Portal Cubarte - Participantes en Festival de Teatro se fueron a Cumanayagua para ver «Montañeses»

La puesta en escena de la pieza Montañeses del colectivo dramático Los Elementos, tuvo lugar en su sede de Cumanayagua en Cienfuegos hacia donde se trasladó un grupo de participantes en el XVII Festival de Teatro de La Habana que se celebra desde el pasado 19 de octubre y se extenderá hasta el día 29.

Bajo la dirección de José Oriol González, la obra, con guión del escritor Atilio Caballero, es el más reciente trabajo de Los Elementos y obtuvo el Premio Villanueva 2016 en la categoría de teatro dramático, que confiere la Sección de Crítica e Investigación Teatral de la Asociación de las Artes Escénicas de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.

Al llegar a la sede de Los Elementos, la comunidad El Jobero en la premontaña de la cordillera de Guamuhaya, Omar Valiño, director curatorial del festival aseguró a todos los visitantes que Montañeses es una obra que hay que apreciar en su escenario natural. «Parecía un poco loco que casi ochenta personas viajaran cuatrocientos kilómetros para verla, pero felizmente esta idea fue bien acogida».

Oriol agradeció esta decisión porque, según sus palabras, «es una manera también de conocer y de mostrar el fondo del país, la nación, el pueblo. Yo creo que apreciar una obra que narra sucesos relacionados con la vida de los hombres que habitan todavía estos espacios nos parece importante porque a mi modo de ver el festival se enriquece con este nuevo concepto».

Explicó además a los presentes que esta compañía profesional de teatro, que es parte de un proyecto de desarrollo local, vive en ese espacio rural donde los actores tienen sus casas con techos de guano, trabajan la tierra, crían animales, reciclan materiales, utilizan la medicina verde tradicional y utilizan mobiliario auténtico campesino.

La pieza concebida para y en la comunidad, luego de una labor de investigación y creación colectiva por parte de los cerca de veinte actores que integran el núcleo teatral liderado por Oriol, tiene entre sus propósitos esenciales el rescate de la memoria del proceso vivido por cientos de campesinos cuando la Lucha contra Bandidos, período en el que muchos de ellos fueron desplazados de sus hogares para evitar el contacto con las bandas de alzados contrarrevolucionarios.

Montañeses aborda a su vez un fenómeno actual que es el desplazamiento de los más jóvenes hacia el llano en busca de otras condiciones de vida y el impacto de esta realidad en las familias, tanto en lo espiritual como en lo relativo al desarrollo de la serranía.

A partir de un montaje matizado por la originalidad, la imaginación y la utilización de recursos dramáticos y escenográficos eficaces, durante dos horas, los asistentes formaron parte de la puesta trasladándose por las diferentes locaciones donde se desarrollan las escenas: un bohío, el río, un ranchón, otros rincones naturales y el anfiteatro.

El orgánico desempeño de los actores logró conmover desde un guión que en síntesis aguda devela la intencionalidad del discurso dramático con parlamentos de hondo significado humano.

Se distingue una búsqueda por mostrar las diferentes actitudes y respuestas de los hombres frente a las circunstancias sociales y políticas que los sobrepasan, con un discurso valiente, lleno de comprensión y misericordia.

Al finalizar la puesta, Oriol nos comentó sobre la reacción de la comunidad cuando se estrenó allí la pieza: «Fue una reacción muy positiva porque muchos campesinos de la zona tienen todavía el recuerdo de sus familiares en Pinar del Río; algunos nos aportaron fragmentos de canciones que entonaban cuando iban a verlos a Sandino».

«Una señora lloró con mucha fuerza porque alguien muy cercano se separó de ella siendo niña por esta causa, y le pareció muy similar a su historia de vida; es que el espectáculo comunica mucho de la memoria acumulada durante muchos años por los campesinos y la gente la recibe con mucho agrado».

Sobre la apreciación de los más jóvenes compartió que lo que narra la pieza en cuanto al pasado es una referencia que les llega por primera vez, «entonces están como enterándose del tema, aunque lo asumen con mucho respeto».

Acerca de la realidad actual reflejada a través del personaje que abandona la montaña para buscar otra vida en el llano, afirmó: «Se sienten muy identificados porque muchos piensan como este de la obra, quizás no vayan a travestirse ni a prostituirse, pero sí piensan que puede irles mejor en el llano».

Reveló igualmente que la decisión de que el personaje apareciera al final travestido se debió a que en el proceso de improvisaciones salió como una propuesta «y era muy linda; también en el teatro Escambray nos contaron que algunos campesinos de la zona de Manicaragua soltaban la ropa de trabajo, las botas y el machete y bajaban a El Mejunje con pelucas en la Guarandinga y nos pareció que era una imagen que apoyaba la idea».

Los Elementos fue fundado por José Oriol hace veintiséis años a partir del concepto de un teatro que acompaña al hombre en comunidades aisladas y de difícil acceso; luego de cinco años de trabajo en El Romerillo en La Habana, en Jacksonville, en la Isla de la Juventud, en Barrancas en Santiago de Cuba finalmente Oriol propone al Ministerio de Cultura convertir la finca de sus abuelos y padres en la sede que ocupa el colectivo hasta el presente y ha contribuido de manera decisiva en la transformación de la vida de los pobladores de Cumanayagua.

Publicado: 25 de octubre de 2017.

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