Decir, como primer argumento, que el diálogo no se ha roto, lo digo con fe y constancia porque yo he sido partícipe de esa invitación al diálogo. Ese encuentro tan provechoso que se hizo, en el cual, estuvieron todas las partes, y donde se acordó pasar por encima de ciertas deficiencias, desinformaciones y sucesos, no tan positivos, que ocurrieron, para llegar a un acuerdo, un consenso y seguir avanzando, así que debe quedar claro, que el diálogo no se ha roto.
En medio de este contexto, se tocaron, entre otros asuntos, el tema del derecho de imagen. También salieron a la luz cuestiones como la desinformación, la manipulación en la convocatoria, esto, lo he reiterado en otros lugares. Allí estaban Junior García para desmentirme o Luis Alberto García, un actor al que respeto y admiro muchísimo, y Reinier Díaz. Quedó clara la desinformación y la postura del Ministerio de Cultura en cooperar, colaborar.
Yo tengo una síntesis clara de lo que puede haber sucedido, más allá de lo que debamos criticar, porque todo debe ser criticado y analizado, desde todos los puntos de vistas, pero fue una clara provocación. No se puede admitir, que a partir de estos sucesos, se diga que no hay diálogo o que se rompió el diálogo. El diálogo no se puede romper.
Este país debe seguir cambiando, nosotros queremos seguir cambiando y avanzando y criticar todo lo que tengamos que criticar, pero para avanzar. Las provocaciones, las malas acciones y lo errores deben ser enmendados, estudiados y solucionados y es lo que estamos haciendo a todos los niveles.
Estamos en un momento de cambio, de progreso, de perspectiva, de futuro a partir de que estamos enfocados en vencer grandes problemas, primero como la COVID-19, y eso para mí es muy importante, por ahí va el camino de la Cuba que queremos todos y todas.
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