Conocí a Gaspar Marrero Pérez Urría, el autor del libro Los campeones del ritmo. Memorias del Conjunto Casino, hace algunas décadas cuando él asistía a Sancti Spíritus como uno de los jurados de un festival de la radio, visita que habría de reiterarse hasta que decidió establecerse en esa ciudad. Comenzaba además de una amistad, un ciclo abierto de evocaciones y discusiones sobre la música cubana casi olvidada, o escasamente difundida.

Me comentaba entonces acerca de una de sus grandes pasiones, la Orquesta Aragón, de la cual escribía una monografía luego publicada con notable aceptación de lectores y crítica. Poco tiempo después en uno de esos diálogos infinitos, me confesaba sobre la evolución de otro de sus proyectos, resultado de extensas horas de desbordamiento investigativo: una monografía acerca del Conjunto Casino. Cuando me anunció su entrega a la editorial, no me asombró teniendo en cuenta esa dedicación febril que lo caracteriza en la búsqueda y escritura de temas musicales.

Cuando apareció Los campeones del ritmo. Memorias del Conjunto Casino por la Colección de música de la Editorial del CIDMUC, en 2014, me entusiasmó aún sin su lectura, su presencia en el espacio nacional y más allá de fronteras, seguro desde entonces, de su significación para la cultura cubana de uno de los textos musicográficos imprescindibles. Ya esa agrupación reclamaba como otras, su libro.

El buen conversador y constructor de historias que es su autor Gaspar Marrero, facilita que esta monografía asuma un curso muy peculiar, en  un constructo sostenido en la capacidad de admitir la memoria oral proporcionada por los principales testigos de esa vida orgánica que fue la referida orquesta, además de los tradicionales recursos ancilares, recortes de prensa, fotos y entrevistas publicadas, que caracterizan estos depósitos; pero más allá, incorpora como método y resultado una extensa cronología, que deriva del estudio profundo de un decursar fonográfico, método y corolario,  a favor de las instancias perseguidas. Esto es un apreciable logro, porque en este entrecruce, se localizan informaciones que permiten referencias de singulares aportes.

Una extensa convocatoria a la existencia de los septetos o sextetos de sones antecedentes a la vida del Conjunto Casino, constituye enjundioso y agradable recorrido por la formación de estas estructuras que, desde la palabra del autor, más que una aproximación, resulta un convite a disfrutar la memoria del son. Es que en ese pretexto para conversar sobre el recorrido de agrupaciones del género, se localiza uno de los mejores donativos del libro más que un defecto, porque permite colocar una evolución de lo histórico, entendido como el dialogar con los recursos de las diversas etapas de las expresiones de la cultura precedentes a la conformación del Conjunto Casino, su tránsito y final.

Guionista de Memorias, uno de los más imprescindibles programas de la radio cubana, y profundo conocedor de las más diversas formas de los discursos de los medios de difusión masiva, recurre en el libro a las expresiones contenidas en los soportes que en diferentes momentos identificaron ante un público al Conjunto Casino, para proyectar con discurso original, los conceptos que contienen el trasvase de la historia del conjunto.

Más que la vida de un conjunto sonero, es sinécdoque de otra en nuestra historia social y política. Es desde una agrupación musical como muchas veces sucede, la manera más agradable de entrar en contacto con nuestra memoria, escucharla en las voces de nuestros cantores populares.

En este libro transcurre la vida nocturna de La Habana, que representa remisiones a otras zonas del país. En él emergen nombres olvidados, desconocidos para muchos, de figuras que construyeron un cantar. Transcurre en fin también, la energía de un pueblo en revolucionario cambio.

Su ordenamiento a partir de la voluntad de la memoria oral o gráfica, es tributo de construcción para una diégesis que se permite saltos provocativos para sentenciar el tiempo, o sugerir razones de cambio. La redacción desde planos de orientación cronológica y el referido apoyo en los recursos ancilares, aseguran resultados.

Su disposición de elevado compromiso, nunca aislado de una perspectiva de análisis crítico, asegura la objetividad de los razonamientos y ratifica la condición valorativa de los puntos de vista, en su entrecruce de apreciaciones personales.

La solidez de los depósitos bibliográficos, la reproducción de textos de los temas que nutrieron el repertorio de la agrupación y todo el aparato en que se sostiene la declaratoria teórica del texto, representan argumentos de notoriedad y estimación del libro de Gaspar Marrero Pérez Urría Los campeones del ritmo. Memorias del Conjunto Casino, texto imprescindible para interpretar con seguridad y aliento de diversa forma, una historia extendida de nuestra realidad cubana y musical.