El Aniversario 129 de la creación del periódico Patria y la ingente labor que en sus páginas mantuvo desde el 14 de marzo de 1892 hasta el 25 de junio de 1895 su fundador, nuestro José Martí, se rememora hoy por el pueblo de Cuba a todo lo largo y ancho del país.

Quien escribe estas líneas trae a continuación fragmentos de una entrevista exclusiva realizada al reconocido periodista y académico doctor Pedro Pablo Rodríguez López, quien dirige desde hace años el equipo que investiga, desarrolla y publica la Edición Crítica de las Obras Completas del Apóstol:

“(…) Resulta indispensable leer y analizar la edición del periódico Patria tras la caída en combate de nuestro Héroe Nacional, cuando ya Martí se proyecta como el símbolo de Cuba, y con una labor consciente al frente de Patria junto a la emigración cubana y de su intelectualidad. Ella la nutrieron hombres (además y entre otros) como  Serafín Bello, Sotero Figueroa, Juan Fraga, Benjamín Guerra, Eduardo Yero. Todas personas ilustradas y escritores de Patria, sin títulos académicos (excepto Gonzalo de Quesada), quienes conformaron todo un espectro de opinión dentro del mundo de la emigración para apoyar y consolidar la labor de unidad revolucionaria. Ese grupo crea la idealización del Hombre caído en Dos Ríos en una figura que reúne y sintetiza los sentimientos patrióticos”.

Periódico Patria—14 de Marzo, Día de la Prensa cubana

Un período muy sobresaliente destaca la edición del Periódico Patria entre el 14 de marzo de 1892 y el 25 de junio de 1895, al ser un vehículo no sólo de unidad entre los cubanos de dentro y fuera del país, sino también por su amplísimo legado independentista, antirracista, latinoamericanista y antianexionista.

Al respecto, en su labor como Director, Martí incita —en misiva dirigida a Benjamín Guerra y a Gonzalo de Quesada, en abril de 1895—, a que tengan muy clara la línea editorial definida desde el primer número del periódico; decide la intencionalidad editorial, las secciones, las extensiones que tendrán los trabajos, sus ubicaciones dentro de la plana y del periódico; el estilo y géneros, los retratos y grabados…Todo ello conjugado en lo fundamental dentro de la intencionalidad editorial de la publicación.

Hay que reflexionar además  en lo siguiente, y es que Martí no fue tan sólo un hombre sobresaliente como escritor del siglo XIX sino también de y para todos los tiempos. En su labor periodística analicemos sus Escenas Norteamericanas, crónicas escritas para distintos diarios latinoamericanos donde expone sus vivencias de casi quince años de residencia en la Nación norteña y sus más diversas informaciones, además de denunciar el predominio en ese país de intereses expansionistas hacia nuestra América, y cómo también va surgiendo y desarrollándose como potencia imperial.

El periodismo realizado por el Más Universal de los Cubanos quedó reflejado en distintos órganos de prensa como fueron, entre otros, La Opinión Nacional, de Caracas; La Nación, de Buenos Aires; El Partido Liberal, de México; La América. Revista de Agricultura, Industria y Comercio, publicación mensual fundada en Nueva York; El Economista Americano. Mensuario de Nueva York; Revista Universal de Política, Literatura y Comercio, de México —aquí publicó poemas, artículos, boletines parlamentarios, reseñas teatrales, sueltos y gacetillas—; Revista Venezolana, El Porvenir, de Nueva York, the sun, The New York Herald... En esta última Martí publicó un extenso texto titulado Cecilio Acosta que, según testimoniantes, provocó el disgusto del presidente Guzmán Blanco -- producto de la oposición de Acosta a su mandato--, y la expulsión de Martí de Caracas, quien tuvo que embarcar hacia Nueva York en julio de 1881.

Crea el periódico Patria, el 14 de marzo de 1892, como órgano de combate y abnegado soldado de la revolución y unificador de todos los cubanos —emigrados y de la Isla—, y como organizador además de la Guerra Necesaria y del Partido Revolucionario Cubano (PRC), con vista a la preparación y organización de la contienda independentista y contra la dominación de la metrópoli española.

Entre los trabajos publicados en el primer número de Patria se halla el titulado “La acción unánime”, cuyo mensaje de unidad está explícitamente declarado desde el título: “Un tiempo pudo haber en que, por una razón u otra, andaban más sueltos que unidos, a la raíz de la catástrofe, los cubanos independientes”, dice nuestro Martí refiriéndose a los tiempos que siguieron al Zanjón, para de inmediato puntualizar:

“Hoy (…) habría a la verdad que contener, antes que excitar, el patriotismo”.

Porque no puede olvidarse que los ideales libertarios del pueblo cubano habían quedado frustrados con el fatídico pacto y con los renovados y baldíos intentos que durante más de diez años de “reposo turbulento” habían demostrado una y otra vez, al mundo y a España, que los cubanos no se había conformado y no se conformarían.

Para el Apóstol estaba muy claro que “(…) Nuestra espada no nos la quitó nadie de la mano, sino que la dejamos caer nosotros mismos”, y de igual modo sabía que Baraguá había sido la más clara manifestación de la decisión de continuar y que el combate se reanudaría, porque “sin que el corazón se nos fatigue ni nos espanten los años (…) levantaremos en brazos de la América libre, nuestra patria buena y grande”.

"Ni con el deber de hombre cumple, de conocer la verdad y esparcirla; ni con el deber de buen americano, que sólo ve seguras la gloria y la paz del continente en el desarrollo franco y libre de sus distintas entidades naturales; ni con su deber de hijo de nuestra América, para que por ignorancia, o deslumbramiento, o impaciencia, no caigan los pueblos de casta española, al consejo de la toga remilgada y el interés asustadizo, en la servidumbre inmoral y enervante de una civilización dañada y ajena. Es preciso que se sepa en nuestra América la verdad de los Estados Unidos". (Periódico Patria, Nueva York, 23 de marzo de 1894).

Valoraciones martianas precursoras del peligro del naciente poder imperialista; peligro que no puede soslayarse en estos tiempos de pupila insomne, por estar también presente en las acciones cada vez más cruentas, injerencistas e inhumanas de un conjunto de oligarquías neoliberales, representantes del coloso norteño.

Hoy, sin lugar a dudas, vivimos tiempos de impronta martiana y de pupila insomne. Algo que nos exhorta a todos los cubanos y, en especial a los periodistas, a estar más alertasque nunca y a hacer aún más imperecederas y firmes que nunca  las notas de nuestro glorioso Himno Nacional de que ¡¡Morir por la Patria es vivir!!