La ceremonia de entrega de los Premios Villanueva 2017 que otorga la sección de Crítica teatral de la Asociación de Artistas Escénicos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba se realizó en la sala Martínez Villena de esa institución.
En el encuentro Norge Espinosa, quien encabeza esa sección, dio a conocer los dictámenes de un grupo de cerca de veinte críticos y especialistas que seleccionaron con sus votos los mejores espectáculos cubanos y extranjeros vistos en las escenas del país el pasado año y expresó:
«Los premios elegidos ofrecen un panorama que en sus nombres, pero también en sus ausencias, brindan una mirada hacia el contexto de nuestro arte teatral de la cual emanan certezas y preocupaciones que deben impulsarnos no solo a los críticos sino también a las instituciones ligadas a la cultura para obtener, en una maniobra conjunta, de lo que hay y lo que nos falta en la imagen total de nuestro quehacer sobre las tablas».
Los espectáculos nacionales de danza y teatro premiados fueron:
Afrodita, ¡Oh, espejo!, de la compañía Rosario Cárdenas, una creación coreográfica de Rosario Cárdenas, de quien es también la puesta en escena, con música original de Frank Fernández.
Twelve, de Acosta Danza, una coreografía de Jorge Crecis con música original de Vincenzo Lamagna; El Espejo, del proyecto La Perla, una dramaturgia a partir del texto de Abelardo Estorino El peine y el espejo, con dirección de Marian Montero.
Jacuzzi, de Trébol Teatro, con dirección y dramaturgia de Yunior García, y Departures, del colectivo El Ciervo Encantado, con puesta en escena y dirección de Nelda Castillo.
Los espectáculos extranjeros que recibieron Premios Villanueva fueron:
Lupa: Mundos para mirar, de Lupa compañía de Muñecos, de Argentina, con dirección de Javier Lester Abalsamo; Inútiles, de Teatro Sur, de Chile, con dramaturgia y dirección de Ernesto Orellana; La arquitectura del silencio, homenaje escénico a Andrei Tarkovsky, de Teatro del Ghetto, de México, con dirección de Agustín Meza, y No hay flores en Estambul, con dirección y puesta en escena de Mariano Solarich, con la participación del actor Iván Solarich, de Uruguay.
Las artes escénicas francesas fueron laureadas doblemente por El efecto de Serge, de Philippe Quesne Vivarium Studio, con dirección de Philippe Quesne y Bajo sus pies el paraíso, de La Compagnie de SOI Radhouane El Meddeb, con dirección de Radhouane El Meddeb y Thomas Lebrun.
Philippe Murcia, agregado cultural de la Embajada de Francia en Cuba, recogió ambos galardones y los agradeció en nombre de los creadores para los cuales, afirmó, estos reconocimientos revisten gran importancia por la legitimación de las obras que esto supone por parte de la crítica.
Se confirió por primera vez después de muchas ediciones, un Premio Villanueva especial a Carmina Burana, con dirección general de Miguel Iglesias, coreografía de George Céspedes, y la participación de Danza Contemporánea de Cuba, la Orquesta Sinfónica Nacional, el Coro Nacional de Cuba, con dirección de Digna Guerra, el Coro Infantil, bajo la tutela de Ladys Sotomayor, los solistas Ulises Aquino, Milagros de los Ángeles y Harold López Roche, bajo la dirección orquestal del maestro Enrique Pérez Mesa.
Asimismo se reconoció a espectáculos que poseen «elementos de valía, varios de ellos aún en crecimiento y que apuestan no solo por talentos jóvenes en diálogo con valores ya consagrados, sino que además marcan un camino de estéticas, tradiciones y fórmulas que logró el respaldo del público y la crítica», aseguró Espinosa.
Estos espectáculos son Patakín, de Raíces Profundas, con coreografía, diseños y puesta en escena de Emilio Hernández y dirección de Idolidia Ramos; Cuatro, coreografía de Yadiel Durán, puesta en escena de Rubén Darío, Teatro Coreográfico de Yadiel Durán y Teatro de las Estaciones, de Matanzas; La Cita, del Centro Promotor del Humor, con dirección de Osvaldo Doimeadiós y dramaturgia de Andrea Doimeadiós, y Zona, de Teatro de la Fortaleza, de Cienfuegos, con dirección y dramaturgia de Atilio Caballero.
Norge Espinosa señaló que los miembros de la sección que dirige han hecho constar su preocupación ante el hecho de que las propuestas de teatro de títeres y para niños no recibieron en esta edición votos ni criterios lo cual es «una señal de alerta en relación a la calidad de lo que se produce hoy en nuestro país», advirtió.
En este acto fueron recordados el actor Rolando Núñez, el escritor Desiderio Navarro y el dramaturgo Francisco Morín, fundador del Grupo de Teatro Prometeo, fallecidos a finales del pasado año.
En cuanto a Morín, el prestigioso crítico Roberto Gacio realizó una intervención en la que destacó la importancia de esta figura esencial de la escena nacional en el siglo XX, quien estrenó con el grupo Prometeo la pieza Electra Garrigó, de Virgilio Piñera, el sábado 23 de octubre de 1948.
La Sección de Crítica Teatral de la Asociación de Artistas Escénicos de la UNEAC, entrega los Premios Villanueva desde finales de los años 80 del pasado siglo; estos constituyen uno de los más importantes reconocimientos a los artistas y creadores que presentan sus obras en las tablas cubanas.
Fotos: Susana Méndez Muñoz
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