A veces tengo la imperiosa necesidad de abandonar los temas fundamentales de mi trabajo periodístico y hacer el poco agradable papel de intrusa en otros (relativamente) ajenos a mi especialidad y conocimientos. Es el caso de una mirada crítica hacia la telenovela cubana que como espectadora sigo con interés y afición por lo cubano en general. Me parece que en estas incursiones “por la libre”, soy consecuente con mi responsabilidad de ciudadana y trabajadora intelectual. Sin embargo, pido disculpas por ellas, pues, siempre respeto la crítica y a los críticos profesionales en el arte; solamente por urgencia, porque encuentro vacíos inexplicables en lo cotidiano que transcurre, salgo al ruedo a plantear mis opiniones y reflexiones sobre cuestiones tan sensibles para millones de televidentes cubanos. (1)
Mis preocupaciones actualizadas del referido asunto son como sigue:
¿Qué ocurre con nuestros medios de comunicación masiva, cumplen o no con el encargo político, ideológico y educativo que de esta importante institución esperan el Estado y pueblo cubanos?
Me referiré a la programación dramática televisiva: en un país que construye una sociedad socialista y lucha por la paz, evidentemente se trasmite una sobrecarga de programas basados en la violencia, la corrupción, la depredación de la familia, del ambiente y la sociedad.Tal es el caso de la telenovela cubana Más allá del límite, y de todos los límites… Sin embargo, sobre este programa, en horario nocturno, casi estelar, alrededor de 9:00 p.m. en adelante, porque no es fija la hora (mis nietos de 7 y 9 años, aún están despiertos a esa hora y no se les permite ver la telenovela debido a sus “crudos” mensajes), hasta el momento, no he visto, ni leído una sola crítica, comentario de alabanza o denuncia por parte de alguno de nuestros críticos especialistas. (2) Por tanto, sin ser yo esa “especialista”, asumo la responsabilidad de dar públicamente mi opinión personal al respecto.
Esta telenovela refleja una sociedad sin límites humanos, éticos o morales. ¿Sera esta obra el reflejo total de la realidad donde yo, mi familia, amigos y compañeros de trabajo vivimos; será el “modelo” de la que deseamos construir y defender? Posiblemente, no lo niego, contenga una parte de nuestra realidad en ella. No conozco a fondo los vericuetos de esa parte de la sociedad cubana por los que yo no transito, aunque dicha parte, llena de mediocridad, ambiciones, sucia y fea, también es muy tratada en novelas y cuentos que les son contemporáneos. Poner a la vista de todos los mentados defectos y vicios será quizás, su aporte mayor a la vida social y cultural, deduzco a su favor esa posible función.
Pero, continúo especulando, ¿con qué fin, si en torno a los graves problemas que pone a descubierto sobre la mesa del día no logra accionar el análisis crítico? ¡Contemplar el panorama, de gris a negro, pasivamente, sin movilizar respuestas educativas, sin transformar esa realidad negativa en que se fundamenta, ¿para qué? ¿Qué problemas y no-valores se exponen y reproducen en la telenovela sobre la que opino?
- El MACHISMO en todas sus facetas de desprecio total hacia la mujer: ejercer con impunidad violencia física y sicológica, maltrato, engaño contra ella (sea esta la madre, la novia, la esposa, la maestra, la amiga…) y cierta homofobia. Los personajes masculinos son realzados, mostrando en todo su esplendor una sociedad patriarcal subdesarrollada. El conjunto de tales elementos está presente en casi todos los personajes masculinos; especialmente en Vladimir (que es un compendio ejemplar, hijo único, mal criado por una madre trabajadora, buena y consentidora, Lourdes, pues, su papá, pozo desbordante de amargura y maldad, estaba preso); en Roberto, en Ulises y su cínico hermano Mauricio, en Mario, en Yoenis y su abuelo…, viejos y jóvenes, prácticamente en todos, reitero, se refleja el machismo a cucharones. ¿Qué dicen o escriben sobre esto nuestras ONGs y proyectos feministas creados para defender, ayudar y educar a las mujeres?¿Será que sus especialistas no ven la telenovela cubana porque no valoran en rigor cuál es su importancia en relación con el trabajo ideológico social que deben realizar?
- La CORRUPCIÓN es otro de los ejes importantes de la novela; todo se compra y se vende…Inclusive la protagonista, Beatriz (Laura Moras) que proviene de un Hogar para niños sin protección filial, (3) es un personaje femenino, de las figuras más fuertemente destacadas; una imagen de mujer fatal, súper sexual, que atrae irresistiblemente a casi todos los machos del drama televisivo y los maneja a su antojo. Ella es una mujer grosera y cruel, que no otorga perdón, a costa de las heridas pasadas, no cicatrizadas aún, que podrían presentarse como la “justificación” de ese personaje en los próximos capítulos… Qué decir de la hermanita de Yoenis, la jovencita Dayana, estudiante del pre universitario: su mejor amigo es Vladimir (él es “amigo” de casi todo el mundo, es “el macho” gozador, dominante ¿una imagen“popular”?). La estudiante adolescente, solamente busca en el extranjero dominicano (Walter), los “beneficios” de las antiguas señoras —diría una profesora amiga “reinas del hogar”— dedicadas exclusivamente a su casa, a los hijos y a su señor esposo, que las somete e irrespeta cuanto le da la gana, porque las mantiene económicamente. ¡Tremendo futuro para una mujer cubana contemporánea! Sin embargo, no deja de ser una triste verdad que todavía ese paradigma existe entre algunas cubanas, aunque nos duela a las viejas que luchamos para erradicarlo definitivamente, al igual que a la prostitución.
- LA MENTIRA, DOBLE MORAL Y FALSEDADES. La maestra del preuniversitario, aparentemente seria e inocente, pero, extraordinariamente sensual, enamorada del novio de una de sus alumnas… y, sucesivamente, de otros a quienes no se resiste. Aldo, colega de la anterior, el maestro corrupto que trafica pruebas de conocimientos y cobra sus repasos ¡qué ejemplos ambos de nuestra realidad! ¿Será esta una denuncia de la escuela cubana de hoy, de los valores profesionales y cívicos no practicados entre nuestros maestros, o qué? Reflexionemos, porque estos son asuntos graves y urgentes. No se construye una sociedad nueva con ladrillos y argamasa que no poseen solidez; el derrumbe del edificio es cosa segura.
- ATENCIÓN A LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS EN EL HOGAR. El sector cuentapropista (privado) no se queda afuera. Ulises y la esposa son los “mecenas” de sus empleados en un restaurante privado del cual son los dueños; pero, ni se enteran de lo que ocurre en su casa con sus dos hijos, Yoenis y Dayana, adolescentes. Lesproporcionan buenos estipendios y charlitas cortas… Los abuelos tratan de ayudar, a pesar de que “ya son muy viejos” para entenderlos… Cada hermano lleva su vida hacia y como puede y quiere… ¿Será este un testimonio de que el dinero y las comodidades no son todo en una familia?
- ATENCIÓN AL ADULTO MAYOR. No solamente es Mauricio, el actor Fernando Hechavarría, quien interpreta al malo que viene de los Estados Unidos, por supuesto el enemigo, para atracar a su mamá, también su hermano Ulises tiene una comunicación relativamente superficial con ella, al menos no posee la suficiente para que ella —evidentemente sufriendo (Ofelia Núñez) por muchas culpas propias— le confiese sinceramente la causa del problema que causará su inminente salida del país, y su decisión de vender la casa que fue el hogar de la familia. Supongo que este embrollo sobre la vivienda es el pollo del arroz con pollo; o, es parte de la dramaturgia necesaria para “animar” la telenovela.
En fin, no cansaré con el listado completo, de los ¡puntales! de esta obra, tan irrelevante y contradictoria para la formación de valores éticos en la sociedad cubana actual —también hay evidencias de que remeda a la telenovela brasileña Vale todo. Seguramente, habrá un final feliz para los “buenos/as”, e infeliz para los otros, que “destapados” sus crímenes serán castigados por el sistema judicial cubano. Pero hasta entonces, ¿qué más veremos, dónde estará el más allá de los límites impermisibles que se promocionan, gracias a la TVC?
Estamos ante una gran responsabilidad del ICRT por encargo estatal: educar a nuestra población en los valores morales, que reflejen a la Cultura Cubana en Revolución! Nada es perfecto, ciertamente, Pero tal vez exista entre los cubanos y cubanas de hoy algo mejor que destacar ante millones de televidentes (Me pregunto seriamente si este producto artístico es exportable, o no.)
Opino que es totalmente contraproducente criticar y denunciar en el Noticiero ¡Buenos días! lo que ocurre en las redes sociales en relación con la grabación y circulación de imágenes morbosas —que son inadmisibles, pero difíciles de controlar, solamente las ven personas con acceso a dichas redes, y duran minutos— y lo que vemos por horas, días y meses en el Canal de la Familia Cubana. (No voy a extenderme hacia lo que ofrecen otros canales acerca de violencia, terror, sexo abierto, etc., en horarios diurnos y nocturnos).Tal vez abro con estas ideas una polémica, manteniendo mi respeto absoluto hacia los creadores, director, actores y actrices, y todo el equipo de trabajo del ICRT de la Telenovela Cubana, que, según tengo entendido, se paga a cargo del presupuesto estatal.
Mientras, por otro lado, la telenovela brasileña (Sol Naciente), o la colombiana (Las hermanitas Calle), realizadas en sociedades capitalistas, subdesarrolladas, antidemocráticas, francamente corruptas, en guerra interna fratricida, donde los abusos y feminicidios son parte de la vida cotidiana, nos ofrecen modelos de normas de decencia tradicional: recato, honestidad, fidelidad (ateniéndose a preceptos religiosos) y hacen denuncias abiertas a la explotación del artista y la falta de aprecio del arte popular.
¿Cómo entender esta paradoja en Cuba socialista? Sin ser moralista, ni caer en extremismos, con la mejor disposición a escuchar todas las opiniones del caso, inclusive en contra de las mías: les pido una detenida reflexión acerca de su aporte ideológico y sociocultural al momento histórico en que vivimos, y algunas/s respuesta/s con el mayor respeto de parte de los directivos del ICRT, creadores, artistas en general, hacia los espectadores de la Televisión Cubana. ¿Merecería o no ser tratado este asunto en una Mesa Redonda, o, al menos en EL TEMA de la semana del Noticiero ¡Buenos días!?
NOTAS:
- El 10 de junio de año actual, escribí al Presidente del ICRT, con copia al Noticiero ¡Buenos días!, una carta adjunta a un mensaje electrónico, en la que les expresaba muy respetuosamente, preocupaciones y opiniones similares a las que planteo en este artículo; les solicitaba una respuesta (ateniéndome a mis derechos constitucionales) que después de más de un mes, no he tenido el placer de recibir y leer.
- Una buena amiga me informó tardiamente que en el Pabellón Cuba se efectuó el domingo pasado un encuentro en un espacio para la crítica, sobre esta telenovela. Siento mucho no haber participado, mi carta al Presidente del ICRT y un artículo escrito en julio, versión anterior de este, lo colgué en el sitio Portal del ICRT, o sea, hice públicas mis opiniones con anterioridad a ese encuentro.
- Institución desarrollada por el gobierno de la Revolución Cubana; antes existió la Casa de Beneficencia bajo la dirección de la Iglesia Católica, y tal vez hubo otras que ahora no recuerdo o desconozco.
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