Premio por la obra de la vida para Daniel Taboada


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El Dr. arquitecto Daniel Taboada Espiniella recibió el Premio Nacional de Patrimonio Cultural 2015. Foto: Néstor Martí

El Dr. arquitecto Daniel Taboada Espiniella recibió el Premio Nacional de Patrimonio Cultural 2015 por la Obra de la Vida, entregado durante las XIII Jornadas Técnicas de Arquitectura Vernácula, que se desarrollan hasta el 25 de febrero en el Centro Histórico de La Habana.

En representación del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, Félix Julio Alfonso elogió el quehacer del titular de la Cátedra Gonzalo de Cárdenas de Arquitectura Vernácula y premio nacional de Arquitectura al valorarlo como un “profeta de la restauración y un apóstol del patrimonio”.

Taboada Espiniella, también profesor universitario e investigador cubano, es reconocido por sus valiosos aportes en el rescate de la arquitectura vernácula; ha contribuido activamente en la formación de nuevas generaciones y ha sido merecedor, entre otros lauros, de la Distinción por la Cultura Nacional y el Premio Anual de Investigación del Ministerio de Cultura.

Con el auspicio de la Fundación Diego de Sagredo de España y el apoyo de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana y la Empresa RESTAURA de Arquitectura y Urbanismo, las jornadas se celebran en la Biblioteca Pública Rubén Martínez Villena, adonde asisten estudiosos de la arquitectura vernácula de diferentes ciudades cubanas.

En la inauguración fueron entregados, además, los premios correspondientes a los Concursos de Literatura y Comunicación, y al de Fotografía 2015. El primero de los reconocimientos fue para los arquitectos Madeline Menéndez y René Gutiérrez Maidata con investigaciones relacionadas con una casona del siglo XIX en el Vedado y el pueblo de Bejucal, respectivamente.

El lauro de Fotografía se concedió a siete series con presencia positiva de elementos propios del patrimonio intangible que apoyan lo vernáculo. Según el acta del jurado, los ganadores “mostraron en sus fotos una preocupación loable por dejar constancia gráfica de una edificación, un instrumento o máquina, un momento o una acción vinculada a lo vernáculo que, de otra manera, pasarían o ya pasaron a formar parte de la tradición oral”.


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