Luego de aplaudidas actuaciones en varias locaciones de esta capital, Reynier Mariño y su grupo volvieron a presentarse aquí en la noche de ayer, esta vez en el Centro Cultural Fresa y Chocolate de Artex.
Este espectáculo estuvo precedido también de exitosos conciertos en Bayamo y Santiago de Cuba; “es un honor para nosotros presentarnos aquí en Fresa y Chocolate”, expresó Mariño al dirigirse al público, al que agradeció su asistencia “en una noche fría de miércoles”, y comentó que están intentando establecer una noche de flamenco en ese acogedor espacio.
Bajo, guitarra, flauta, cajón y percusión acompañan al músico, al igual que el joven cantaor de flamenco El Chema y Olivia Valdés, bailarina solista.
Juntos interpretaron alrededor de diez piezas de un variado repertorio que viajó desde la antológica Entre dos aguas, de Paco de Lucía, hasta Lágrimas negras, del cubano Miguel Matamoros , pasando por la muy versionada Hojas muertas, del binomio Jacques Prévert-Joseph Kosma , un tango flamenco, una sevillana, una bolería bailada y la monumental Veinte años, de esa otra cubana inolvidable que es María Teresa Vera.
Mariño, a modo de pequeño homenaje al maestro Paco de Lucía, fallecido el pasado 25 de febrero, agradeció todo lo que éste hizo por la música “y lo que hizo por mí”, aseguró.
Anunció Mariño que hoy se presentarán en Fábrica de Arte a las 10 de la noche, el domingo en el Jazz Café, el miércoles 10 de diciembre de nuevo en Fresa y Chocolate y que el 27 ofrecerán un concierto en la sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba.
A estos futuros conciertos les vaticinamos el éxito que han conquistado las recientes presentaciones de estos músicos; por solo citar un ejemplo, los santiagueros llenaron el Heredia (2500 espectadores), para disfrutar del buen flamenco que hacen estos cubanos.
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