“Todos formamos parte de los movimientos progresistas sociales de los años sesenta y setenta; éramos los neo realistas de la narración policial, pues logramos cambiar en nuestra escritura el orden interno del mensaje (…) Por tanto, si no apelo al Realismo, mis lectores no serían capaces de meterse en mis novelas, porque soy mexicano, con una novela policial politizada porque muestra la realidad (…) El rompimiento del tabú de lo criminal parte del propio Estado mexicano corrupto, traidor…Y todo está detrás de la novela negra, policiaca, enigma”.
Así expuso el narrador mexicano Paco Ignacio Taibo II, artífice latinoamericano de la oralidad y de la escritura negra/policial durante una intervención sincera, diáfana e irreverente por su locuacidad y muy representativa de nuestro patio de este otro lado del mundo, ante un numeroso grupo de amigos y lectores. Reunión fraterna para la cual la sede de la Casa de las Américas sirve de contexto con motivo de la Semana de Autor, que se extenderá hasta el próximo 25 de noviembre.
Junto a Paco Ignacio II visitó igualmente esta capital su principal admirador y también escritor Benito Taibo, quien evocó de la pluma de su hermano menor que:
“En 1976 publicó la novela Días de combate con enorme éxito, pues vino a contar esas historias que nadie había contado y que se intentaban fueran opacadas todos los días y, sin embargo, eran temas constantes (estaban a la luz) en los corrillos, en los pasillos, en voz baja, eran temas cotidianos; todos sabemos que los poderes fácticos tienen radioescuchas, que están siempre al lado o sobre nosotros para que no hablemos demasiado mal como tampoco en voz alta. Fue así cómo los lectores comienzan a buscarla y a quererla y a conocer al detective Belascoarán, a quien en la segunda novela le extraen un ojo; en la tercera, muere y, en la cuarta, lo reviven, al estar contada antes de la tercera. Además y, según Paco: ¿por qué dejarle a El Vaticano el monopolio de la resurrección? Algo que demuestra que la realidad siempre irá delante de la ficción demostrando así que es mucho más dura y contundente”.
En su intervención Benito enfatizó en la labor escritural de su hermano Paco al lograr crear una novela negra latinoamericana –y en especial mexicana--, “como eje trasgresor de que estamos desempeñando un oficio, pero tampoco creer que somos más o de envanecernos a querer implantarnos. Nada de eso”
Por su parte Paco Ignacio II -también reconocido activista político y agitador cultural en esa amplia gama que va de fundar colecciones y premios literarios, a desatar ferias del libro y campañas de lectura-, recalcó: “escribo novelas policiacas no sólo como una necesidad personal, sino también como lector y tratando de exigir además de que exista un poco de respiro, que mis novelas no se parezcan en nada a las historias relatadas hasta ayer. Escribir acerca de la necesidad de un realismo puro y puro de la versión mexicana”.
Finalmente señaló que en América Latina el novelista trae consigo una cuota de riesgos, “por lo cual somos una generación de experimentadores del boom (…) Nuestra generación de narradores de novela negra tiene el camino abierto; un camino para las novelas histórico-sociales policiales, de narración interna/monólogo (…) Es por todo ello que considero que, dentro de veinte años, leeremos grandes novelas del género negro en América Latina.”
Paco Ignacio II para Leonardo Padura
“Existen varios Pacos al mismo tiempo. Conocí al escritor Paco Ignacio de manera casual y con algún retraso -como nos ha pasado a casi todos los lectores cubanos-, en los años ochenta cuando nos llegaron algunas de sus novelas de forma alternativa”, inició sus palabras el connotado narrador cubano del género policiaco, Leonardo Padura, para agregar que “lo más importante de este conocimiento que en la literatura española hasta la década de los setenta y ochenta no existía prácticamente un género de este tipo en América Latina”.
Comentó que por esa época en Cuba comenzó a escribirse una literatura policiaca de este tipo que se mató ella misma, de buenas intenciones y de mala escritura, además de no dejar huella cultural alguna en el país. Sin embargo en otros países se inició una escritura policial que venía con muchas inquietudes y con elementos de índole social, política y estética. Era una novela bien escrita. De esta forma comienzan a circular varios nombres de autores como Vázquez Montalbán (España), Rafael Martínez Heredia…Y comienza a haber la certeza sobre la existencia de una novela policiaca en idioma español con una característica fundamental: su influencia citadina y que, de alguna manera, cuestionaban lo establecido, cuestionaban al sistema, proponiéndose mostrar una historia, una realidad siempre de carácter interrogativo.
Subrayó Padura que (por supuesto) dichas novelas latinoamericanas -y en especial mexicanas-, tenían la referencia de la novela policiaca o de la novela negra norteamericana, pero que hacían referencia a personajes, temas y contextos cada vez más cercanos y certeros. La existencia de esta novela policiaca en América Latina ha sido decisiva, indudablemente; tal vez la academia no lo reconozca, pero estimo que la literatura policiaca en lengua española ha tenido un espacio de representatividad literaria en los últimos cuarenta años en el mercado entre los lectores. Algo muy importante y decisivo.
El Narrador cubano recordó asimismo las primeras visitas a la Isla y encuentros de Paco Ignacio con escritores de aquí, además de la enorme trascendencia que, para el desarrollo de esa literatura en lengua española tuvo su participación, en 1986, en un encuentro de autores del género policiaco para que se fundara la Asociación Internacional de Escritores Policiacos. En esa época existía en España y en México una situación favorable para las ediciones de este tipo de narración.
En relación con títulos de la autoría de Paco como La bicicleta de Leonardo, Sombra en la sombra, entre varias decenas, resaltó que en ellos Paco sale del contexto de la Ciudad de México y busca otros territorios, algo que considero un momento de alto nivel creativo en su obra.
CASA DE LAS AMÉRICAS
SEMANA DE AUTOR-- DEL 22 AL 25 DE NOVIEMBRE
Martes 22, 3:00 p.m. Sala Che Guevara
Un escritor policial. Participan Benito Taibo, Leonardo Padura y Paco Ignacio Taibo II.
Presentación del capítulo de la serie “Los nuestros” dedicado a Rodolfo Walsh.
Miércoles 23, 3:00 p.m. Sala Manuel Galich
Para leer en libertad. Participan Paloma Saiz, Eduardo Heras León y Paco Ignacio Taibo II.
Presentación del capítulo de la serie “Los nuestros” dedicado a Roque Dalton.
Jueves 24, 3:00 p.m. Sala Manuel Galich
Hacia una praxis política. Participan Armando Bartra, Fernando Rojas y Paco Ignacio Taibo II.
Presentación del capítulo de la serie “Los nuestros” dedicado a Antonio Guiteras.
Viernes 25, 3:00 p.m. Sala Che Guevara
Memorias de un historiador. Participan Francisco Pérez Arce, Pedro Pablo Rodríguez y Paco Ignacio Taibo II.
Presentación del libro Ernesto Guevara, también conocido como el Che en coedición del Fondo Editorial Casa de las Américas y la Fundación Rosa Luxemburgo.
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