Del 28 al 30 de junio el Palacio de las Convenciones de la capital acogerá el IX Congreso de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), espacio propicio para fortalecer el diálogo entre los creadores, las instituciones culturales y la sociedad.
Horas antes de que comience la cita nacional de la intelectualidad cubana, bajo el lema “Sin cultura no hay libertad posible”, La Jiribilla conversa con Lesbia Vent Dumois, presidenta de la Asociación de Artistas de la Plástica.
¿Cómo valora el proceso orgánico realizado en este IX Congreso de la Uneac?
Cómo realizar el proceso del Congreso era una batalla que veníamos pensando desde que iniciamos su organización. Queríamos tener representantes de cada una de las 47 secciones, de cada una de las filiales, y para ello teníamos que comenzar por cambiar el sistema.
En procesos anteriores se hacían reuniones gigantescas donde estaban los miembros de cada asociación (Música, Artes plásticas, Realizadores, Artes escénicas y Escritores). Por ejemplo, los de Artes plásticas teníamos que ir a algún cine porque participaban mil y pico de artistas. Sin embargo, es muy diferente cuando tú elijes a tus representantes dentro de la propia sección, que se conocen, que tienen la misma práctica, y sabes quienes pueden defender mejor tus intereses hasta la más alta esfera. En ese sentido hemos ganado.
Artes Plásticas específicamente tiene seis secciones: diseño gráfico, pintura, arquitectura, patrimonio, grabado y fotografía. Cada una de ellas hizo su reunión y no solo eligieron a los delegados al Congreso, también hicieron las propuestas para integrar el Consejo Nacional de la sección.
¿Cuáles son sus aspiraciones para este Congreso?
Mis expectativas van más allá de mi sección, porque presido una comisión que, para mí, transversaliza a las demás, que es la de creación artística y relación con las instituciones. Se supone que debatiremos en qué momento está la creación, cuál es el concepto de creación que tenemos, qué relación tiene lo que se hace en la práctica artística con las instituciones afines y las que no son afines. Es una comisión que puede dar trigo para las demás.
¿Qué otros aspectos se debatirían en esta comisión?
El abordaje de esta comisión no debe de ser tan estético como ético. Por otra parte, tenemos que saber qué está pasando con la creación artística, partiendo de ideas que sean renovadoras y que estén, en principio, de acuerdo con lo que el país necesita. Evitar sobre todo el intrusismo profesional, y tener en las instituciones representantes que puedan mantener un diálogo con los creadores, que sean los propios creadores los que integren las asociaciones y los que ayuden a las organizaciones a que se mantenga un espíritu más creativo.
¿Considera que es el Congreso de la Uneac el espacio idóneo para canalizar las inquietudes de los intelectuales cubanos?
¡Más que las de los intelectuales cubanos! Siempre los congresos de la Uneac han tenido como principio no abandonar los temas que tienen que ver con la sociedad. Somos personas que vivimos también en esta sociedad y debatimos sus problemas. Si piensas para qué sirve la obra que estamos haciendo, qué se hace con esa obra, de dónde salen los recursos para hacerla, qué posición tienen los creadores ante otros problemas de Cuba, estás hablando también de la sociedad y de los problemas del país.
En la Asociación de Artes Plásticas, ¿cuántos acuerdos quedan por cumplir del Congreso anterior?
Del VIII Congreso teníamos 28 acuerdos que no eran específicos de la Uneac, sino que se habían tomado también en coordinación con el Ministerio de Cultura. Cuando hicimos el último Consejo Nacional nos quedaban diez acuerdos que no eran muy trascendentes, porque eran operativos. Por ejemplo, no se habían hecho las reuniones de chequeo de los acuerdos en algunas de las filiales provinciales. De los acuerdos más fuertes, los referidos a la creación, creo que necesitan de la crítica, de los investigadores para saber en qué momento está la creación en el país.
Como intelectual y miembro de la Uneac, ¿cuál cree que sea la principal preocupación que hoy tienen los artistas y escritores cubanos?
La raíz, la ética y estar con los pies puestos en esta tierra, en la defensa de esta tierra.
¿Cuál sería la estrategia poscongreso?
Lo primero sería comenzar a navegar con las nuevas estrategias de cada sección; dar la mayor libertad posible en la creación de los futuros planes y tomar lo que se plantee en el Congreso como nuevas iniciativas. Después, con todo eso, hacer un plan general de las asociaciones, un plan más vivo, donde estén los artistas y escritores que sufren las medidas y las padecen.
¿Cuál es el mayor reto que tiene la Uneac hoy?
Que siga siendo una organización que pueda representar a Cuba en cualesquiera de los aspectos que el país necesite. Que la Uneac esté a la altura de la cultura cubana.
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