Retozo personal es el título de la exposición de Enma Pallí Martínez exhibida hasta mediados de octubre en la Sala Alternativa del Centro Provincial de Artes Plásticas y Diseño de La Habana, obra con la que da continuidad a una serie iniciada  a comienzos del presente siglo,  mientras cursaba estudios en la Academia Nacional de Artes Plásticas San Alejandro.

En ella el cuerpo de la artista pasa a ser una herramienta para la creación al dejar impresas distintas partes de su anatomía en los más variados soportes, a partir del empleo de diversos pigmentos que han ido del asfaltil al creyón labial.

En este caso se trata de cuarenta almohadas dispuestas en un ángulo de la Sala, de ellas treinta y nueve impresas con óleo rojo en representación de su ciclo vital, en tanto la que permanece impoluta apunta a lo desconocido que puede depararle el futuro inmediato, su nueva edad.

La almohada, soporte recurrente en la obra de la Pallí, refuerza el sentido lúdicro, su inherente erotismo más sugerido que expreso,  a través del cual provoca y burla a un espectador que trata de adivinar contornos, a veces equívocos, en las huellas dejadas durante sucesivas acciones plásticas realizadas en privado.

Inspirada siempre por los espacios donde puede ubicar su obra, quiso retomar en cierta forma la instalación homónima que con solo siete almohadas le mereciera en 2013 el Segundo Premio en el XIX Salón de Arte Erótico organizado por la galería Fayad Jamís de Alamar.