestos en Cuba y el Mundo, pero me resulta inolvidable en el 2008, cuando el Museo Nacional de Bellas Artes, organizó una gran retrospectiva de su obra visual con alrededor de 52 creaciones maravillosas de las diferentes etapas de su labor pictórica.
Su trabajo editorial y periodístico es otro aspecto de su obra que merece la debida atención y respeto.
Valgan estos recuerdos para no olvidarlo jamás. La Cultura Cubana, le debe mucho a este gran hombre
Siempre lo recordaremos, por la entrega apasionada de su obra artística y literaria y por su amor a la Patria hermosa que lo vio nacer, un hombre que, como él mismo dijo en un verso inolvidable:
Siente el amor volver entre olas salvajes, convulsas y chillando.
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