En el año 2009 hice una entrevista al Prof. Lic. Ricardo Koon. En aquel momento lo describí como “un investigador acucioso que sueña y trabaja en una biografía que enfoque a Ernest Hemingway como el hombre, sus relaciones familiares, amistosas y humanas, con sus defectos y virtudes… busca al ser humano que fue el dios de bronce de la literatura norteamericana”.
En estos instantes este libro es ya una realidad: El último león. Autobiografía no escrita de Ernest M. Hemingway.
¿Qué libros ha publicado Ricardo Koon, con anterioridad. Podría citar alguno?
He publicado varios libros de poesía y ensayos históricos. Entre estos últimos, Acontecimientos y protagonistas de la historia del Neuquén (Argentina - 1992); Pioneros judíos del desierto (1879 a 1929) (Argentina - 2000); y varias antologías.
¿Qué temas han resultado de interés al Prof. Koon en sus investigaciones y/o publicaciones?
Fundamentalmente todo lo relacionado con la historia y biografías diversas. Historia argentina, historias de vida de inmigrantes, la Guerra Civil Española, la II Guerra Mundial, judíos en la Patagonia argentina, la vida de Ernest Hemingway, entre otros.
El viejo y el mar fue la primera lectura, el primer contacto que tuviste en tu vida con Ernest Hemingway. Sé que tenías apenas seis años. ¿Tanto te impresionó la historia que te ha llevado a la concepción de esta obra, vital para tu vida?
No creo que a mis seis años pudiese entender mucho de la historia del viejo pescador y el pez (era el año 1959). Recuerdo que el libro tenía muchas imágenes y era un cuento con dibujos secuenciales. En la contratapa estaba la foto de Ernest Hemingway. Probablemente en mi infancia habré asociado su rostro con la figura del pescador o de un abuelo. Yo no recuerdo esos detalles. Pero a los pocos años llegué a ver la película sobre ese libro. Protagonizada por el actor Spencer Tracy. Recuerdo nuestro viejo televisor de caja de madera con imágenes en blanco y negro, pasando el filme.
Durante mi juventud, pude leer el libro completo, pero tal vez sin llegar a entender el contenido de la historia. Detalles que pude comprender ya adulto: Sobre la determinación de las personas a lograr unos objetivos, sin importar el esfuerzo que se tenga que hacer para conseguir lo que uno se propone. En este caso, el pescador no se rindió hasta ver realizado su propósito de pescar el gran pez.
Tal vez, por analogía, la historia tuvo que ver con mi propia vida. Me propuse investigar la vida de Hemingway, y no me rendí hasta lograr mi objetivo: rescatarlo como persona, hijo, esposo, padre, tío y abuelo. Por así decirlo, El último león es mi gran pez.
Justo hace seis años te pregunté si no era hora ya de publicar aunque fuera un primer tomo de tu investigación histórica sobre Papa. La respuesta fue que preferías tenerlo todo completo antes de publicarlo. ¿Ya lo consideras completo?
Yo creo que la vida de Ernest Hemingway nunca va a estar completa, siempre surgirá documentación, fotografías y/o información, que en muchos casos se encuentran en distintas instituciones, que acaparan el material. A cargo de personas que, a veces, no tienen ninguna relación con Hemingway, y que son sólo simples administradores. Otras ocasiones, son inaccesibles a los investigadores. Solo podemos acceder a información superficial de uso público, a veces sin un valor añadido, que no aportan casi nada a lo que ya sabemos. Como asimismo archivos clasificados que aún no han visto la luz en forma completa. Por ejemplo: archivos familiares, dossier de la Clínica Mayo, y/o del FBI (desclasificado parcialmente), bitácoras de viajes, registros de pasajeros de hoteles y fotografías, entre otros. Como asimismo documentación que acaparan Instituciones, Fundaciones, Museos y/o Bibliotecas. Esos administradores no entienden que hasta un simple recibo, un cheque, una factura, una dedicatoria, una fotografía, un registro de hotel, etc. sirven para seguir los pasos de Hemingway, ya sea por fechas, lugares y/o nombres de otras personas que lo trataron, como asimismo identificar a distintas personas en fotos. Tema este último, que aún resulta difícil por cuanto ya casi no quedan sobrevivientes que hayan tratado a Hemingway, a excepción de su hijo Patrick, Aarón Hotchner, Valerie Danby-Smith, entre otros.
Recuerdo que aún quedaba mucha información imposible de verificar hoy. ¿Tuvo el Prof. Koon la posibilidad de concretar algunas de esas verificaciones casi imposibles?
Me remito a la respuesta de la pregunta anterior. Contestada ampliamente. Además por razones de distancia y tiempo, resulta difícil ya que la mayor parte de la documentación está en instituciones de otros países. Ello implica desatender nuestra vida personal y laboral para dedicarse a ello, además de costear estadías y viajes, permaneciendo un largo tiempo buscando y/o revisando documentación. A veces inaccesible por cuestiones burocráticas, de idioma, o de no colaboración de las personas a cargo de las mismas.
Lo de burocrático se puede entender razonablemente, ya que apunta a preservar estos documentos; si es que se aplica a cualquier persona, pero debería facilitarse el acceso libre a esta documentación y sin costo, a los investigadores de la vida de Hemingway. Nosotros, seguramente seremos mejores y recelosos guardianes de este preciado tesoro, mucho mejor que unos meros administradores.
A ello debemos sumarle mi limitación auditiva, ya que fui perdiendo la audición a los tres años de edad, lo cual me limitaba mucho cuando se involucraba otros idiomas.
Toda la información que pude reunir fue en base a otros escritos y testimonios orales de personas que conocieron a Hemingway y a los que tuve el privilegio de conocer, entre ellos la actriz Ava Gardner y la bailaora flamenca Pastora Imperio; periodistas como José Luis Castillo-Puche y Fernanda Pivano; el guionista Peter Viertel y su esposa Deborah Kerr; el inolvidable boxeador cubano Kid Tunero; Pablo Córdova (que fue confidente de Ernest en Perú); las familias Ivancich, Kechler, Menocal, Cipriani, Mason, Guggenheim, Villarreal y Steinhart; los pintores Joan Miró y Salvador Dalí; los toreros Antonio Ordóñez y Dominguín; escritores como Rafael Alberti, Robert Graves, Julián Marías y Pablo Neruda. Fernando G. Campoamor, y el inolvidable Capitán Gregorio Fuentes, con quien durante cinco años he compartido muchas charlas de sus vivencias con Hemingway. Sin olvidar también al escritor Horacio Vázquez-Rial, con quien compartimos la lectura de muchos archivos sobre la guerra civil española y a Gherardo Scapinelli, el sobrino de Adriana Ivancich, a quien me une una profunda amistad. Como también tuve oportunidad de tratar con los algunos familiares de Hemingway; su hijo John (Jack), sus nietos Margot y John, sus sobrinos Hilary y Ernest Mainland, y Valerie Danby-Smith; entre otros.
¿De cuántos años de investigación estamos hablando?
Empecé a buscar información desde 1975 cuando viajé a varios países de América y Europa, y que fui ampliando en años sucesivos. Comenzando a escribir formalmente alrededor de 1986. ¡Son casi cuarenta años de mi vida dedicados a Hemingway!
Tú señalabas, en 2009, que “nunca se va a terminar de investigar sobre la vida de Hemingway. Así que voy a cerrar la investigación hasta donde pude ir avanzando en estos 26 años y después se verá”. Dónde logró el autor “cerrar”, por denominarlo de algún modo, esta gigantesca pesquisa.
En realidad, nunca se va a poder cerrar esta investigación. Todos los días va surgiendo nueva información, lo que me llevaba a verificar la información, y en su caso, modificar y/o readaptar mis escritos, con los consiguientes cambios en el libro, la paginación, la ubicación de las fotos, etc. Lo cual implica cambios importantes que retrasaban la edición del libro. Y esta tendencia va a continuar a medida que se permita la reapertura y revisión de nuevos archivos.
Por otra parte conversábamos, en aquella oportunidad acerca de que “no es cuándo va a salir sino es más bien una cuestión económica…” Señalabas que no eras un escritor conocido por lo que “los escritores estamos obligados a poner de nuestro bolsillo para poder publicar un libro”. ¿Se ha comportado así esta edición?
Efectivamente, además de la cuestión económica. Un editor, naturalmente, busca su propio beneficio económico y al momento de contactarlos, sus propios redactores literarios como los llaman, hacen revisiones y cortes que literalmente mutilan el libro, reduciendo la cantidad de páginas y textos para adecuarlo a su propio costo, con papel económico, y comercializarlo. Prácticamente el libro queda mutilado y sin un contenido importante.
Los editores argentinos, literalmente, no tienen interés en editar un libro biográfico sobre Hemingway. Menos si tiene más de mil páginas y el autor del libro no es una figura reconocida.
Rebelándome a que mutilen mi libro. Con mucho esfuerzo personal y económico, me decidí a costear esta obra en una edición limitada y de mi propio bolsillo. Lo cual fue una satisfacción personal para mí. Y seguramente para muchos hemingwayanos que, espero disfrutarán su lectura.
¿Crees que tu obra hará al lector argentino más partidario de Hemingway, al lograrse una mayor difusión?
Creo que los lectores argentinos interesados en la vida de Hemingway podrían aumentar, si El último león llegase a todo el público de habla hispana en forma masiva. Es una forma de que se conozca más sobre él, en un idioma que tiene más adeptos que el inglés. A partir de allí, es más seguro que el público empiece a pedir las obras que Hemingway escribió.
Las generaciones actuales no saben casi nada sobre él, a excepción de aquellos que sólo encuentran algunas de sus obras en librerías, como El viejo y el mar; Adiós a las armas ó Por quién doblan las campanas. Las demás obras prácticamente no se consiguen en Argentina. A excepción de las que poseo en mi biblioteca personal. Pero solo las adquieren como lectura, sin saber casi nada del autor. Y las profesoras de Literatura de Escuelas y Universidades de habla hispana, tampoco proponen la lectura de sus cuentos y libros a sus alumnos. Y debería ser importante que lo hagan, pues Hemingway fue, en su época, uno de los mejores narradores de todos los tiempos. Y aún sigue vigente.
Los que sí recuerdan a Hemingway son aquellos de mi generación, los de las décadas del cincuenta y sesenta. Aquellos que disfrutaron los filmes sobre sus obras y recuerdan también a actores como Ingrid Bergman, a Marlene Dietrich, a Ava Gardner, Laureen Bacall, Humphrey Bogart, John Huston, y otros, que también fueron amigos de Hemingway.
También espero que mis amigos, mi familia y mis seis hijos puedan leer esta obra, y comprender el porqué de mi entusiasmo por Papa Hemingway, que prácticamente, formó parte de sus vidas desde que nacieron.
Los días 1º y el 2 de mayo de este año, tendrá lugar la presentación de El último león. Tu libro, en la Feria Internacional del Libro en el stand de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores), en Buenos Aires. ¿Qué espera Ricardo de este acontecimiento?
Espero que el libro esté al alcance del público argentino y latinoamericano, que visitarán la feria. Habrá también editores de España, Chile, Colombia, México, Cuba, y muchos otros países. Y también estarán presentes funcionarios de la Embajada de Cuba en Argentina.
Si alguno de ellos se interesa en multiplicar esta obra, para que el legado sobre la vida y obra de Ernest Hemingway se mantenga vivo, me doy por satisfecho.
¿Han mostrado interés editoras de otros países por el título?
Hubo importantes editores italianos interesados, pero además de la traducción a ese idioma, está la dificultad de que los redactores literarios mutilasen la obra y dado mi desconocimiento del idioma, me sería imposible chequear que mi libro sea literalmente traducido. ¡Ni siquiera yo sería capaz de revisar las pruebas de galeras de mi propio libro en otro idioma! Por otro lado, la persona que realizase la traducción, debería tener amplios conocimientos sobre Hemingway y tener, por así decirlo, un espíritu hemingwayano. De lo contrario sería un libro aburrido. Lo mismo sucede con el inglés. La comprensión cultural e idiomática en otros idiomas, no es igual que en español. Por esto me decidí a realizar esta obra en español, ya que casi todo lo que hay sobre la vida de Hemingway, está en otros idiomas, mayormente en inglés, luego en italiano, francés y ruso.
Quisiera abordaras el estilo en el que has escrito esta obra monumental porque cuenta con 1 044 páginas. Es una biografía, una investigación. ¿En qué género ubica Ricardo Koon su obra?
Es una autobiografía de estilo muy personalizado. Tuve que ponerme en la piel de Ernest Hemingway, por así decirlo. Ubicaría mi libro como un ensayo, por especificar un género.
Tengo entendido que participarás en el próximo Coloquio Internacional Hemingway que tendrá lugar en La Habana del 18 al 21 de junio. ¿Alguna ponencia en especial?
Realmente es un placer participar en la nueva edición de este evento al que fui invitado en varias ocasiones, el cual disfruto, compartiendo con otros colegas de todo el mundo, sobre la vida y obra de Hemingway. Y es un ambiente en cual me siento muy cómodo. Ya que todos hablamos el mismo idioma hemingwayano, por así decirlo.
De este evento, realizado en años anteriores, han surgido amistades con colegas cubanos y de otros países, que realmente han sido un bálsamo para mí, ya que todos podían comprender el por qué y cómo de mi interés por Papa Hemingway. Lo cual no sucede en Argentina.
En los Coloquios anteriores, ya se ha hablado mucho (y poco) de distintos temas sobre la vida y obra de Hemingway. Si bien surgen nuevas propuestas de temas, a veces las mismas no llegan a ser consistentes, otras son redundantes o reiterativas. Y muchos se autotitulan especialistas en Hemingway, solo por el hecho de presentar un trabajo sobre determinado tópico. El trabajo sobre un tema, no hace al especialista. Lleva toda una vida y años aprender sobre Papa Hemingway.
De mis experiencias puedo aportar algo más sobre algunos temas y/o personas, pero ello requiere de tiempos de conferencia que son difíciles de exponer durante el Coloquio, ya que son varios los conferencistas y los tiempos están acotados.
Muchos lectores e investigadores han leído y aportado sus experiencias sobre Hemingway, pero muy pocos llegan a conocer los rostros de casi toda la gente que ha formado parte (familiares, amigos, inspiradores, conocidos, etc.) directa o indirectamente, de la vida del escritor.
Así que esta vez me limitaré a mostrar esos rostros en imágenes a través de mi presentación: Mil rostros en la vida de Papa Hemingway. Considero que una imagen vale por mil palabras.
También, gracias a la gentileza de las autoridades de este Coloquio y de la Directora del Museo Finca Vigía; Lic. Ada Rosa Alfonso. Podré realizar la presentación de mi libro, El último león, prologado por Guido Guerrera y precisamente por Ud. (Gladys Rodríguez Ferrero), acompañado de esta última como presentadora y de Raúl Villarreal, hijo de René. Quien fuera el mayordomo de Hemingway, y autor del óleo de Hemingway, que ilustra la tapa del mismo.
¿Qué actividades tienes planificadas durante tu estancia en La Habana?
Me resulta siempre, un poco triste regresar a La Habana, Finca Vigía y Cojímar y ver que muchos ya no están… se fue Campoamor, se fue Gregorio, se fueron los hermanos Herrera, se fueron los Ivancich, se fue René Villarreal, se fueron muchos…. Si bien, los lugares quedaron, y otros aún permanecen. Las ausencias aún se sienten. Y agradezco a mis amigos cubanos por mantener vivos estos lugares y recuerdos.
Por supuesto regresar a Finca Vigía y San Francisco de Paula es siempre lo más agradable, ya que es un excelente y hermoso lugar, que se ha logrado mantener intacto gracias a la voluntad y esfuerzo de las autoridades, de sus directores y del pueblo cubano.
Además de mi participación en el Coloquio, tal vez pueda aportar alguna conferencia extra fuera del mismo en alguna institución o Universidad.
También me gustaría se considerara la posibilidad de poder entregar personalmente ejemplares de mi libro a los compañeros Fidel y Raúl Castro Ruz, considerando que Fidel también es un admirador de la obra de Ernest Hemingway.
Bueno ya lo que Ricardo denominaba como “la obra de la vida” está impresa, acabadita de salir de la imprenta, esperando por los lectores… ¿qué se propone a partir de ahora escribir el investigador insaciable que eres?
Como decía Papa Hemingway, los tiempos entre libros, son tiempos muertos, el vacío, la nada… seguramente iré al Floridita, me tomaré un daiquirí Papa Special y junto a la estatua de Ernest, este me susurrará al oído:
“La cosa más espantosa, es una hoja de papel en blanco.”
“Ahora no es momento de pensar en lo que no tienes. Piensa en lo que puedes hacer con lo que hay.”
“Para un auténtico escritor, cada libro debería ser un nuevo comienzo en el que él intenta algo que está más allá de su alcance.”
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