Plantear desde la visualidad el dilema que provoca la existencia de micro poderes en el arte, es el propósito seguido por Luis Gómez Armenteros (La Habana, 1968) para la curaduría de la exposición que, con obras suyas, quedará abierta al público el próximo viernes 3 de febrero en el tercer nivel del Edificio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes.

En un reciente encuentro con la prensa efectuado en la propia instituci ón capitalina, el reconocido dibujante, pintor, escultor e instalacionista confesó tener un marcado interés por reflejar en sus piezas el modo en que se mueve el arte dentro de la sociedad.

“No es una crítica, sino una apreciación personal. Hay una diferencia entre el trabajo sociológico de campo que realizan los científicos y el que hacemos los artistas”, abundó al referirse a las ocho instalaciones que serán exhibidas y en las que están representados el video, el video instalación y residuos de performances.

Al referirse al título de su primera exposición personal en el MNBA, Ji, Ji, Ji (apóstrofe), explicó que él mismo trata de reproducir cierto cinismo ante la (para él) preocupante situación de la producción y distribución del arte en nuestro país donde, según sus palabras, “hemos pasado de una Vanguardia muy poderosa a una Vanguardia muy dedicada al mercado”.

“A veces los artistas criticamos en nuestras obras errores que nosotros mismos cometemos. Mi trabajo es una manera de decirle a las personas que no hagan a los demás lo que no les gusta que les hagan a ellos, y que la crítica es como un boomerang que van a recibir de vuelta”, abundó.

En el encuentro también abordó su trabajo desde hace diez años al frente del Laboratorio de Nuevos Medios de la Universidad de las Artes, en el cual se les trata de ofrecer a los estudiantes opciones para una creación más contemporánea y, por tanto, menos ligada a las obras ajenas a nuestra cultura que nos legaron los grandes maestros europeos.

“Creo que es un vicio de la educación artística, y que los países que no están dentro de los centros de poder del arte tienen de hecho una cultura diferente. La globalización no es otra cosa que una forma de dominación cultural”, dijo Gómez Armenteros, quien desde su graduación del ISA en 1991 ha participado en numerosas exposiciones personales y colectivas en una decena de países.