El volumen Régimen de afectos de la escritora Nara Mansur, publicado por la editorial Letras Cubanas, fue presentado en la sala Raúl Martínez Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en su espacio Viernes de Poesía.
Las investigadoras literarias Zayda Capote y Leyla Leyva, fueron las encargadas de esta presentación para lo cual dieron lectura a sendos textos desiguales en la forma y enfoques pero coincidentes en reconocer los valores ideoestéticos del cuaderno lírico.
Desde la nota de contracubierta la poeta Jamila Medina llama la atención acerca de la experimentación posmoderna del poemario, así como por la preocupación cívica, emotiva y erótica por el cuerpo, la decadencia, la memoria, la urbe, los hombres y mujeres, la Historia y los relatos cotidianos que plantean los poemas de Mansur a través de un estilo posconversacionalista en el que se mezclan la ironía, la anáfora, lo íntimo y lo público.
Zayda Capote, por su parte destacó que el libro es un testimonio donde “hay una voz que cuenta anécdotas y sentimientos (…) indaga, documenta y sufre en la cotidianidad ese vínculo a ratos imperceptible entre la historia y la intimidad, hace crónica familiar y se expone, se expone todo el tiempo”.
Y más adelante sentenció: “este libro nos afirma, pronuncia nuestros nombres aunque sean otros los nombres que dice”, y cerró su intervención citando a Nara: « la poesía no será la vida pero ayuda a vivir».
Seguidamente Leyla Leyva, también poeta, aseguró que Régimen de afectos es un libro culminante que potencia una forma de expresión poética: luego explicó que el poemario se estructura en dos partes: “Los que aman tanto que sienten que todo es su patria” y “Los que enferman de pura pasión de amor o de ganas de morir sencillamente” y significó el tono grandilocuente de estos títulos, propio del teatro.
De la primera parte ponderó los poemas:Borrón y cuenta nueva; Así se piensa la angustia a veces; El más íntimo secreto; Hombre vertiente y Hay que colgarlos a todos; y de la segunda, enfocada en la relación sentimental, en el amor y la muerte, distinguió: Balbuceante interructus; Poema coreográfico con filin; Melodía para un amor ocioso e imposible y Álbum de bodas.
Leyva compartió más adelante una interesante reflexión no solo del libro sino de la autora: “Libro personalísimo éste, tanto como su autora, ajena a los sectarismos caseros en boga, a experimentos vacíos o redescubrimientos del «agua tibia poética»--con autobombo incluido--, al ninguneo de tendencias que no se avienen con otras maneras de comprender la literatura”.
Destacó asimismo el rigor en la hechura de cada poema, la atención por la palabra y los recursos literarios, los cuales alcanzan un “discurso de alta potencia y empatía”.
Como colofón declaró: “Régimen de afectos habla desde el yo, lo personal femenino, siempre un yo dramático de invención teatral; fragmentado, intertextual, desacralizador de lo amoroso, de los tópicos del discurso poético, de lo político, lo familiar, el recuerdo, la vida simple o compleja que se da común, cotidiana, un yo sin ingenuidades, un yo tesis, que no se jacta”.
La autora agradeció a todos los que la apoyaron con este libro y dio lectura a algunos de los poemas del mismo.
Las labores de edición y corrección de estilo del cuaderno Régimen de afectos, corrieron a cargo de Boris Badia y el diseño y la ilustración de cubierta fueron de Ricardo Rafael Villares.
Nara Mansur, (La Habana 1969), es poeta, dramaturga y crítico teatral; actualmente reside en Buenos Aires donde recientemente preparó para su publicación una selección del teatro del imprescindible dramaturgo cubano Virgilio Piñera
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