Los asistentes al salón de actos del Palacio de Torcedores, sede del Museo de los Trabajadores Cubanos, se convirtieron en concurrentes emocionados del documental La semilla en un surco de fuego, de la casa productora Mundo Latino, bajo la dirección de la experimentada documentalista Silvia Diéguez, con muy bien elaborado guión del periodista Orfilio Peláez.
Su exhibición no podía tener mejor lugar, edificación inaugurada el 1º de Mayo de 1925, y que vuelve a manos de los trabajadores en su originalidad, gracias al esfuerzo excepcional de la CTC.
Allí estuvo Villena junto a Mella en el momento de colocación de su primera piedra, el 28 de septiembre de 1924; fue lugar desde donde se dieron muchas batallas contra la dictadura machadista; tuvo aulas la Universidad Popular José Martí, y se velaron los restos del poeta y dirigente obrero y comunista en 1934, tras lo cual, en una impresionante manifestación luctuosa al tiempo que combativa, cuando la multitud que se apropió de las calles, camino del cementerio, entonó por primera vez en Cuba las notas de La Internacional, en versión traducida por el propio Rubén y cuyo texto él enviara desde Moscú a la dirección del PCC unos meses atrás, por intermedio del dirigente obrero y comunista Ramón Nicolau. También Lázaro Peña estableció su oficina en 1947, cuando fue expulsado por la fuerza de la confederación obrera.
Colmaron la sala representantes de diversos sindicatos, maestros y profesores de Historia del Municipio Centro Habana, alumnos y profesores de la Secundaria Básica Rubén Martínez Villena, integrantes del núcleo del Partido de la circunscripción y vecinos de Cayo Hueso, junto a estudiosos y otros interesados en la figura de Rubén.
También estuvieron presentes miembros del Secretariado Nacional de la CTC y de la dirección municipal de Educación; Ernesto Almaguer, sub-director de Mundo Latino, y la Dra. Mildred de la Torre Molina, secretaria de Organización de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba.
Los asistentes pudieron adentrarse en la vida y obra del dirigente revolucionario gracias al excelente recorrido que hicieran, por la vida de Villena, sus autores, técnicos, historiadores y otros especialistas entrevistados, junto a las personas que de manera voluntaria se convirtieron en actrices y actores para perpetuar la vida de Rubén no solo con una originalidad que no faltó a la verdad histórica, sino porque el documental descubre, quizás por primera vez, el extraordinario ser humano que fuera el poeta revolucionario, con lo cual se añade credibilidad, cercanía, conocimiento, comprensión y admiración creciente por la figura de un joven cubano que vivió intensamente todas las dimensiones que le son dadas al hombre, aún con la terrible enfermedad que padeció, a la que se sobrepuso una y otra vez, y que partió de este mundo habiendo completado, en prácticamente todas sus aristas, el ciclo de la vida.
Los asistentes, visiblemente conmovidos, se manifestaron en un aplauso fuerte y prolongado, muestra de homenaje al revolucionario y de reconocimiento a quienes hicieron posible tan excelente material.
En otro momento de la actividad, y a instancias de su directora, varios opinaron acerca del mismo, especialmente en lo relacionado con el abordaje de la figura de Rubén, y la calidad y entrega de quienes por amor y admiración a la figura asumieron el reto de representarlo.
La directora, como parte del diálogo, anunció que al día siguiente, sábado 16, fecha la muerte de Rubén, el documental se pasaría por el Canal Educativo a las 5 de la tarde.
Ante esa información, varios de los asistentes criticaron el hecho de que dicha presentación no se hubiese anunciado y que no apareciera siquiera en la programación de la televisión para ese día. Como si fuera poco, se exhibió a continuación de las clases de Universidad para Todos, y aparentemente, como parte de éstas, lo cual impidió su adecuada divulgación, y por lo tanto, que fuera visto por una mayor cantidad de personas, lo cual dista mucho de lo que corresponde a la estatura de Rubén Martínez Villena y a la calidad del documental, estreno además en la televisión cubana.
Entre las opiniones vertidas, se destacó la expresada por la Dra. Mildred de la Torre Molina, quien muy acertadamente dijo lo siguiente:
“Celebro la presentación del documental en esta sede cuya historia está estrechamente vinculada a la vida de Rubén Martínez Villena. Resulta encomiable la labor del grupo de realización así como la de los especialistas entrevistados. Hay coherencia, belleza estética y, sobre todo, fidelidad a la verdad histórica. Se muestra a un Rubén humano, convincente y, sobre todo, se capta su profunda relación con los tiempos presentes. Su vida emociona creando vívidos pensamientos.
Es de esperar su socialización en todos los ámbitos y sectores del país.
Aquí se ha producido un intercambio de opiniones que va más allá de los merecidos elogios para adentrarse en las complejidades de la opinión pública y de los requerimientos de la cultura histórica actual.
Resulta lamentable la inexistencia de una equilibrada política de socialización de los conocimientos sobre esferas tan sensibles como los aconteceres y las figuras definitorias del movimiento emancipador cubano. Siempre se apuesta por unos en detrimento de otros, o la balanza se inclina hacia un lado o esfera anulándose los espacios a quienes también, por derecho propio, merecen ser parte de los alientos del presente.
¿Por qué esa segregación si la patria es de todos y de cada uno de sus hijos en particular?
¿Quién o quiénes definen los espacios de la gloria y determinan lo que debe o no integrar los saberes?
Esta conmemoración transcurre casi inadvertida, aún cuando se dispone de tan valioso documental. ¿Por qué?
Hay silencios que duelen e indican los rumbos equivocados de visiones que pueden lacerar el presente y futuro de la nación. Estamos en condiciones de rectificar, Rubén así lo reclama”.
Enero es un mes particularmente importante en el acontecer histórico revolucionario cubano, murieron tres de los imprescindibles: Julio Antonio Mella, Rubén Martínez Villena y Jesús Menéndez Larrondo, dos de ellos vilmente asesinados, pero también, en el espectro luminoso de la patria, nació el Héroe Nacional José Martí, y triunfó la Revolución Cubana, colofón magnífico y consecuente de nuestro proceso nacional liberador.
El referido documental, también sin divulgación alguna, se transmitió por Cuba Visión Internacional. Es muy encomiable que en el extranjero se conozca a nuestros luchadores revolucionarios, a nuestros próceres, a nuestros Gigantes…”, que no son pocos. Cabría preguntarse, ¿No necesita nuestro pueblo en general y las jóvenes generaciones en particular, que mayoritariamente no tienen “cajita”, profundizar en el conocimiento del aporte de estas figuras al acontecer revolucionario cubano y a su proceder en el enfrentamiento frontal al imperio norteamericano como el camino indiscutible para la conquista de la independencia de la patria cubana?
¿No debe rendírseles un tributo público que llegue a todos en cada aniversario?
Acaba de suceder algo similar en la fecha del 22 de enero. Por la misma Cuba Visión Internacional se transmitió otro excelente documental, dedicado a Jesús Menéndez, también realizado por Mundo Latino, inaccesible para la mayoría, por la falta de la tecnología necesaria y por el horario diurno, la falta de divulgación y otras razones.
Ese día, la Mesa Redonda conmemoró otro acontecimiento trascendente, el 120 Aniversario de la llegada a Mantua de la Invasión dirigida por Antonio Maceo. Al inicio del programa se dio una noticia sobre un naufragio en las costas griegas, y para despedir el programa, se dedicó atención a la visita de la gimnasta nacionalizada norteamericana Nadia Comaneci. Sólo después de todo eso, la conductora del programa expresó muy brevemente que era 22 de enero, un día también para recordar, por ser la fecha en que fue asesinado el líder azucarero Jesús Menéndez, y terminó el programa.
Pienso, como Mildred, que: “Hay silencios que duelen e indican los rumbos equivocados de visiones que pueden lacerar el presente y futuro de la nación. Estamos en condiciones de rectificar”.
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