Desde hace varios años, la Facultad de Arte Teatral del ISA no cumple su función docente debido al deterioro del inmueble que imposibilitó los estudios en sus aulas. Por suerte, esa realidad cambiará con el proyecto de rehabilitación ¡Que no baje el telón!, financiado por la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS), actualmente en fase de ejecución.

Desde sus inicios, la facultad ha sido pensada para el estudio de las artes escénicas en sus más variadas expresiones. Hablamos de espacios creados, de manera exclusiva, para el hecho teatral en sí mismo, la investigación y la puesta en escena. La visualidad y la materialización de una obra arquitectónica de semejante dimensión fue posible gracias al exquisito trabajo de los arquitectos italianos Roberto Gottardi, Vittorio Garatti y el cubano Ricardo Porro.

Los edificios del ISA se concibieron desde lo sublime de la arquitectura como disciplina. En lo referente a la facultad de arte teatral, su composición presenta un diseño donde es fácil perderse y, a la vez, encontrar la maravilla en cada espacio, en la anatomía de las cúpulas y en su construcción de principio a fin. Un sitio digno de contemplación y de obligatoria visita por su monumentalidad.

“En este proyecto se junta todo lo que es la recuperación del edificio y el apoyo a un sector tan importante como es el teatro y el espectáculo, así como la creatividad”, reconoció el embajador de Italia en Cuba, el excelentísimo señor Roberto Vellano, en entrevista con Cubarte durante el II Fórum de Cooperación Cultural 2022, realizado los días 13 y 14 de abril en La Habana.

“La cooperación entre Italia y Cuba —asegura Vellano— tiene dos ejes importantes, que históricamente han sido los más relevantes: la cultura y el patrimonio, por un lado, y el sector agrícola y alimentario por el otro.

“Dentro de este primer sector de programas hay una cooperación muy estrecha con la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH) y también con otras ciudades patrimoniales para la revalorización del patrimonio”, precisa.

La AICS interviene junto con otras organizaciones en la remodelación del antiguo Convento de Santa Clara, ubicado en la OHCH, que se convertirá en el Centro de Formación Académica en Artes y Oficios de la Restauración y la Conservación del Patrimonio de Cuba, el Caribe y las Antillas.

Se trata de un anhelo del doctor Eusebio Leal Spengler, quien pensó en un sitio con el espíritu y la filosofía del Renacimiento, donde los estudiantes aprendan disímiles enseñanzas para su formación íntegra como ser social y humano.

“Es una pequeña ciudad del siglo XVII que ha quedado encerrada dentro de estos muros (…) Lo que se ha obtenido de arqueología aquí es espectacular, porque como no había un servicio de higiene pública se quemaban las cosas, pero la cerámica mayólica y otros objetos que no perecen con el fuego los hemos encontrado y explican un poco gráficamente la historia del monasterio”, afirmó el eximio historiador en 2019, durante una visita al antiguo templo.

Para el embajador Roberto Vellano, “el proyecto de Santa Clara es uno de los más ambiciosos en estos momentos”.

De igual manera, con respecto a la cooperación italiana ofrecida a Cuba en el ámbito agrario, declaró: “En la agricultura existen proyectos en diferentes zonas del país. Tenemos programas de apoyo a los gobiernos locales para desarrollar sectores específicos y ayudar en el encadenamiento de valor hasta que llegue a los mercados.

“Los sectores principales son las frutas, el café y los productos hortícolas, sobre todo en La Habana. A eso hay que añadir un componente en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Plataforma Articulada para el Desarrollo Integral Territorial (PADIT), que también tiene un componente agroalimentario importante”, especificó el embajador.

Con la ejecución de los diferentes programas sociales, Cuba busca potenciar las capacidades artísticas, económicas, además de contribuir al desarrollo humano y profesional.