Del 15 al 17 de diciembre de 2014 el Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello será sede del Taller Fracturas y continuidades en el arte moderno cubano: La Exposición Antibienal de La Habana, organizado por su cátedra homónima, en homenaje al centenario del destacado intelectual cubano Julio Girona.

El propósito del taller es construir el itinerario razonado recorrido por el abstraccionismo en el arte cubano hasta la actualidad —y razonado a partir de ideas, acciones, exclusiones, inclusiones y acontecimientos claves, artistas, obras, que han sustentado la existencia de esta tendencia estética al interior del arte nacional desde entonces.

En la primera jornada la destacada intelectual cubana Graziella Pogolotti dictará la conferencia magistral La Antibienal: Un testimonio personal, para luego dar paso a dos mesas redondas: La Antibienal: coyuntura y realidad de un fenómeno cultural, y Julio Girona, pintor de Cuba, homenaje al Centenario del Premio Nacional de Artes Plásticas.

El segundo día, el programa contiene tres mesas redondas: La experiencia abstraccionista cubana, La dimensión latinoamericana y caribeña e Impacto de la Revolución en la abstracción.

En la última jornada se analizarán temáticas como Curadores, críticos, difusión y ¿mercado para la abstracción…? y La abstracción cubana en el siglo XXI, una conferencia de clausura a cargo de la investigadora y escritora Adelaida de Juan.

La Exposición de arte cubano contemporáneo, conocida como Salón Antibienal o Contrabienal, fue protagonizada por artistas e intelectuales de Cuba contra la proyectada II Bienal de Arte Hispanoamericano (Museo Nacional de Bellas Artes, 1954) coauspiciada por el Instituto Nacional de Cultura de Cuba y el franquista Instituto de Cultura español. Esa muestra fue interpretada por los cubanos como una “ofensa al espíritu del Apóstol José Martí”.

El acontecimiento, que se concretó el 28 de enero de 1954 y se integró al Primer Festival Universitario de Arte, en el mes de junio, fue de inmediato calorizado por otros sectores sociales, y clasificado entonces en la revista Bohemia por el intelectual Ángel Augier como “uno de los sucesos artísticos más importantes de los últimos años en nuestro país”.