A los 75 años de edad arriba este 28 de enero Roberto Fabelo, uno de nuestros más relevantes artistas contemporáneos, cuya obra ha recorrido con innegable acierto el dibujo, la pintura, el grabado, la escultura y las instalaciones.

Con la misma naturalidad de cuanto evoluciona en el tiempo, desde sus inicios como profesional ha ido integrando gradualmente otras manifestaciones de las artes visuales, impelido por la necesidad de encontrar nuevas alternativas que enriquezcan y amplíen sus posibilidades artísticas.

Ese ir incorporando técnicas permite diferenciar etapas en el quehacer de Fabelo, el cual es, por otra parte, de una coherencia tal que hace fácilmente distinguible cada pieza suya.

Apegado a la figuración, alcanza a plasmar en sus obras un mundo onírico, surrealista, en el que abundan cabezas humanas, individuos deformes, híbridos de seres humanos y animales con el que, no obstante, logra abordar problemáticas humanas y sociales.

Cosmos personal que es básicamente deudor de su origen campesino en el camagüeyano Guáimaro y de confesas influencias del realismo mágico de la literatura latinoamericana, así como de maestros del arte como el español Francisco de Goya.

 "Apegado a la figuración, alcanza a plasmar en sus obras un mundo onírico, surrealista…" Foto: Tomada de Fabelo Studio

Graduado de la Escuela Nacional de Arte y del Instituto Superior de Arte, ha ejercido además la docencia en los tres niveles de la enseñanza artística, período que reconoce trascendente en su trayectoria, a partir de la retroalimentación que posibilita el intercambio con los jóvenes.

Numerosísimas son las exposiciones colectivas y personales en las que ha exhibido sus obras, dentro y fuera del país, al igual que las colecciones privadas e institucionales que las atesoran.

Considerable es también la cantidad de reconocimientos de que ha sido objeto, siendo tal vez los más representativos de lo aquí sucintamente reseñado el Premio Nacional de Artes Plásticas que le fue conferido en 2004 y el de Maestro de Juventudes que le otorgó en 2016 la Asociación Hermanos Saíz.

Entre ambos, recibió en 2010 la Distinción Por la Cultura Nacional, el más alto estímulo que entrega el Ministerio del ramo a quienes destacan por sus aportes al patrimonio de la nación, contribuciones por las que de manera particular en este 28 de enero recibe la felicitación de los agradecidos por su valioso, diverso y coherente legado.