Aún puede ser visitada en el Edificio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) la exposición colectiva Los vaivenes de la historia. Pintoras abstractas de los 50, una de las propuestas de esa institución dentro del programa colateral de la 15 Bienal de La Habana.
Más allá de visibilizar parte de los fondos que dicho museo atesora, uno de los propósitos fundamentales en estas muestras de carácter transitorio, la abierta al público desde noviembre pasado persigue sobre todo revalorizar a un grupo de artistas que hasta el presente no ocupan el sitio que les corresponde dentro de la historia del arte cubano.
Tampoco han estado representadas como merecen en las salas permanentes del MNBA, donde predominan las obras realizadas por hombres, todo lo cual lleva a una apreciación que no se corresponde con la realidad de cuanto aconteció en el panorama artístico de determinada época, en este caso la correspondiente a los años 50 del pasado siglo, cuando el arte abstracto comenzó a ocupar espacio en nuestro país.
La muestra persigue revalorizar a un grupo de artistas que hasta el presente no ocupan el sitio que les corresponde dentro de la historia del arte cubano. Fotos: De la autora
Con estos propósitos los curadores Yahíma Rodríguez Pupo y Roberto Cobas Amate, especialistas del MNBA, organizaron la exposición Los vaivenes de la historia…, en la que aparecen obras de Loló Soldevilla, la de mayor reconocimiento en su momento; Carmen Herrera, Mirta Cerra, Caridad Ramírez, Gina Pellón y Zilia Sánchez, fallecida recientemente a los 98 años de edad.
“Es un momento del arte cubano en el que se produce una importante renovación que venía con los movimientos de vanguardia, hablando sobre los modos de representar lo cubano, la identidad nacional.
“Llegada la década del 50 se produce una ruptura y una nueva generación de artistas se enfoca en poner el arte cubano en sintonía con las tendencias más importantes asociadas a la no figuración y que tenían un importante espacio en la producción artística internacional”, destacó Rodríguez Pupo en un recorrido por la muestra, para luego añadir: “Recurrentemente nos encontramos en la bibliografía de la época que para significar que una pintora tenía una obra valiosa, con sus contribuciones estéticas, se decía ‘tiene la pincelada como un hombre’. En el caso de Zilia decían ‘no hay femineidad en la pintura’, lo cual es demostrativo de que en cada época hay un estándar, un conocimiento de cómo debe pintar un hombre, cómo debe pintar una mujer.
“Esta exposición marca un hito respecto al relato usual de la historia del arte tal y como se había concebido en el Museo Nacional e incluso por la Academia”.
Esta exposición demuestra cómo vistas hoy, percibimos aportes sustanciosos dignos de ser significados en este ámbito del Museo Nacional de Bellas Artes”, concluyó la especialista, a lo que Cobas Amate acotó:
“Esta exposición marca un hito respecto al relato usual de la historia del arte tal y como se había concebido en el Museo Nacional e incluso por la Academia. Durante mucho tiempo solamente han sido reconocidas dos figuras muy importantes: Amelia Peláez y Rita Longa, aunque en los 50 fue también reconocida Loló Soldevilla, pero después ella desaparece del panorama artístico.
“Es una exposición de rescate de estas figuras femeninas y ponerlas en el lugar que merecen en el contexto de la plástica cubana de los años 50, la cual estaba dominada por los hombres.
“El Grupo de los Once, por ejemplo, eran todos integrantes masculinos, no tomaron en cuenta a Zilia Sánchez que pudo haber pertenecido a ese colectivo y, en los Diez Pintores Concretos, solamente estaba Loló Soldevilla.
“En resumen, este es un esfuerzo significativo para que tanto los visitantes al Museo como la Academia se apropien de otras miradas y de otras artistas importantes en el contexto de los 50 para ser asimiladas por la historia del arte cubano”.
Es pues de agradecer este empeño de los especialistas del MNBA que suma intenciones a las muestras inauguradas en la 15 Bienal de La Habana, con cuya clausura a finales de febrero también cerrará sus puertas una exposición que pone su mirada en los vaivenes de la historia.
Imagen de Portada: Cartel de la exposición
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