Por estos días es foco de atención la web “Museo de la disidencia en Cuba” y lo es para los de siempre, Diario de Cuba, Cubaencuentro o Cubanet, sitios digitales beneficiarios de importantes contribuciones financieras venidas de agencias del gobierno de los Estados Unidos.
Conocidos instrumentos de la política exterior de la Casa Blanca, cuyos cometidos son servir de herramientas para la desestabilización, la escalada mediática y el intervencionismo en naciones soberanas, acciones claramente violatorias del derecho internacional.
Son millonarias las sumas que la USAID y la NED le han propinado a las citadas inmundicias digitales, vendidas hasta la saciedad como “medios de comunicación independientes”. Las dos primeras tienen asiento legal en Madrid, de donde reciben también apoyos financieros y logísticos de la derecha reaccionaria y casposa de corte neoliberal afincada en ese país.
Cubanet, radicada en Miami, se beneficia además de estas partidas gubernamentales para financiar “periodistas independientes” en nuestra Isla. Mercenarios que articulan campañas mediáticas internacionales contra el legítimo gobierno cubano y la voluntad del pueblo expresada en la Constitución Socialista. Sobre estos seres mediáticos existe abundante información documental que ilustra la asimetría de dichos medios y sus vínculos con la política de la nación norteña.
Pero se impone deconstruir el citado “Museo”, en cuyo cabecero se avistan cuatro secciones principales: personalidades, hechos, organizaciones e historia de Cuba.
En la primera de estas se incluye un apéndice para Personalidades en “Etapa Neocolonial”. Ilustres nombres de la nación cubana conforman una relación inicial. El líder sindical Jesús Menéndez, el escritor Juan Marinello, el cofundador del Partido Comunista Julio Antonio Mella, el político Raúl Roa García o el también escritor y político Rubén Martínez Villena.
Son hombres honorables de nuestra nación mezclados con otros dos que son una vergüenza para la historia de Cuba: el dictador Fulgencio Batista y el expresidente del gobierno de la corruptela y el entreguismo Carlos Prío Socarrás.
Fulgencio Batista, presidente de la República en los períodos 1940-1944 y 1952-1959 desató, con el apoyo del ejército y la policía, un gobierno dictatorial tras el golpe de estado del 10 de marzo de 1952. Fue el responsable político del asesinato de miles de cubanos en apenas siete años.
Fuentes documentales han certificado los vínculos del dictador con Benjamín Sumner Welles, embajador norteamericano en Cuba, y su sucesor Jefferson Caffery, quienes no dudaron en apoyarlo por mandato de su gobierno. Estas letras de la historia son claros antecedente de las tradicionales intromisiones de gobiernos estadounidenses en la nación cubana durante el siglo XX.
Prío Socarrás durante su mandato (1948-1952) agudizó las penurias del país. Presidió una etapa marcada por la corrupción, el gansterismo, la represión anticomunista y la subordinación a las políticas del gobierno de los Estados Unidos de entonces.
¿Pretenderá contribuir esta inmoralidad de museo a la jerarquización del dictador Fulgencio Batista? ¿Aspirará esta web a convertir en un demócrata al mayor genocida del último siglo en nuestra Isla?
Los antecedentes de esta infame estrategia son bien conocidas. Diseñan y multiplican elucubraciones sin fundamentos históricos, ejecutadas por la contrarrevolución cubana, una estrategia que por ciclos apunta a descafeinar los hechos y a los protagonistas de la nación.
Incluir a Batista y Prío Socarrás entre las personalidades de ese período no es pasto de la ignorancia de sus creadores, más bien de la descabellada idea de intentar torcer los preceptos fundacionales que nos definen: el anticolonialismo, el antimperialismo, el ideario martiano y marxista, asuntos de principios.
Las manipulaciones de este Museo no terminan en el presente apartado. Construyen otro titulado Personalidades en “Revolución en el poder”. La lista está integrada por un grupo de campeones del mercenarismo contrarrevolucionario, serviles personajillos construidos en los laboratorios de la CIA que desarrollan una labor de lobby por el mundo en permanente subordinación con una potencia extranjera. La misma que por más de cincuenta años ha recrudecido el Bloqueo sostenido por las administraciones de Washington desde 1960, cuyos gobiernos son responsables también de actos terroristas perpetrados contra el pueblo cubano.
Entre los primeros que aparecen en este “elenco” se encuentra el probado terrorista Armando Valladares. ¿Cómo no los presenta este pretendido museo?:
“Armando Valladares Pérez (30 de mayo de 1937) es un escritor cubano y ex embajador estadounidense, aunque trascendió a la opinión pública internacional como prisionero político y de conciencia, por sus 22 años en prisión y su carácter de opositor a la revolución cubana. Fue encarcelado en diciembre de 1960, a los 23 años de edad, pasando en prisión un total de 22 años”.
Qué tiernas las palabras de esta web a la hora de escribir sobre el execrable personaje radicado en los Estados Unidos. Qué manera tan cínica de suavizar su historial con los términos de “prisionero político y de conciencia”.
Se impone recordar que en el año 1982 el calificativo de “preso de conciencia” aplicado a dicho terrorista alcanzó niveles mediáticos descomunales, al punto de que el gobierno francés se interesó por un “escritor paralítico víctima de los malos tratos recibidos en prisión, que no podía caminar y se movía en una silla de ruedas”.
El tema tuvo tal alcance que el expresidente francés François Mitterrand medió ante el Comandante en Jefe para lograr la liberación del farsante, delegando este asunto en su asesor Regis Debray.
Valladares fue miembro de la policía de Batista. Tras el triunfo revolucionario de 1959 fue el autor de la colocación de varias bombas incendiarias introducidas en Cuba desde Miami, que fueron ubicadas en lugares públicos. Acciones terroristas en toda regla por las que fue detenido y condenado en 1960.
Sobre estos hechos la web del citado “museo” expresa: “… según el gobierno cubano y la prensa de la época, habría trabajado como policía en el régimen de Fulgencio Batista y detenido acusado de amenazar la seguridad del Estado, a causa de haber colocado cajetillas de tabaco rellenas de explosivos en lugares públicos en La Habana, como parte de una célula terrorista….”.
Obviamente, por el modo en que está redactada la nota, ese “museo” desprecia los sustantivos hechos, las pruebas documentales, los elementos que retratan el historial criminal de esta “personalidad” minimizando la verdadera naturaleza humana del conocido terrorista de origen cubano.
El pueblo recuerda muy bien las falsas palizas que dejaron “paralítico” a Valladares, de las que en su momento acusó al gobierno revolucionario cubano. Todo este teatro quedó desmontado cuando fueron publicadas las grabaciones en video realizadas en su celda por las autoridades penitenciaras cubanas, donde quedó demostrada con absoluta nitidez cómo el “autor” del libro de poemas: Desde mi silla de ruedas, se levantaba para realizar ejercicios de estiramiento y contrarrestar así el entumecimiento provocado por la fingida inmovilidad.
Cuando el “angelical” Valladares fue liberado subió al avión que lo llevó a París por sus propios pies. Cabe subrayar entonces que de este conocido y humorístico pasaje dicho “museo” no toma nota.
Otras de las “personalidades” incluidas en esta lista es la super mediática Berta Soler, autoproclamada como líder de las Damas de Blanco, una organización contrarrevolucionaria que recibe importantes fondos del gobierno de los Estados Unidos para subvertir el orden constitucional refrendado por los cubanos.
Sobre el personaje, muy conocido por sus comportamientos autoritarios, groseros y de coacción con las demás integrantes de su piquete, se nos cuenta en esta web vacía de contenidos:
“Berta de los Ángeles Soler Fernández (Matanzas, 31 de julio de 1963) es una disidente cubana. Actualmente es la líder de las Damas de Blanco, un movimiento ciudadano cubano que reúne a esposas y otros familiares de presos cubanos, considerados generalmente como presos políticos. Asumió el liderazgo del grupo luego de la muerte de su fundadora, Laura Pollán”.
Pero, ¿dónde están las notas que “ilustran” los encuentros de esta “líder” con Santiago Álvarez Magriñat en Miami, un conocido terrorista internacional con fuertes vínculos con Luis Posada Carriles?
Dentro de los caracteres que se construyen sobre dicha “personalidad”, ¿dónde se hace mención de su claro apoyo al bloqueo norteamericano contra Cuba y su petición de que la Unión Europea mantenga la posición común; sin mentar siquiera sus declaraciones para que los centros de poder en el mundo desestabilicen al gobierno cubano y tomen medidas nocivas para el pueblo cubano?
¿En cuál de los párrafos de esta web aparecen citado los encuentros secretos que en Madrid tuvo la desprestigiada líder con un ex funcionario norteamericano de la Sección de Intereses de EE.UU en La Habana, el señor Brandon Allan Hudspeth?
De estas y muchas otras lindezas no se hace mención en este museo descascarado. ¿Pensarán sus mediocres creadores que nos tenemos que quedar con estos ingredientes transgénicos fabricados para Doña Berta Soler? ¿Qué nuevo plato nos pretenden cocinar los que pretenden reformular la historia? ¿Hacia dónde apuntan las claras ausencias de información disponibles en múltiples fuentes de la citada mercenaria?
En la lista de “personalidades” se incluyen también la mediática Yoani Sánchez, conocida por sus vínculos con los funcionarios de la otrora Oficina de Intereses de los Estados Unidos en La Habana, de donde ha recibido instrucciones como parte de su labor contrarrevolucionaria. O por la supuesta entrevista que el Presidente Barack Obama le concedió y que después se supo que era una gran farsa, un burdo montaje. Verdaderamente, el cuestionario fue respondido por un empleado de esa dependencia norteamericana, aunque el desmerengado “museo” suscribe lo contrario.
No falta en la inmoral relación Guillermo Fariñas, conocido por sus comportamientos violentos y reiteradas actitudes antisociales. Un “líder opositor” que tuvo la desfachatez de retratarse con el terrorista internacional Luis Clemente Posada Carriles, autor, junto a Orlando Bosch, de la voladura en pleno vuelo de un avión de la compañía Cubana en el año 1976 en la que murieron 73 personas. La lista la engrosa también Antonio Rodiles, “joven líder de la oposición” construido en los laboratorios de la CIA.
La cansona reiteración de estos contenidos, posicionados hasta la saciedad como matriz de opinión y sustentados en la omisión de los hechos, en la tergiversación y manipulación de la historia, son parte de los floridos ropajes que adornan al pretendido “Museo de la disidencia en Cuba”.
Los abordajes que sustenta este engendro digital de envoltura miserable están condenados al fracaso. Es la revolución cultural construida desde enero de 1959, la mayor obra de estos 57 años de disidencia rebelde, una gesta protagonizada por el heroico pueblo cubano y sus líderes históricos.
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