Como parte de la propuesta veraniega que ofrece la Casa del Alba Cultural, se presentó allí recientemente una atractiva semblanza ilustrada del Generalísimo Máximo Gómez Báez, que ha sido publicada por la Casa Editorial Verde Olivo.
Máximo: el hombre sin el que no se puede escribir la historia de Cuba, de la autoría de María Luisa García Moreno y con ilustraciones de Evelio Toledo, es una suerte de testimonio de admiración al mayor general Máximo Gómez Báez, el dominicano-cubano que dirigió la primera carga al machete, devenido artífice principal del arte militar cubano en las guerras independentistas y maestro de los más importantes jefes del Ejército Libertador.
María Luisa García es una destacada profesora, editora y escritora que se desempeña como presidenta de la Cátedra José Zacarías Tallet, en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. En este tributo al Generalísimo resume de forma amena la fecunda vida del héroe para regocijo de los lectores, que podrán acceder a una bien concebida síntesis de las etapas y los hechos más significativos de su vida, desde su nacimiento en el pequeño Baní dominicano, hasta su fallecimiento en La Habana, en 1905.
Por su parte, Evelio Toledo, es un artista de la plástica graduado de San Alejandro, cuyas hermosas plumillas e ilustraciones enriquecen visualmente diversos libros, al tiempo que aparecen en varias publicaciones periódicas del país. Para Máximo: el hombre… concibió una novedosa colección de plumillas, bien logradas artísticamente y que recrean diversos hechos y sucesos vinculados con el insigne patriota, así como con su entorno familiar.
«Dominicano de nacimiento, cubano de corazón». Esta definición, según palabras de José Martí al referirse al general Gómez, reconoce la historia de un hombre comprometido con los destinos políticos de la Cuba colonial que, cuando decidió enrolarse en un proceso de liberación que lo llevaría a convertirse, según sus propias palabras, en «revolucionario radical», batalló fervientemente, no por sostener los intereses de un caudillo militar en busca del poder político, sino por un ideal consistente en «cambiar cosas y hombres viejos, por cosas y hombres nuevos».
La figura de Gómez, según afirma García Moreno, es crucial, no solo por su patriotismo, sino también por su internacionalismo y su antiimperialismo, tres virtudes que conforman la esencia del cubano de hoy.
Espero que los lectores disfruten este libro con amor, señaló, porque ese querer a los héroes se convierte en sentido de pertenencia a la patria: «lo cual requiere de muchos ingredientes, entre los que se encuentra el conocimiento de sus héroes, de sus hazañas, entrega y sacrificios. Máximo Gómez es un ejemplo en ese sentido».
Esta semblanza ilustrada, como afirman sus autores, representa una significativa contribución al conocimiento de esa gran figura vinculada indisolublemente al pueblo cubano, sin cuyo nombre es imposible escribir la historia de nuestra patria, a la que se entregó con fervor y desinterés desde los primeros tiempos de las guerras libertarias. Es, de igual modo, una excelente propuesta del binomio Editorial Verde Olivo-Casa del Alba Cultural, a tono con el propósito de «promover lo mejor de la creación artística e intelectual, el patrimonio sociocultural y el conocimiento de la historia».
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