Noviembre Fotográfico se despidió con un buen saldo de exposiciones en distintos lugares de la ciudad, aunque, digámoslo con franqueza, con un evento teórico disminuido en relación con los similares de años anteriores. Sin embargo, Noviembre Fotográfico sigue siendo un evento dinamizador de la fotografía artística en el país (sobre todo en la capital), interesante, vasto, digno de recorrer, para tomarle el pulso a la creación fotográfica más actualizada. Este año tuvo la muestra La imagen sin límites. Exposición antológica de fotografía cubana, en el Museo Nacional de Bellas Artes como exposición central de su variado programa.
Me interesa destacar en este comentario una muestra que, aunque no es exclusivamente de fotografía, sobresalió por su propuesta curatorial, me refiero a Posturas o imposturas, en la galería de Fábrica de Arte Cubano y que todavía se puede apreciar pues estará colgada hasta el próximo mes de enero.
En su breve Statement, la curadora habitual del espacio, Cristina Erofeeva, conceptualiza el abarcador tema mediante una enfática sentencia, “Toda postura tiene forma de impostura”, y que define el despliegue de las obras. A continuación, nos encontramos con un buen número de piezas que discursan sobre la relación corporal del arte o que crean, y esto es importante, su propio discurso acerca de tan reiterado tema de la historia del arte universal.
A modo de apostilla diré que en el arte internacional la década de los sesenta del pasado siglo, tan central en su devenir histórico-político, fue determinante también en la distinción del cuerpo como lugar de las escisiones de la cultura occidental. En ese decenio el arte volvió a descubrir al cuerpo, fijó que para que el cuerpo pudiera ser, debía exhibirse y mostrar todas sus potencialidades sígnicas y, desde luego, las posturas entraban, naturalmente, en esas disquisiciones. Entiendo que la curadora bebió en todas esas fuentes (y en otras quizá más añejas y clásicas) para elucubrar su despliegue iconográfico, el que comento a continuación.
Al inicio de la exposición aparecen dos piezas fotográficas de Enrique Rotemberg (artista asiduo de la galería), “La playa” y “Los tres mangos”, de gran formato, en particular la primera donde apreciamos, desde un primer plano, los pies de un grupo de personas descansando en la arena. La segunda, es una recreación personal de la célebre pintura “Las tres gracias”, ambas nos vuelven ante una certidumbre sobre la obra de este artista y es su permanente experimentación con la visualidad mediante la expresión fotográfica. Rotemberg no descansa, trabaja y urde sus metáforas sin parar.
Una pieza de José Ángel Toirac & Marín (con la colaboración de Anielka Carmona), “Renacimiento”, Toirac recientemente galardonado con el Premio Nacional de Artes Plásticas 2018, un tanque de basura refuncionalizado como sofá, es toda una alegoría acerca de las posturas que en ese tipo de mueble puede adoptar el ser humano, y que sirve de set a las treinta fotografías, en las que aparecen, posando, un grupo de personalidades de la vida social de la Isla como Mirta Ibarra, Osvaldo Doimeadiós, Ciro Bianchi, Descemer Bueno, Natalia Bolívar, Fernando Pérez, Arnaldo Tamayo Méndez, entre otros, cada uno en una pose diferente sobre el “sofá”. Un divertimento, una reflexión.
El video de Felipe Dulzaides, Hola, 2015, jugando con las palabras OPORTUNO y OPORTUNISTA, es muy agradable y divertida, pues desde la esencia de la poética de este creador, un excelente videoasta, nos hace reflexionar acerca de esa postura siempre deleznable del personaje que quiere llegar y escalar socialmente, colándose por cualquier fisura de las circunstancias y capaz de cometer cualquier felonía en sus propósitos. La oportunidad y el oportunismo son, efectivamente, ocasiones propicias a posturas e imposturas de los seres humanos, por lo general en el ámbito moral. Bien por Dulzaides.
La célebre escultura (busto) de Carlos Marx de la autoría de Lázaro Saavedra, reina en una zona de la muestra. Es una pieza de 2013, pero sigue siendo, con su esquina humanista (el ojo descarnado), una obra que no escapa a la atención de cualquier observador, ya sea el más alejado y ajeno a las veleidades del arte, o de la historia. ¿Cuál fue la postura (o impostura) de Marx? Ya lo sabemos, tratar de cambiar el mundo. A él y a Freud, este desde el sicoanálisis y la sexualidad, se debieron las dos corrientes de pensamiento más influyentes del pasado siglo. Es una pieza que dentro del discurso curatorial puesto en marcha con la exposición nos conduce a muchas y plurales interpretaciones.
El video de Ronald Vill, El discurso eterno, 2018, nos muestra a un personaje que nos habla desde la superposición de otros, como un fantasma borroso dando un discurso televisivo. Aquí las posturas se dan en disolución. Semánticamente es una pieza muy interesante por sus diversas lecturas. Gabriel Guerra Bianchini, con la pieza S/T (de la serie “En la calle también abundan los sueños”), 2016, exhibe, en cuatro fotografías de mediano formato, a varios personajes descansando en incómodas posturas sobre duros bancos de piedra de la ciudad. El título es de un sarcasmo fino y las imágenes son impecables
Otra pieza de Toirac, esta con la colaboración de Mei-Lai Contreras Fong y José Mario Toirac Marrero, de la serie “Viejos amigos”, en grafito sobre papel y juguetes rotos, despliega un numeroso grupo de dibujos de personajes de los comics cubanos e internacionales descansando, todos, en la misma posición supina que “El Cristo yacente”, (1654), de Philippe de Champaigne (pieza perteneciente al Museo del Louvre). Aquí podemos ver a la Pantera Rosa, Mafalda, Súperman, La Calabacita, Popeye, Capitán Plim, Matojo, etc., etc., etc. Es una pieza irónica y aguda, como todo la obra de este artista.
Glenda León, con su video Canalización, 2014, refiere críticamente a posturas de adoración grupal, ya sea mediante bailes rituales, ceremoniales públicos, presidencias de actos políticos, jolgorios religiosos y, entre estos, a pioneros cubanos en un matutino escolar saludando la bandera nacional. El título juega con la indagación sociológica de la pieza, algo a lo que ya nos tiene acostumbrados esta reconocida artista.
El narcisismo estético de René Peña, ahora con “Male”, 2015, pone a funcionar de nuevo los contrastes entre los colores blanco y negro, recreación visual de los densos e irresueltos temas de la racialidad cubana, en fotografías muy bien pensadas y técnicamente muy bien impresas. Peña vuelve sobre uno de sus grandes temas y nos hace pensar en el mar de posturas e imposturas que lo racial impone al panorama social del país.
Yanahara Mauri, joven fotógrafa, con nueve imágenes, vuelve, reiterativa, sobre el gran tema de su obra, las cuestiones de género y lo queer. Todo el drama interno que se desenvuelve en las personas de la comunidad LGTB-Q queda expuesto en estas piezas. Mauri es una artista que la crítica especializada debiera seguir de cerca.
Alejandra González, con la pieza S/T (de la serie “Vitrubie”), nos acerca, mediante la evocación del célebre dibujo de Leonardo da Vinci (“El hombre de Vitrubio”), ahora representado por modelos de la comunidad LGTB-Q, a una realidad insoslayable de nuestro panorama social actual. Es una pieza imaginativa y ambiciosa, incisiva y universal. Junto con “Puercos”, 2011, de Enrique Rotemberg, en la que un hombre desnudo (el propio artista), como si fuese otro puerco más, aparece con naturalidad dentro de un corral porcino, remedando la conducta de la manada, esa que es tan propia del hombre cuando falta la conciencia y la cultura. Estas tres piezas, la de Mauri, Alejandra y la de Rotemberg, son un espléndido cierre al discurso curatorial de Posturas e Imposturas, pues da la impresión de que este universo ha sido recorrido suficientemente por el arte convocado.
La muestra está compuesta de muchas más piezas, tanto dibujos, pinturas, fotografías, videos, video-instalaciones, esculturas, en fin, toda una gama de las expresiones actuales de las artes visuales. Aquí solo he mencionado un grupo representativo. La exposición en su conjunto hace pensar al degustador sobre el tema de las posturas humanas y su relación con las artes visuales y con las señas de identidad del ser humano. No es solo un problema antropológico, es también, un asunto de la visualidad más añeja y a la vez más contemporánea. Somos seres senti-pensantes y el arte toca fibras íntimas cuando afecta tanto lo sensorial como lo racional, mérito de esta muestra de Fábrica de Arte Cubano programada dentro de Noviembre Fotográfico. Enhorabuena.
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