El Movimiento Juvenil Martiano, la Brigada de Instructores de Arte José Martí y la Sociedad Cultural José Martí exhortan a sus miembros a participar de manera activa y consciente en el referéndum del 24 de febrero y a convocar a todos, en el seno de sus familias, en sus comunidades, en sus centros de estudio y trabajo, para que acudan ese día a las urnas y ratifiquen la nueva constitución. Una Carta Magna que hicimos entre todos, con la participación de todos, en un ejercicio democrático amplio y transparente.

Los martianos del país de todas las generaciones tenemos que seguir el ejemplo del Maestro y predicar incansablemente la necesidad de unirnos en esta hora decisiva.

El SÍ que debemos dar en esta consulta es un SÍ por nuestro Héroe Nacional; un SÍ por Fidel; un SÍ por la Patria, la Revolución, el Socialismo, la soberanía, la dignidad de todos, la verdadera democracia.

La nueva Constitución garantiza la continuidad y abre el camino hacia una nación superior: más justa, equitativa, próspera, solidaria, donde cada cubano tenga la oportunidad de realizarse plenamente.

Somos una Isla que no renuncia a sus utopías en medio de un mundo donde impera la barbarie.

Nuestra América y todo el planeta sufren hoy la amenaza de un fascismo cada vez más impúdico y despiadado. Crecen la xenofobia, el racismo, los discursos de odio, la violencia, la carrera armamentista, la agresión al medio ambiente.

Contra la hermana República Bolivariana de Venezuela, el Imperio, sus aliados internacionales y la reacción interna, han venido ensayando la guerra en todas sus variantes: la asfixia económica, la difamación y las falsas noticias, la hiperinflación inducida, la invención de un presidente ilegítimo y su inmediato reconocimiento por los Estados Unidos y otros gobiernos que se pliegan a los mandatos de Washington.

La “Roma americana”, como le llamó nuestro Apóstol, ataca también a los gobiernos progresistas de Nicaragua, de Bolivia; es cómplice de la prisión inadmisible en que mantienen a Lula y de las maniobras jurídicas para desprestigiar y anular a otros líderes de la región.

En cuanto a Cuba, quisieran aplastar nuestro ejemplo de resistencia, principios e independencia. Por eso refuerzan sin tregua el bloqueo y la hostilidad. Por eso persisten las campañas de calumnias y los proyectos subversivos.

Nos convoca la Patria a un acto de amor el próximo 24 de febrero. Cuando conmemoramos el reinicio de la Guerra Necesaria organizada e impulsada por Martí, estaremos cumpliendo un deber ciudadano, sostenido por nuestro invariable compromiso revolucionario y patriótico.

Ese deber implica una responsabilidad trascendente, desde la lealtad reflexiva de martianas y martianos, de continuadores del legado de Fidel. Hay que hacer por la Patria todo lo que la engrandezca, exalte sus virtudes, la defienda, la salve.

Por la Patria, por la Humanidad, pongamos en alto el trabajo creador de quienes han hecho suya la ley primera de la República: el culto a la dignidad plena del ser humano; aspiración que encontró terreno fértil en la Revolución liderada por Fidel y lo encuentra hoy en la nueva Constitución, que es, en su espíritu y en su letra, profundamente martiana.

A 150 años de la Constitución de Guáimaro y a 60 del triunfo de la Revolución, recordemos este 24 de Febrero aquel pasaje de uno de los discursos de Martí por el 10 de Octubre:

“Me parece que veo cruzar, pasando lista, una sombra colérica y sublime, la sombra de la estrella en el sombrero; y mi deber, mientras me queden pies, el deber de todos nosotros, mientras nos queden pies, es ponernos en pie, y decir: ¡presente!”