Hace poco le mencionaba el nombre de Valera a varias amistades y enseguida le identificaron por la singularidad de sus obras gráficas más afines con la visualidad pictórica, una figuración que, desde luego, para muchos resulta atrayente. Sin embargo, más allá de la seducción que pueda provocar, su quehacer no está desvinculado de un afán por vindicar el pensamiento a través de la caricatura.
Esta entrevista a Reinaldo Hernández Valera se realizó poco antes de inaugurarse la exposición Humor en Fase 3 propuesta por Ares y comisariada por Lisset Alonso Compte en el reconocido Centro de Arte Contemporáneo Wifredo, desde donde se organiza la Bienal de La Habana e institución donde se han exhibido importantísimas exhibiciones, ya históricas por su preeminencia en el campo de las artes visuales en Cuba.
Se observa una densidad reflexiva en las obras seleccionadas en la exposición. ¿Se trata de una intención expresa para ustedes los humoristas gráficos?
En general la tendencia es hacer un humor conceptual que no es para reír a carcajadas, sino para hacer pensar y enviar un mensaje.
Según mi concepto, el humor tiene un peso en la comunicación y una utilidad enorme para transmitir ideas. Aquí hemos perdido un poco o bastante el empleo del humor editorial, porque muchos quizá no le dan importancia al título de un editorial, pero debería tomarse en consideración que el poder de síntesis del humor gráfico es extraordinario, orienta al lector de qué trata el contenido del artículo y te impulsa a leer los textos.
Ciertamente este es un tema que hemos reflejado desde la crítica, incluso desde aquí desde el Periódico Cubarte, en que hemos resaltado la importancia de la ilustración gráfica que merece una atención por su relevancia, no solo en los ámbitos de la comunicación y el arte, sino por su protagonismo real en la escena contemporánea mundial. Hoy este grupo de ocho artistas exhibe sus obras en un espacio privilegiado, incluso pese a estar todavía en tiempos de pandemia.
Me ha alegrado mucho el exponer aquí, en el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam, porque para nada es un arte menor lo que hacemos, en verdad, es muy difícil hacer humor gráfico. Se trata de hacer un dibujo contundente y al mismo tiempo acorde con una idea. También implica buscar el absurdo. Hay caricaturas que son solo para provocar la carcajada, mas otras son para incitar a la reflexión. A mí me gusta, en específico, esta última.
El humorista tiene que estar muy documentado, de lo contrario, no puede serlo. Incluso, porque no somos una enciclopedia, y si tienes una idea, para completarla hay que buscar información y estudiar.
En ese sentido nuestro trabajo es muy interesante. A mí me fascina. Yo, por ejemplo, hago muchos bocetos, me inclino mucho hacia el quehacer plástico, por eso no tiendo a trabajar en murales, sino en bocetos con objeto de crear las obras.
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