Ernesto Daniel Martín tiene trece años y ha vivido en estos últimos días una gran conmoción ante la triste noticia que nos sumergió en el duelo. Grave y silencioso sintió el dolor como todo el pueblo cubano y tantos amigos de todo el mundo que rindieron tributo a ese hombre legendario e insustituible que es nuestro Fidel.
De este acontecimiento,
cuántas anécdotas por toda Cuba, cuánto sentimiento y cuánta verdad en la
tristeza y el compromiso. Esta, será la historia de una canción.
Era la noche del 29 de
noviembre, cuando La Habana desde la Plaza de la Revolución despedía al gran
líder antes de su trayecto de regreso al Oriente del país. Y Ernesto, luego de
presenciar el acto, escribía una canción para compartirla en el amanecer con
los casi setecientos estudiantes de la Secundaria Básica “Abel Santamaría”,
donde cursa su octavo grado. Música y letra que escuchadas apenas una vez por
sus compañeros del Grupo Fragua, fueron cantadas esa mañana con la emoción de
la entrega y la fuerza del sentimiento.
Tú no te fuiste hace mucho tiempo
Cuando podías abandonar.
Nos apoyaste todo el trayecto:
¡Tanto batallar!
Siempre fuiste amado y tan querido
Por todos, los viejos y los niños,
Y ahora que estamos tan adelante,
¡No vas abandonar!
Ernesto Daniel, había encontrado así otra forma para mantener la presencia de Fidel. Junto a sus amigos y profesores ese día construyó un hermoso homenaje entre flores, compromisos y canciones. Allí donde horas antes habían firmado el juramento de los cubanos dignos ante el concepto de Revolución y la imagen de Fidel que hoy, en esa Escuela, para mayor relevancia, aparecía muy cerca de la de Abel Santamaría, su otro hermano inolvidable.
Por eso escribo esto a tu recuerdo,
No es un adiós, es hasta luego.
Hoy está nublado el corazón,
Pero no hay que llorar.
Vas iluminado hasta el cielo
Nuestro más amado caballero.
Te vas al país de lo eterno
y siempre vivirás.
Ernesto cuenta que hace muy poco en su clase de Español, se acercaban a Cervantes y su Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, el de los ideales y los sueños, la hidalguía y el honor. Que puede que de alguna forma se haya inspirado en ello, pues ha titulado su canción Caballero. Que aprendió a tocar guitarra en casa con su padre, que también aprendió por afición. Que le gusta la actuación, la historia y que le encanta componer; que ya ha escrito cinco canciones y una decena de poemas. Que quiere ser artista.
No te vayas muy lejos guerrillero.
No pases los mil metros sobre el cielo,
Para así poderte contemplar
Como constelación estelar.
Pero Ernesto nos revela que
esta es una canción diferente. Es la que más hondo le conmovió. Le dice “mi mejor
canción”. Y cuando la presentaba a sus amigos en aquel primer matutino escolar,
expresaba con profunda convicción: “los artistas tienen que dar su aporte a la
patria inspirados en el recuerdo de Fidel, por eso la escribí”.
Sigue hacia adelante caballero,
Nosotros aquí te seguiremos,
Cargados de tus sueños
Siempre al despertar.
Así vamos Fidel, con nuestros niños y nuestros jóvenes de todos los tiempos, porque tu ejemplo nos inspira y el dolor nos une. La obra de la Revolución continúa porque estaremos como dice Ernesto “cargados de tus sueños, siempre al despertar” y porque con hechos como este también te hacemos nuestra propia canción.
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