"Privilegiados del tiempo"


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No sucedió hecho, por pequeño que fuera, donde estuviera Fidel, que no hubiera una cámara o un micrófono empuñado por uno de nuestros combatientes de las imágenes y la palabra, donde no se hiciera  presente para ampliar la orientación,  el consejo, el concepto justo y el patriotismo que emanaba de su accionar, junto a la independencia, la soberanía y la libertad de los pueblos del mundo.

 Justo por esta relación perenne, necesaria e indestructible del comandante con la prensa cubana nace este volumen donde una representación de los periodistas cubanos bordan un Homenaje al líder histórico de la Revolución cubana, reconociéndose,  por tal vínculo, privilegiados del tiempo.

El libro "Privilegiados del tiempo", presentado en la sala polivalente del Centro Fidel Castro Ruz,  como parte de las acciones que conmemoran, en el mes de agosto,  el 98 aniversario del natalicio de Fidel se erige como un modesto y sencillo tributo de la Radio y la Televisión cubanas al comandante.

En él se recogen anécdotas y conversaciones, en los más íntimos y públicos encuentros, que se sostuvieron con el líder de la Revolución cubana.

Más de cien fotos acompañan esta edición donde periodistas y técnicos cubanos, con inmensa satisfacción, le dan paso a los recuerdos de los momentos en los que estuvieron junto al comandante en jefe en sus múltiples actividades dentro y fuera del país, en el incesante andar construyendo una nueva Cuba, la Patria amada, y la representación de esta en innumerables eventos de importancia regional y mundial.

Durante la presentación, a cargo de Ovidio Cabrera, periodista y asesor de la Televisión Cubana e Irma Cáceres, destacada periodista, se cronicaron detalles fundamentales de la realización del título que en menos de dos meses, archiva para siempre la sonoridad de las voces y el rodar de las imágenes, pero sobre todo, la satisfacción del deber cumplido, a través de historias que calan profundo en los hombres y mujeres sobre Fidel.

A modo de prólogo, Tubal Páez Hernández, político y periodista cubano, quien fuera Presidente Nacional de la Unión de Periodistas de Cuba, recorre la entrañable relación, que desde sus inicios en la lucha política, sostuvo Fidel con los periodistas cubanos, las cuales se fueron fomentando desde el valor estratégico que el comandante confirió siempre a los medios de comunicación, para despertar a una opinión pública asfixiada en la mentira, la demagogia, la corrupción gubernamental y el entreguismo a los intereses económicos y estratégicos del imperialismo yanqui. Se posiciona, además el pensamiento vigoroso, argumentado y valiente expuesto por Fidel desde su etapa de dirigente estudiantil en la Carrera de Derecho de la Universidad de la Habana y su convocatoria para atraer cada vez más  jóvenes de su generación y a luchadores de etapas anteriores,  al tiempo que llamaba a los medios que no podían obviar sus denuncias y acciones.

Como ejemplo del trabajo incansable de Fidel y la prensa, Páez ejemplifica cómo ha sido esta relación que nace desde los primeros atisbos de la lucha revolucionaria. Entre ellos, cuenta cómo, cuando estaba Fidel detenido en el vivac de la capital oriental, no dudó en exponer a Carlos Selva Yera, reportero de la Radio local, grabadora en mano, los motivos de las acciones de aquellos jóvenes de la Generación del Centenario. Al conocer los militares que la voz de Fidel había salido al aire, primero obligaron a reducir el tiempo de la versión y después secuestraron la cinta y la hicieron desaparecer definitivamente. Otra de las experiencias de Fidel con la Prensa cubana fue durante la prisión y la excarcelación de los moncadistas, la organización del Movimiento 26 de julio, el exilio en México,  la preparación de la expedición del yate Granma, incluidos encuentros en Estados Unidos para explicar y unir a los cubanos allá. Fidel Castro, fue estrechando vínculos con los medios de prensa, los periodistas y directores o propietarios que daban espacio a las opiniones y noticias sobre el líder y la insurrección.

Luego, la guerra en las montañas y su reflejo en Radio Rebelde. Así se fue intensificando la política de acercamiento a la prensa nacional y extranjera hasta el triunfo de la Revolución en 1959, durante la Caravana de la Libertad, la entrada a La Habana el 8 de enero y la visita a Venezuela  ese año.

En las páginas que integran este volumen, que cumple el compromiso ineludible de exponer experiencias personales,  algunas verdaderamente conmovedoras, cuyo valor testimonial aumentan con el paso del tiempo,  y destacan la personalidad humana y política del comandante, están las firmas de destacados periodistas cubanos como Bárbara Betancourt Abre, con " El Fidel que siempre recuerdo"; Estela y Ernesto Bravo con " Recuerdos de Fidel Castro "; Ovidio Cabrera García con " Fidel,  libre como el viento,  independiente y soberano”; Irma Cáceres  Pérez con " Al encuentro con Fidel" ; Mario Raúl Chao Mesa con " Testimonio sobre Fidel "; Bárbara Doval Martin  con " Las imágenes te ayudan a revivir instantes "; Milton Díaz Cánter con " Conservar la memoria histórica "; y Fabiola López Albisú con "Nunca lo había visto en persona" . Estos periodistas y anécdotas por solo citar una representación de los tantos autores que conforman este libro.

Durante el encuentro que acogió el lanzamiento de esta edición se hizo extensiva, por parte del público presente la necesidad de que la concepción de la idea del libro y la coordinación para la realización de esta obra, donde se incluyen sus historias puede convertirse en un instrumento de gran enseñanza para las nuevas generaciones que podrán apreciar las extraordinarias cualidades humanas de Fidel.

Igualmente se destacó la colaboración de Norma Gálvez, directora de la Editorial en Vivo, del ICRT, la participación del Centro Fidel Castro y la colaboración de Pedro Creach, presidente de la Mpyme Cambute quienes fueron piedras fundamentales en este proyecto.

Conmemorando el 98 aniversario del natalicio de Fidel Castro Ruz sale a la luz "Privilegiados del Tiempo" Recuerdos de periodistas de la Radio y la Televisión junto al comandante, sin embargo, el privilegio no es exclusivo de ellos.

 Al final de la cita sorprendió a todos cuando entre los presentes Gerardo Soto, levanta su mano para pedir la palabra y contar su anécdota.

Transcurrían los finales de la década del 70 e inicios de los 80 y este hombre, gracias también a la obra de Fidel y la Revolución, estudiaba la carrera de Cibernética, en la antigua Unión Soviética.

Cuenta su historia que un día fue a dar un paseo fuera de la ciudad, desconocedor al fin de muchos lugares de la entonces hermana nación, se perdió en una zona boscosa donde no encontraba la salida.  De pronto,  aparecieron unos gitanos quienes lo asaltaron, lo apedrearon, lo golpearon y le robaron todas sus pertenencias. 

En medio del ataque uno de los gitanos levantóó su cuchillo para cortarle las orejas y Gerardo, en medio de su desesperación, a lo único que atinó fue a gritar: - yo soy cubano- de la tierra de Fidel. Un silencio absoluto se apoderó de los gitanos quienes quedaron inmóviles al escuchar la voz. A partir de este momento a Gerardo no le cortaron sus orejas, le perdonaron la vida y pasó a ser, de una presa, casi a punto de morir,  un huésped ilustre, atendido y querido por los mismos gitanos que antes querían matarlo.

Hasta los gitanos de la antigua Unión Soviética conocían, respetaban y querían a Fidel; hasta un hombre común como Gerardo sintió la bondad de la personalidad y el liderazgo que Fidel ha otorgado a todos los cubanos.

No es casual, somos todos privilegiados, somos hijos de Fidel y a los hijos, un buen padre, nos acompaña siempre.

 

 

 


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