Todos hablan de que los diálogos tienen que prevalecer para que la aplicación en la práctica, de lo que se ha instrumentado, funcione. Me he sentido optimista, y ojalá que todo esto sea productivo, es lo que esperamos todos por el bien del Cine cubano. Aunque por los comentarios de pasillo, como que nunca conocí el Icaic; yo siempre me he sentido del Icaic, porque siempre he hecho cine cubano, y el buen cine cubano siempre ha estado relacionado con el Icaic.
He sentido mucho orgullo de representar al Icaic fuera de Cuba y donde quiera que he estado. De ese cine que empezó en los años sesenta, y de la institución que lo respaldó, y que fue más allá de sí misma. Porque está el Icaic de Tomás Gutiérrez Alea, de Humberto Solás, de Santiago Álvarez y los noticieros; pero está también el Icaic del Grupo de Experimentación Sonora, era una institución de la vanguardia intelectual, y que abarcaba mucho más que cine. Que estos cambios en las leyes que están ocurriendo, nos lleven al Icaic y al Cine cubano a volver a tener ese protagonismo en la cultura cubana.
Quiero darle las gracias al Icaic y a Samada, su presidente, porque realmente nos han ayudado mucho en este aniversario 15 del Festival. Quiero compartir la noticia de que hemos roto records en las proyecciones de películas en las diversas tandas, Fernando Pérez en la de las dos de la tarde, y espero que hoy suceda a las seis y media de la tarde en la asistencia al cine, con la función de Arturo Soto. Y eso contagia de optimismo por la respuesta del público.
Con la presencia de la máxima representación del Icaic, aquí en Gibara, queremos declarar abierta la convocatoria al próximo festival de cine de Gibara en su próxima edición, porque un evento de esta naturaleza necesita tener continuidad.
¡Tendremos otra vez Festival en el 2020!
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