El VIII Congreso Internacional de Diseño de La Habana «Forma 2015» se ha iniciado. Al evento, convocado por el Instituto Superior de Diseño bajo el lema «Diseño con sentido», concurren un grupo importante de diseñadores, profesores e investigadores de diferentes países, entre los que se encuentran teóricos de reconocido prestigio internacional como Gui Bonsiepe, Victor Margolin, Manuel Estrada, Fernando Del Vecchio y el cubano Félix Beltrán.

La importancia del Diseño en nuestros días es innegable. No hay espacio de la actividad humana que no esté mediado o invadido por el Diseño, sea desde la creación de artefactos (productos) o desde la creación semiótica o de comunicación visual. Esta situación demanda, cada vez, mayores retos que a la larga implican un replanteamiento del futuro.

Los diseñadores tienen la responsabilidad de crear, de trabajar, de modificar la realidad en torno suyo, siempre desde una visión inclusiva, en la que prime la función (tantas veces descartada en pos de una moda efímera). Estamos en un momento de cambio, lo que presupone activar un sistema que trabaje de forma holística, implicando cada uno de los componentes sociales, económicos, políticos y culturales, de manera que podamos descubrir las falencias como motivo para crear un mundo diferente, en donde la preocupación sea cómo vivir de una manera eficiente. Algo que Gui Bonsiepe define como Knowledge design, que no es más que la solución de problemas a cualquier nivel y en cualquier sector de la sociedad, pero siempre desde una posición pensada, inteligente y cuestionadora.

El diseño intenta constantemente despertar un estudio de las necesidades que tenemos y, en consecuencia, generar actividades de forma que se puedan (re)tomar para fomentar un modelo que nos permita vivir diferentes. He ahí la importancia de los nuevos restos del Diseño y los replanteamientos para el futuro. La forma en la que otros posiblemente no lo hagan será el motor impulsor del Diseño, como ente eliminador de las barreras sutiles que impiden el desarrollo.

«Forma 2015» trae un amplio espectro de posibilidades y de preguntas. El Diseño como un servicio integrado para dar mejores soluciones —o diferentes— a los que tenemos actualmente. El reto ahora es mucho más grande: debemos desarrollar nuevas estrategias donde el Diseño sea un ente participativo, un marco para crear cambios en la sociedad. Sea, pues, este Congreso un buen punto de partida.