En días recientes fue presentado el volumen Mitos y realidades de las tecnologías de la información, del Máster en Ciencias, Rafael de la Osa Díaz, en la Casa del Alba Cultural de La Habana.

El autor es bien conocido como Rafa, el director de Cubarte, aunque hace unos meses dejó de serlo y anda ahora por Europa hablando de sus dos temas predilectos: la Cultura y las TIC.

La gestación, prólogo, y final edición de dicho libro se debe en gran parte al profesor Néstor G. del Prado Arza, director de la Editorial Academia, de la Empresa de Gestión del Conocimiento y la Tecnología, GECYT, que lo publicó; del Prado además realizó una emotiva presentación basándose en el propio prólogo  que hizo a este texto.

El libro de Rafa está conformado, por artículos que él escribió a partir del 2013 para su columna de Cubarte y otros que aparecieron en la revista Giga, sobre temas asociados al uso de la informática y sus aplicaciones, una panorámica del uso general de estas y en algunos casos a su vinculación con tema culturales, e incluye además textos de actualización y otros inéditos.

Varios de los trabajos que ya habían sido publicados tuvo que rehacerlos, pues según sus palabras “la tecnología se pone vieja en nada”, y otros los fusionó por referirse a una temática común; también aborda el complicado asunto del Wifi, por su enfurecido dinamismo.

“Se trata de un libro importante y pertinente, escrito por un pensador que hace y un hacedor que piensa”, dijo del Prado en su intervención, y así retrató a Rafa, alguien con una capacidad práctica profesional meritoria pero también, y sobre todo, un ser “muy pensante”, que laboró durante veinticinco años en el Ministerio de Cultura, y es fundador de Cubarte, Centro de Informática para la Cultura, de su portal y de éste, su periódico.

El libro, con una tirada de más de cinco mil ejemplares, se estructura en tres sesiones; la primera dedicada a la tecnología en sí, con un enfoque constructivista y proactivo donde explica contenidos complejos; luego la destinada a presentar la interrelación entre la tecnología y la cultura, y la tercera—que viene a ser la más personal y divertida—son sus memoriasy experiencias.

En este segmento cuenta sus recuerdos de cómo, por ejemplo, se cambiaron las máquinas grandes  y las modernas pequeñas, --ya grandes ahora--;la entrada de la multimedia en Cuba y la posibilidad de ver videos, fotos y oír música; la llegada del comercio electrónico, o de las redes,¡cuando por primera vez tuvimos Internet!, así como el inicio de los procesos de digitalización y la recuperación de  materiales de archivos, periódicos, revistas, entre otros sucesos.

Para Rafa” narrar todo eso desde la vivencia propia es como hacerte un chiste”; para los de sus generaciones cercanas los hace recordar y reír,  y para los más jóvenes, “los nativos digitales” es como un chiste también, pero de doble sentido.

Algunos pensarán que en este libro “tecnológico” no hay participación de la sensibilidad, pero esto es imposible en un volumen escrito por Rafael de la Osa, que es además su primer libro,  el que más se tiene que parecer a él y que a pesar de no haber nacido con el concepto libresco, de todas maneras son sus palabras y sus pensamientos los que nunca llegan sin la compañía de sus sentimientos y emociones, entre estas la pasión por la tecnología, a la que ha dedicado casi todo su tiempo profesional.

Rafael es un “enfermo” de la “maritrónica”, y no creo que tenga que explicar qué quiere decir eso; es un espectáculo verlo enseñar un aparatico de última generación con “un brillo febril en los ojos”, lugar común que le viene como anillo al dedo, (otro) y con una sonrisa espléndida, en la boca y en los ojos también.

Rafa comentó su recelo real con el abordaje de este tema, porque dijo “pronosticar en un mundo tecnológico que cambia de forma tan acelerada, que vuelve obsoletos los equipos en menos de un año, siempre resulta riesgoso”.

Pero felizmente decidió expresarse para los lectores sobre los cambios que se nos avecinan de forma inminente en cuanto a las TIC, un tema prácticamente común a casi todas las actividades y materias del desarrollo humano, y que es como aseveró “un problema de todos”.

Uno de los méritos esenciales de este libro es que lo desnuda de ese manto de intrincada especialización que cubre generalmente al tema que trata y de una manera llana y coloquial da explicaciones sencillas a herramientas, fenómenos y conceptos que a los neófitos y simples usuarios de las TIC, a veces asustan; o sea este libro quita el susto.

Rafa  ha confesado  que su “veta de pedagogo frustrado”, influyó en la manera en que escribió el libro “traté de ser explicativo, didáctico, sencillo, de quitarle a la tecnología sus formalidades y su lenguaje técnico y  llevarlo a un lenguaje con el que cualquier mortal lo puede leer, porque yo soy de los fervientes defensores de que necesitamos una alfabetización tecnológica; están los que le tienen miedo a la tecnología y por tanto la rechazan, y están los que se enamoran de la tecnología por ese impacto cautivador que tiene y no ven los peligros a lo que conlleva”, declaró.

Rafa ahora que ha nacido el libro se siente muy agradecido —, antes espoleado--,por todos aquellos amigos que lo conminaron a escribir,--cosa que no le había pasado por la cabeza desde su sillón de directivo--, porque según aquellos“alguien tenía que ir dejando la huella de lo que estaba pasando” y utilizó como fuentes de información y de inspiración para escribir  las que le daba su propia vida.

Este libro de Rafa ha de ser, sobre todo, el primero de otros más pues él seguirá viviendo paso a paso el desarrollo de las TIC y por tanto tiene que seguir dejando huellas para los miedosos y para los enamorados.