Para nosotros, nada de eso es nuevo, llevamos más de seis décadas enfrentando una vejación a nuestros derechos humanos, una injerencia solapada, enmascarada, disfrazada, y a veces no, en relación con la soberanía de la isla de Cuba y la actitud de Estados Unidos.

Los que más o menos conocen la historia saben que existe, un punto en el diferendo de Cuba y Estados Unidos, desde el fenómeno de la Enmienda Platt. Nunca olvido, porque era un gran amigo de Nicolás Guillén, a Juan Gualberto Gómez, arengando, luchando y tratando de sembrar la conciencia entre los cubanos de que nuestro territorio era absolutamente inviolable, lo nuestro es lo nuestro.

Estoy hablando del pasado porque me importan los jóvenes, los jóvenes tienen que entender que esta es una guerra antigua. Estos hechos inaceptables, condenables forman parte de una pandemia tan terrible como la Covid -19, esta, que nos asecha es la del imperio que trata de devorarnos, devorar nuestro mar, nuestro cielo y lo más importante, nuestra cabeza y nuestro corazón, lo cual, es absolutamente imposible, aquí estamos y aquí estaremos luchando por la soberanía y la independencia.