Por primera vez en Cuba se realizará un Festival de Cine Chipriota, que dará inicio el próximo 9 de octubre y se extenderá hasta el día 14 en el cine Acapulco.
Para la inauguración del evento se ha seleccionado la película Rosemari, del realizador Adonis Floridis, la cual aborda la vida de un desesperado guionista de telenovelas que se ha quedado sin ideas y piensa que encontrará inspiración en las historias de sus vecinos y de esta manera lo que descubre es la severidad de su contexto y sus secretos.
Stelios Georgiades, Encargado de Negocios de la Embajada de la República de Chipre en La Habana, declaró en conferencia de prensa que la misma tenía suma importancia ya que su motivo era la celebración del Primer Festival de Cine Chipriota en Cuba pero que además coincidía además con el Día Nacional de la República de Chipre, que nació en 1960, después de casi un siglo de período colonial británico.
Se refirió asimismo a que su Isla, la tercera en tamaño del Mediterráneo después de Sicilia y Cerdeña, en su larga historia, estuvo gobernada por imperios y dinastías de asirios, egipcios, persas, griegos, romanos, árabes, venecianos, franceses y españoles, por lo que recibió la influencia de estas civilizaciones en variados aspectos como la lengua, la arquitectura, el arte, la cocina, de ahí la riqueza cultural de la nación chipriota.
Por esta razón, argumentó, aunque el cine de Chipre tiene una historia de solo 40 o 50 años, es muy interesante porque es el resultado de la vida de una isla que fue siempre «la puerta del Oeste al Este y la ventana del Este al Oeste, dependiendo siempre del período específico de la historia de la humanidad».
Añadió que su país está dando importantes pasos por desarrollar la cinematografía nacional con un apoyo estatal que crece un poco más cada año.
Sobre las producciones en cartelera, cuatro dramas, comentó que el filme que inaugura el festival, así como la cinta Un chico en el puente (2016), del director Petros Charalambous, han recibido numerosos premios en festivales internacionales; también serán exhibidas Miembro de Familia (2015), de Marinos Kartikkis que muestra las consecuencias de la reciente crisis económica en Chipre y Cinta Transportadora (2015), de Alexia Roider, una realización abstracta y experimental.
«Nosotros tenemos que aprender mucho de ustedes, de la gran historia del cine cubano y además del arte de los carteles cinematográficos, una de las cosas que me sorprendió mucho a mi llegada a Cuba», reveló el diplomático.
Explicó entonces que por esta razón habían decidido realizar una campaña de comunicación para el festival que tuviera como protagonista a un cartel concebido y realizado en la línea de la cartelística cubana.
Miguel Alejandro, diseñador cubano que concibió la campaña explicó los elementos fundamentales de esta y el concepto de utilización de elementos de la cultura tradicional chipriota como la música y una figura de la era neolítica que representa a la diosa Venus, que cuenta la leyenda, nació en Chipre.
«Nuestro objetivo es expresar con las películas nuestra larga historia pero de un modo contemporáneo, en una lengua cinematográfica que es un idioma internacional. Estoy muy feliz de presentar el Primer Festival de Cine Chipriota en Cuba, donde hay tantos cinéfilos y espero que asistan a las proyecciones de estas cuatro películas rodadas entre el 2015 y el 2017», declaró Georgiades.
Hacia el final del encuentro, el Encargado de Negocios de la Embajada de la República de Chipre en La Habana, anunció la intención de realizar un documental para la televisión, de conjunto con el periodista y realizador cubano Rolando Almirante, sobre la historia de San Lázaro, cuya tumba se encuentra en Chipre y la gran significación de este santo para los cubanos.
El Primer Festival de Cine Chipriota en Cuba ha sido organizado por la Embajada de Chipre en Cuba, el Ministerio de Cultura y Educación de Chipre, el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos y el Ministerio de Cultura de Cuba.
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